SAMANTHA
No quiero ser salvada.
Ya llevo un par de veces saliendo con Gabriel, son salidas de amigos (pero esas reales donde no hay besos ni sexo) me la paso bien con él, el primer día en la cafetería estuvo genial, llegue puntual y él ya se encontraba en el lugar, me recibió con su espléndida sonrisa, siempre que la veo me recuerdo que él si sonríe, no como... alejo ese pensamiento de mi.
En esa primera salida hablamos casi de todo, digo casi, porque a pesar que él me agrada sé que tiene secretos (como todos) los cuales no quiero saber, y tampoco quiero contar los míos.
Estoy sabedora que le gusta la fotografía, en ese par de veces que hemos salido le ha mostrado algunas fotos a Irina las cueles él ha hecho, mi amiga quedo encantada y le pidió que le enseñara su truco.
Mira muy poco a su familia, ya que prefiere mantener la distancia y solo visitarlos de vez en cuando, no pregunte la razón aunque para ser honesta me dio un poco de curiosidad.
Tiene una pequeña galería en el centro de Italia, le va muy bien así que dice que no se puede quejar, me pidió en nuestra última salida que le regalara o si prefería que trabajara para una sesión de fotos, al principio lo dude, se lo comenté a Irina y me dijo que no es mala idea, ya que las fotos las va a exhibir en su galería.
Le tome la palabra y en unas horas estaré haciendo la sesión, Gabriel me dejo elegir los atuendos pero solo escogí uno, un smoking, pantalones negros junto con su saco y su camisa blanca conjuntó con una pajarita negra, un par de tacones puntiagudos del mismo color que los pantalones, mi cabello lacio cayendo por mi espalda y finalmente mi maquillaje oscuro.
Estoy dando mi último retoque a mi maquillaje cuando suena el timbre, es probable que sea Gabriel aunque falte diez minutos para salir, pero he notado que siempre llega antes.
Me doy una última hojeada en el reflejo y salgo de la habitación, la sesión va hacer en el coliseo y espero que las fotos salgan genial.
Puesto que nunca antes lo había hecho.Bajo las escaleras y avanzó hacia la puerta, la abro y mis ojos se encuentra con Gabriel, me mira de arriba y hacia abajo un par de veces sin decir nada.—¿Tan mal luzco?— pregunto ya que no dice nada.
—No... no, lo siento es que, wwwowww te vez espectacular.
—Gracias, pensé que te habías echado para atrás.
—No, eso nunca.
Se acerca a mí y hace el mismo saludo de siempre (un beso en la mejilla) —Estás fotos quedarán estupendas.—Comenta mientras le señaló que pase.
—Eso espero, dame unos minutos ¿sí? Solo termino de recoger mi bolso y nos vamos. —Le digo dirigiéndome a la cocina.
—No te apures, todavía es temprano.
—Gracias, solo...—Pero no termino de hablar porque suena el timbre. —Qué raro. —Comento. —No espero a nadie, ¿podrías abrir?
—Claro. —Dice amablemente dirigiéndose a la entrada.
Entro en la cocina y tomo mi bolso, voy a la nevera y cojo una Coca-Cola porqué muero de calor.
—¿Quieres algo de beber?—Le grito a Gabriel pero no llega ninguna respuesta.
Lo cual encuentro extraño, abro la bebida mientras camino hacia la entrada para saber quien toco el timbre, a veces es Bruno para darme algún pedido o algo así.
Empinó la lata sobre mis labios y el líquido frío se desliza por mi garganta, casi lo escupo cuando fijo la mirada en quien está en la puerta, si sus ojos fueran bombas el pobre del fotógrafo en estos momentos estuviera hecho pedazos.
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PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}
RomansaSamantha Wright se mudo a Italia hace unos meses, es una excelente piloto y una mujer muy competitiva, la mayor parte del tiempo la pasa en cabina, su vida es muy normal o al menos eso piensan las personas a su alrededor, a pesar que ella intenta de...