Capítulo 4

1.5K 78 2
                                    

SAMANTHA

Mojitos de fresas

—¡Eso es ridículo, somos sus hijos por supuesto que tenemos el derecho de saber donde ella está sepultada!

—Aunque así sea, él nunca nos dará esa información ¿porqué no lo dejas y ya? —Dice como siempre.

—¡Esa es siempre tu maldita respuesta y ya estoy harta de lo mismo!

—Pues entonces no me salgas con las mismas mierdas de siempre, por esta razón es que no tenemos comunicación

Dejo salir el aire por la boca frustrada como siempre que hablo de la misma situación con mi hermano mayor Ethan. Casi nunca hablamos porque cada vez terminamos frustrados y yo gritándole ¿el tema? Bueno, mi madre. Darlene murió hace catorce años, no sé donde fue sepultada ni la causa de su muerte. Ya que horas después de la noticia Felix ~Mi padre~ me envío lejos sin razón alguna. Desde hace mucho tiempo he buscado información sobre ella, le he pedido a Ethan que se comunique con Félix más no tiene éxito en conseguir la información.

Podría viajar a Londres y buscarlo pero eso sería demasiado, desde ese día que salí de Londres nunca más he regresado a ese lugar (al menos no a mi casa) y siento que nunca podré estar lista para que eso suceda. Irina y yo siempre fuimos amigas y vecinas así que cuando salí de Londres intenté pedirle que averiguara todo. Pero al parecer él también se largo de allí después de unos días y nadie sabe donde la sepultaron.

Sé que podría dejar el asunto por la paz y olvidarme como dice Ethan pero me es difícil, se acerca su aniversario número catorce y por lo menos quisiera ir a su tumba y llevarle unas flores como hace las personas normales con sus seres queridos.

—Escucha, tienes que resignarte que eso nunca lo sabremos al menos no mientras él no quiera darnos esa información.

—Suena tan fácil para ti.

—No, no lo es Sam ¿pero que puedo hacer? ¿Seguir estancando y no pasar la página como tú?

Sus palabras son como un cuchillo atravesándome, a pesar que no hablamos por largos periodos de tiempo lo quiero aunque nunca se lo diga y escuchar que esas palabras vienen de mi hermano, duelen el doble.

—¡Eres un imbecil! A veces me pregunto como puedes estar tan tranquilo, es como si tuvieras a nuestra madre solo para ti y no la quisieras compartir con nadie — Antes que pueda responder cuelgo la llamada, limpiándome mis mejillas con el dorso de la mano por causa de las lágrimas.

—¡Te odio Felix! — Gritó con frustración lanzando la taza que estaba sobre la isla, está se estrella contra la pared y se quiebra en docenas de pedazos.

Estoy sentada en el piso con las rodillas hasta mi pecho abrazándolas, mi rostro lleno de lágrimas, con frustración pasó mis manos por mis mejillas para poder limpiarlas.

Minutos después tomo las llaves de mi Jeep Wrangler negra, y salgo disparada no sé dónde. Conduzco sin sentido por horas hasta estar estacionada enfrente de una discoteca que venimos casi siempre con Irina para relajarnos un poco. Bajó de la Jeep y entró en el lugar.

Irina está en una sesión de fotos en Sicilia así que vendrá hasta mañana o en un par de días al más tardar, cancelamos el viaje que teníamos preparado para Hawaii ya que no podía posponer la sesión de fotos.

Son apenas las seis de la tarde cuando entro, el lugar no está lleno así que me voy directo a la barra y veo a Hugo el bartender del lugar, es un español muy simpático que siempre nos atiende a Irina y a mi cuando venimos.

—Tiempos de no verte Sam ¿Vienes sola? — Dice con una sonrisa en su rostro

Muevo la cabeza en forma de asentimiento ya que no tengo ánimos para una charla y él lo nota —¿Que te sirvo?

PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora