Capítulo 26

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SAMANTHA

Ginger.

Después de estar en ese maravilloso lugar, y hacer unos increíbles recuerdos, ahora estamos en una de las casas de Alessandro, dijo que pasará la noche con él y no pude negarme.

Cuando desperté Alessandro no estaba por ningún lado. Así que decidí prepararme el desayuno mientras intentaba comunicarme con él, pero todavía no lo he logrado.

Llegamos por la noche al lugar, los dos estábamos muertos del cansancio, nos quedamos dormidos recién llegamos, así que no pude ver la casa completamente, el lugar como era de esperarse es precioso y sobre todo lujoso, es de un solo piso, todas las paredes de cristal, diría que tiene un diseño minimalista, color blanco para los muebles, puedo decir que es todo lo contrario al Pent-house, solo la habitación principal, esa es la más grande y hermosa con su diseño oscuro. Salgo de la casa percatándome qué hay diferentes tipos de árboles y pinos, el camino de madera está rodeado de arbustos ornamentales, y unas cuantas rocas entre medio de ellos.

Observo que en el lugar ya está mi Jeep Wrangler negra estacionada, salgo a correr para poder ejercitarme y ver la casa unos minutos percatándome qué hay más de veinte hombres por toda la casa, sin contar los diez que si se dejan ver.

A las once de la mañana regreso de correr, Alessandro todavía no ha aparecido así que le envío un mensaje a Gabriel.

No sé cómo diablos iniciarlo, es como si nunca antes le hubiera mandado uno, lo escribo varias veces y lo borro, así paso más de cinco minutos, hasta que me armo de valor.

Hola Gabriel, lo siento por desaparecer, ¿Qué tal si nos vemos ahora?

Prometí algo y no pienso dar mi brazo a torcer. Inmediatamente recibo respuesta.

¡Brownie! Me alegra que estés bien. ¿Te parece bien en la galería?

Una pulsada se instala en mi cuerpo al leer aquello.

Perfecto, te veo a las dos.

Intento sacar lo bueno de esto, me digo a mi misma que al menos lo voy a ver, pero no es suficiente cuando mis palabras serán como una bala para él.

Todavía estoy buscando las palabras adecuadas para decirle a Gabriel, he intentado encontrar algo que no se escuche menos doloroso pero nada ha funcionado.

Luego está Alessandro, no he querido tocar el tema de Gabriel, pero sé que solo lo estamos evitando, y que tarde o temprano tenemos que poner las cosas en clara, pero como los cabezotas que somos solo estamos retrasando la guerra de Troya.

Intento de nuevo comunicarme con Alessandro pero no tengo suerte, así que dejo de hacerlo, intentando memorizarme como hablaré tanto como Alessandro como con Gabriel.

Ahora que ya tengo señal en mi teléfono celular, observo que el último mensaje que me envió Irina fue cuando todavía estaba en Calabria, en el cual me pide que la llame, pero después de eso no tengo ninguno, no le respondo, pero quizá pronto me comunique con ella.

Me tomo un baño y después de medio día mi hombre llega, mientras esoy en un sofá en la sala, leyendo el libro que medio Alessandro, pero no llega con las manos vacías, en su brazo derecho carga una especie de gato negro, (digo gato porque es muy raro) mientras lo acaricia con la mano izquierda— ¿Qué es lo que cargas?—El animal se despereza en su mano, mientras tiene sus ojos cerrados.

—Desde hace mucho tiempo llevo buscando esta hermosura, hasta que por fin la encontré. —Me dice Alessandro.

—Eso no es un gato. —Le aseguró ya que del animal sale un pequeño rugido.

PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora