SAMANTHA
Alevosía.
Intenté sepárame de él, pero se me hizo difícil, sin embargo en el fondo sabía que no lo estaba intentando lo suficiente, y me maldije por eso.—Por favor Brownie.—Se separo un poco de mi, susurrando, poniendo su frente con la mía mientras yo mantenía mis ojos cerrados.—Solo permíteme esto, luego te puedes ir, y no te detendré.—Volvió a unir sus labios con los míos, al principio me quede paralizada sin hacer nada, pero a poco mi cuerpo fue cediendo, y no sé porque mierda, cuando logré reaccionar a lo que estaba haciendo nuestras lenguas se estaban tocando, me dije que quizá después de esto podía cerrar ciclo y seguir, aunque en el fondo sabía que solo eran putas excusas.
Sus labios eran diferentes, un poco más delgados de los que ya conozco, sus manos empezaron a cambiar de lugar, una estaba en mi nuca y la otra en la parte baja de mi cintura, fue un beso suave, por instinto, coloque una de mis manos en su hombro acercándolo un poco más a mí, nuestras lenguas siguieron acariciando se de vez en cuando, necesitaba un beso salvaje como el de Alessandro pero nunca llegó, porque no era quien yo quería, desde ese momento todo ocurrió tan rápido, y en un abrir y cerrar de ojos Gabriel estaba en el suelo, mientras que Alessandro lo sostenía del cuello de la camisa.
La mesa de cristal donde estaban las fotografías ahora está hecha pedazos, Gabriel encima de esos cristales, mientras Alessandro encima de él golpeándolo fuertemente.
— ¡Maldito imbécil, sabía que no ibas a dar tu brazo a torcer!—Grita Alessandro mientras le da golpe tras golpe a Gabriel en la cara haciendo que al segundo se le haga difícil defenderse.
Intento sepáralo pero se me hace imposible. — ¡Alessandro no es lo que crees!
Gabriel intenta regresarle el golpe, pero ya que Alessandro está encima de él lo detiene enseguida, dándole con su puño cerrado en su mandíbula y después en la nariz. — ¡Te voy a matar hijo de puta!—Grita como nunca antes lo había escuchado.
Todo mi cuerpo tiembla de preocupación, no sé qué hacer, no quiero que ninguno de los dos se hagan daño, y menos por mi culpa.
Sin pasar mucho tiempo Guido entra al lugar, al principio se le hace difícil separarlo pero luego como puedo le comienzo ayudar, halando el brazo de Alessandro lo más fuerte que puedo. Antes que logremos sepáralo Alessandro le da un puntapié a Gabriel haciendo que esté de un grito.
Cuando finalmente Alessandro está separado del fotógrafo, este tiene sus manos llenas de sangre, mientras que su hermano está en el suelo tosiendo, con su cara llena de su líquido rojo y escupiéndolo.
En un parpadeo, Alessandro se lleva una de sus manos a la parte de atrás de su espalda sacando un arma, apuntando a Gabriel. —Llegó tu hora.
— ¡NO ALESSANDRO POR FAVOR NO LO HAGAS!—Le grito histérica, no quiero que se arrepienta por algo que lo va a seguir por toda su vida y sabiendo que es mí falta.
Haciendo que su atención se dirige a mí. — ¡Tú!—Dice dirigiéndose hacia mí, pero con la pistola apuntando a Gabriel. — ¡¿Era por eso que querías que me fuera de viaje?! ¡Para que te diera espacio y te revolcarás con este malnacido! ¡O déjame adivinar! ¡¿Quieres que te siga fotografiando?!
No sé como sabe lo de las fotografías si nunca llegue a decírselo, pero no le tomo importancia. — ¡Claro que no! déjame explicártelo Alessandro por favor.
— ¡¿Explicarme qué?! ¡Que me veían la cara de imbécil mientras ustedes se revuelcan! ¡Eres una...—Verbaliza pero se calla de inmediato.
— ¡Cuida bien tus palabras imbécil!—Vocifera esta vez Gabriel, aprovechando la distracción de Alessandro para quitarle el arma, y ahora es Gabriel quien le apunta, pero Alessandro no parece importarle porque se va contra él.
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PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}
RomanceSamantha Wright se mudo a Italia hace unos meses, es una excelente piloto y una mujer muy competitiva, la mayor parte del tiempo la pasa en cabina, su vida es muy normal o al menos eso piensan las personas a su alrededor, a pesar que ella intenta de...