PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}

Capítulo 43

I'm in love with a Monster/Angel

SAMANTHA

Los medicamentos que me ha dado Lía son milagrosos, si bien todavía no me siento al cien pero ha hecho una enorme diferencia, pero solo puede darme un par de estos ya que estuve muy mal, pero solo con una dosis ya puedo caminar por mucho más tiempo y el dolor es casi es nulo.

Despertar y lo primero que vi fue él, fue lo mejor de este mundo, ver la emoción en sus ojos, y como todo su ser la gritaba de felicidad, eso fue tan reconfortante, desde que abrí mis ojos Alessandro no se ha movido de mi lado, lo cual se lo agradezco pero también sé que tiene trabajo que hacer, y es por eso que Alessio estuvo aquí, para que regresara a sus responsabilidades, intenté conversarlo un par de veces más para que cancelara nuestro viaje, pero no hay poder humano que lo haga cambiar de opinión.

Le pedí que quería pasar por mi casa antes ya que necesito la cámara que Aílana me dio para que tomara fotografías, la cual llevare como se lo prometí, Alessandro quería mandar a uno de sus hombres pero me negué, sólo serán unos minutos además que quería recoger yo misma la ropa que quiero llevar a esa hermosa isla.
Pero hay algo que no me deja tranquila por completo, sé que a Alessandro le sucede algo, lo he visto un par de veces tan pensativo que en ocasiones he tenido que repetir un par de veces lo que digo para sacarlo de ellos, he preguntado, pero no he tenido respuesta, y no sé si me gustara. He pensado en lo que escuche cuando los dos hombres rusos me tenían sujetada, de hecho es algo que no ha salido de mi cabeza pero no he tenido el valor de preguntar algo concreto, espero y poder hacerlo pronto.

Me estoy cambiando de ropa mientras Alessandro está en el cuarto del baño, veo que debajo de la puerta hay una sombra que camina de arriba hacia abajo, al principio me imagino que es uno de sus guaruras pero la curiosidad me gana, así que camino a confirmarlo, una vez que abro la puerta me encuentro con Gabriel quien es el responsable de la sombra, quien se detiene de inmediato cuando me mira, para luego verme de pies a cabeza, asegurándose que en realidad me está viendo.

—Hola Brownie. —Es el primero quien saluda.

—Hola. —Le devuelvo la sonrisa. —Pensé que no estabas aquí.

Se encoge de hombros. —He estado aquí unas cuantas veces.

No pregunto el motivo de porque no ha entrado a verme, porque puedo imaginarlo a la perfección.

Le dirijo una mirada al cuarto del baño la cual aún sigue con la puerta cerrada, así que cierro la principal a mi espalda. —Escuché lo que hiciste por mí.

—No fue nada. —Comenzamos a caminar.

—Tal vez para ti, pero créeme fuiste de gran ayuda, gracias Gabriel.

—Me alegra saber que estás mejor, ¿Cuando estarás fuera?

—Hoy mismo, al parecer todo va de maravilla. —Puedo ver que quiere decir más, pero no se lo permite.

— ¿Te irás con él?—Mi suerte como era de esperarse nunca está de mi lado, así que como siempre, hace una aparición triunfal hablado a nuestras espaldas.

—Sí, ¿Le tenías otros planes?

Por un momento pienso que Gabriel no responderá, pero como era de esperarse también me equivoco.

—En realidad si. —Lo enfrenta. —Pensé que con lo que habías provocado te alejarías de ella, pero eres la persona más egoísta este mundo que nunca lo harás, prefieres que muera protegiéndote a dejarla libre.

—No sabes una mierda hijo de puta.

Alessandro comienza a caminar hacia él, pero me pongo en medio para que ninguno haga nada.—Suficiente, no comenzarán una pelea.—Los miro a los dos, pero ninguno me mira, solo se lanzan bombas con sus ojos.—Gabriel gracias por lo que hiciste, estoy muy agradecida, pero la decisión que él que se aleje de mi, la tengo que tomar yo, no tú, ni él, yo, y ya la tome, gracias por lo que hiciste. —Tomo de la mano a Alessandro. —Es hora de irnos. —Lo halo hasta que comienza a caminar pero no miro hacia atrás, evitando la mirada de tristeza que el fotógrafo tiene a causa de mis palabras.
En el trayecto a casa no hablamos, mejor dicho yo no hablo, porque Alessandro intenta establecer una conversación pero no hago el mayor intento de seguirla.