ALESSANDRO
Pent-house
De haber sabido que dolía tanto, que sentiría este vacío sin ella, me hubiera evitado tantas cosas, pero lo más probable es que siempre me hubiera vuelto loco por la pelirroja que ahora está parada en la entrada viéndome fijamente.
Se queda de pie mirándome como si yo no fuera real en estos momentos y sus pensamientos le estuvieran jugando sucio, me dije mil de veces que estaba listo para verla, que no podía pasar evitándola toda mi vida, me lo dije tantas veces que creí que no iba a pasar nada cuando la viera, pero eme aquí, estoy con un punzada en mi pecho, por un instante se me cruza la idea de levantarme, ir hacia donde ella y llevarla directamente hacia el hospital hasta saber exactamente qué lesiones tiene, así como también no permitir que se levante de la cama hasta que esté repuesta, además de eso siento mucha rabia con el hijo de puta que la dejo de esta manera queriéndolo matar con mis propias manos.
Y me odio por eso, porque es a ella a quien tendría que estar odiando, pero por más que lo he intentado estos días no he podido.
Mi viaje a Ucrania solo duraría un par de días, pero todo se fue a la borda cuando fue a esa mierda de galería, quería permanecer más tiempo en Ucrania pero sabía que tenía responsabilidades que atender, y mi padre no crío un contador para evitar mis problemas, así que decidí regresar de inmediato, sin contar la trampa que nos tenían los malditos Polacos, los cuales pronto tendrán noticias de mi.
Lleve a Gianna conmigo a ese viaje, cuando llegue al Palazzo luego de todo lo sucedido ella se encontraba en mi camino, y no lo pensé dos veces llevármela y deseando que Sam nos viera, que sintiera lo mismo que yo sentí en esos segundos donde todo transcurrió tan lentamente.
Bebí, bebí y solo bebí sin esperar un mañana, con un solo propósito, que Samantha desapareciera de mi mente, y aun ebrio cuando cerraba mis ojos veía su perfecto rostro angelical, mientras estaba dentro de Gianna, mi mente, mis pensamientos estaban en Italia, donde quería estar físicamente, donde tuve que recurrir a recuerdos para poder sentirla cerca, aunque por eso me odie mucho más. Físicamente estaba con Gianna, pero mentalmente Samantha no salía de mi cabeza.
Después del asesinato de Arseni Petrov, las cosas con los rusos se han vuelto aún peor y estoy seguro que es apenas es el comienzo, sin mencionar el hecho que la asesina fue Samantha, y que los rusos no se quedaran con los brazos cruzados sin hacer nada y buscar al responsable.
Deje hombres a cargo de su seguridad, los mejores, y los de mi confianza, los cuales solo pise tierras Italianas y me pusieron al tanto de todos sus movimientos, a pesar que estuve lejos por días no pude dejarla sin protección y a mí, sin información sobre sus pasos.
El imbécil de Gabriel intenta levantarse para ir a su encuentro, pero antes que lo haga padre se aclara la garganta, dando como señal que permanezca en su lugar, Gabriel le devuelve la mirada y ligeramente desvía su vista de nuevo hacia la pelirroja, una furia abarca mi ser al presenciar esta situación, aunque padre está al margen de todo esto, puedo deducir que sospecha que algo ha pasado.
— ¿Estás bien Samantha?—Habla padre, pero la vista y toda su atención está fija en mi, y no parece escucharle.
Massimo toca el brazo de Sam mientras le habla para que salga de sus pensamientos.De reojo puedo ver como padre viaja su mirada hacia mí, y luego hacia Sam, sin esperar más tiempo, desvió la mirada hacia los papeles que están sobre la mesa.
— ¿Te siente bien Samantha para poder estar aquí?—Pregunta nuevamente mi padre.
—Si señor. —Contesta con un hilo de voz disimuladamente veo como Massimo le ayuda para que tome asiento.
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PROHIBIDO ENAMORARSE {BORRADOR}
RomanceSamantha Wright se mudo a Italia hace unos meses, es una excelente piloto y una mujer muy competitiva, la mayor parte del tiempo la pasa en cabina, su vida es muy normal o al menos eso piensan las personas a su alrededor, a pesar que ella intenta de...