Capítulo Dieciséis.

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23 de agosto, 2014.

Me levanté de mi asiento y me estiré. Este boceto me está dando dolores de cabeza. Volteé a ver a Molly quien seguía con su mirada en la computadora.

- Psss - dije y ella me miró. Frunció el ceño. - Mi cabeza está doliendo, ¿quieres salir un rato?

- Tengo que terminar este diseño - bajó la mirada.

- Y yo este - dije riendo - vamos, cinco minutos no te harán mal, quizás tomes más inspiración.

Ella pareció pensarlo por un segundo, luego se levantó y caminó hacia la salida. Tomé mi teléfono y la seguí. Ella traía un vestido rosa, por medio muslo con un cinturón pequeño a la cintura. Le ceñía bastante bien, además andaba un abrigo floreado de seda por encima y unas sandalias rosas.

Llegamos a la entrada de la editorial, es un conjunto de edificios, el de diseño, el de edición, el de administración, y hay dos más, que son oficinas. En medio de los cinco edificios hay una fuente con bancas a rodeándola y algunos árboles podados a la perfección.

Me senté en una de las bancas e inmediatamente saqué la cajetilla con cigarros de la bolsa de mi pantalón. Tomé uno dejándolo entre mis dientes, seguido lo encendí y di una calada. Molly llegó con dos cafés.

- Te adoraré. - dije haciéndola reír. - Es lo que necesito, ya me hace falta cafeína en mi cuerpo.

Ella sonrió y dirigió su vista al cigarrillo.

- ¿Fumas? - pregunté mirándola. Ella negó con su cabeza. - ¿Te molesta?

- No, tranquila. - contestó apurada. - ¿Por qué fumas?

Me encogí de hombros.

- Me relaja. - le di un sorbo a mi café. - mi vida no ha sido una vida soñada, supongo que fue una manera para desahogarme.

- ¿Nunca pensaste en buscar a alguien para desahogarte, en lugar de un cigarro?

- Lauren concéntrate. Dime que tienes.

Negué con mi cabeza. Mis piernas estaban recogidas, pegadas a mi cuerpo, sentada en una silla incómoda, con tres pares de ojos sobre mí. Todos esperando una respuesta.

- No te juzgaremos, pequeña. Cuéntanos qué sucede.

Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Comencé a balancearme de adelante hacia atrás. Es una de las pocas cosas que me calman a estas alturas.

- Sí, lo pensé. Nunca funcionó. - me limité a contestar.

En ese momento elevé mi vista y sonreí. Un sexy chico caminaba en nuestra dirección, acompañado por otro joven completamente atractivo.

- Señoritas - Mike se adelantó a saludarnos con un beso en la mejilla. Molly quedó en shock. - ¿Qué hacen por acá?

- ¿Qué te parece que estamos haciendo, genio? - pregunté con un poco de sarcasmo.

Mike rodó los ojos.

- No te pases de lista conmigo, pequeño ángel. - Se acercó bastante - puedo cobrar venganza de muchas formas. - dijo en un susurro que supongo solo yo escuché.

- Deja de susurrarle cosas a mi princesa. - Jay le haló la camisa a Mike, haciéndolo hacia atrás. Molly rió por lo bajo. - Te ves preciosa Molly. - las mejillas de la chica tomaron un tono rojizo en segundos.

- Gracias señor Johnson.

- Dile JJ, cuando hablan del señor Johnson me recuerdan a su padre. - habló Mike, Molly asintió embobada.

En tu mente. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora