Capítulo Veinticinco.

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15 de octubre, 2014.

Entré a mi habitación, intentando cerrar la puerta detrás de mí. Un pie se interpuso entre mi intención y el resultado. La puerta se abrió y el chico entró. Retrocedí un paso. En su rostro se repintaban los cinco dedos de mi mano, por el manotazo que le había dado unos minutos antes.

- ¿De dónde saliste? ¿Por qué viniste? ¿Qué haces aquí? - pregunté en un grito, las lágrimas rodaban por mis mejillas, mis manos estaban cerradas en puños, mis nudillos blancos por la presión, mi respiración era pesada. - ¿Para qué? - grité de nuevo.

-Lauren, tranquilízate. - los brazos de Alex se estiraron, tratando de alcanzarme, di un paso hacia atrás.

- ¡No-me-toques! - pronuncié entre dientes, su expresión cambió, su rostro se tensó, sus ojos se oscurecieron. - ¡Contesta! ¿A qué viniste? - mi voz se cortaba por los sollozos.

- A ayudarte... - lo interrumpí.

- Lárgate. - hablé en susurro. - No te quiero ver.

Su expresión seguía tensa, sus hombros estaban elevados. Las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas.

- Lauren... - dio un paso al frente, yo retrocedí otro, chocando mi espalda con la pared de mi habitación. Me tensé más, no tengo escapatoria.

- ¡Qué te largues! Solo viniste a atormentarme. Solo lograste despertar mis recuerdos. ¡Vete! - señalé la puerta detrás de él, Alex comenzó a negar con la cabeza. - ¡Vete! - grité en un sollozo.

Bajé mi mirada, sorbí mi nariz. Sentí unas manos tomando mis brazos, levanté la mirada, los brazos tatuados de Alex me sostenían por los hombros en un agarre fuerte. Traté de escapar de su agarre.

-Escúchame. - habló lento, y más en un susurro que en algo realmente audible. - No me iré... Quiero averiguar todo. Te quiero Lauren. ¿Qué problema tienes con eso?

Comencé a negar con mi cabeza frenéticamente, mis sollozos se volvieron más fuertes.

Tomé todas mis fuerzas internas y me logré alejar con un empujón.

- ¡Vete Evan! - Logré ver a Jay entrar con el ceño fruncido.

- ¿Qué sucede? - preguntó mirándome.

- ¡Sácalo! No quiero verlo - grité de nuevo. Me volteé y golpeé la pared con mi pie, sé que me dolerá en algún momento, pero no es en este.

Joshua se movió rápidamente hacia mí, rodeándome con sus brazos, recibiendo a cambio algunos golpes de mi parte.

- Lauren cálmate. - me habló al oído.

- ¡Lárgate! - dije en un grito de miedo. Alex me miró cortamente, asintió y se dio media vuelta. Yo seguía forzando el agarre de Jay.

-Te quiero Lauren, cuando tengas el valor para corresponderlo, háblame. - salió de la habitación, dando un portazo detrás de él.

Dejé de hacer fuerza, mi cuerpo pesaba mucho, dejé que los brazos de Jay me contuvieran por mientras.

- Amor, tranquilízate. - dijo acariciando mi cabello. - Ya se fue... Estás bien.

Me dejé caer, arregostándome a la pared.

Llevé mis manos a mi rostro, lo cubrí, mis lágrimas comenzaron a humedecer las palmas de mis manos, pero no me importaba. Todo lo que logré olvidar en quince años, lo traje a mi memoria en tres meses.

Todos los recuerdos, las pesadillas, los miedos, todo llegó de nuevo.

***

La puerta se abrió de nuevo. Aunque sinceramente no me importaba quien fuera. Me di media vuelta en mi cama, dándole la espalda a la persona que fuera. Sentí la cama hundirse, pero no me moví.

En tu mente. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora