Capítulo Cuarenta y tres.

370 34 100
                                    


25 de diciembre, 2014.

Me di la media vuelta, chocando contra algo, abrí pesadamente mis ojos, encontrándome un par mirándome.

- ¿Cuánto llevas jugando al acosador? - pregunté riendo.

- Me despertó tu golpe en mi pecho - se quejó. Me percaté de su mano en mi cintura y del leve agarre que tenía, comenzando a acercarme a él. Acortó las distancias quedando a centímetros de mi rostro. - Me gusta esta manera de despertar.

La puerta se abrió de golpe, escuché unos pacitos.

- Hazte la dormida - dijo con voz ronca.

Los pacitos se acercaron aún más, e inmediatamente sentí la cama hundirse y un peso caer sobre mí. Reí por lo bajo, fracasando en mi misión de parecer dormida.

Unas manitas comenzaron a toquetear mi rostro, intentando abrir míos ojos.

- ¡Nani! - reí, tomé sus manitas con las mías y abrí mis ojos de nuevo. - ¡Regalos!

Asentí aun observándola. Traía su pijama roja con dorado, su cabello completamente alborotado y sus ojitos más brillantes que nunca.

- Vamos... - insistió.

Vi las manos de Alex tomarla y acostarla sobre su abdomen, ella comenzó a reír y gritar, intentando escapar del agarre de su tío.

Tomé mi teléfono y me apresuré a hacer la fotografía.

Levanté la mirada encontrándome a Kyle arregostado a la puerta, riendo.

- ¿En qué momento llegó mi cuñada? - preguntó mirándome. Lucy escuchó la voz de su papá y se sentó encima de Alex, sacándole el aire y haciéndonos reír a los demás.

Me senté en la cama, arregostándome al respaldar. Lucy se levantó y acomodó mejor en mi regazo. Me quitó el teléfono y comenzó a jugar con él. Alex se incorporó riendo.

- La fui a recoger en la noche. - Alex se encogió de hombros.

- ¡Te acusaré con mamá! - Habló como niño pequeño - ella tiene reglas muy fuertes para traer a una chica a dormir aquí.

Me volteó a ver y me dio un guiño. La pequeña arregostó su espalda en mi pecho, seguía ceñida en mi teléfono.

- ¡Envidioso!

En ocasiones me da curiosidad por saber cómo podría haber sido yo con una hermana. No sé si sería algo como Jay y Hannah o más bien como Alex y Kyle. Quizás fue mejor que me alejaran de Clarie, no creo haber sido un buen ejemplo.

- ¡Mamá! - gritó Kyle haciendo que Lucy se sobresaltara y que Alex explotara de risa. - ¡Naomi, tu hijo mayor tiene a una chica en su cama!

Por un momento me pasó por la mente la imagen de Naomi sacándome de la casa de una patada, volteé a ver a Alex y verlo reír creo que me tranquilizó un poco.

- ¿Esta es la parte donde me tengo que esconder debajo de la cama? - pregunté, su risa se fortaleció.

Naomi llegó a la puerta, traía una bata rosa junto a unas pantuflas del mismo color y muy esponjosas. Se colocó al lado de Kyle, mirándolo incrédula, él levantó sus manos.

- ¿Para qué me levantaste? - preguntó mirándolo. Kyle nos señaló, Alex ya había dejado de reír.

Naomi volteó a ver confundida a su hijo menor.

- Evan trajo a una chica a dormir con él a tu casa. - siguió acusándolo.

- ¿Cuántos años tienes, querido? - dijo Naomi riendo - Richard escucha a Kyle.

En tu mente. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora