Capítulo Treinta y uno.

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12 de noviembre, 2014.

Cerré la maleta y di un suspiro. Tenía tanto tiempo de no usar esta maleta que estaba llena de polvo. Es pequeña, apenas vamos tres días y tampoco es que me emocione mucho la idea de ver a Connor luego de tantos años.

La tomé y caminé por el pasillo de la casa, hasta llegar a la sala de estar. Mike se incorporó y tomó la maleta para desaparecer al pasar la puerta principal de la casa. Volteé a ver a Jay, tenía sus brazos cruzados sobre su pecho, haciendo que la camisa de manga larga se pegara más a su cuerpo. En el sillón estaba Hill sentada, traía un vestido floreado y una chaqueta de mezclilla por encima. Hannah estaba concentrada en su teléfono.

- ¿Estás lista? - escuché a Jay. Asentí.

- Vamos. Nos dejará el avión. - dijo Mike desde la puerta. Aunque ande un poco drogada o mejor dicho... sedada, sé apreciar lo atractivos que se ven mis mejores amigos.

Salimos de la casa y subimos al auto de Joshua, Mike subió de copiloto. Dejé de escuchar la conversación una vez que Jay comenzó a darle indicaciones a Mike, sobre cómo tiene que tratarme, lo que puede y no hacer, los medicamentos que debo tomar y las horas; y demás cosas relativas conmigo.

Los médicos decidieron que era peligroso dejar que una loca viajara en un avión, estando completamente consciente, por lo que le recomendaron a Joshua que me diera un sedante, para así no molestar.

Evidentemente, todo eso lo escuché mientras se suponía que dormía. Jay negó rotundamente la recomendación y Mike hizo un comentario como "si comienza con una alucinación, pido un par de tragos." Lógicamente después de eso, Jay estaba menos seguro de dejarme ir con él.

- Nada de sexo. - salí de mi trance y volteé a ver a Jay. Hannah comenzó a reír. Mike le dio una mirada fulminante a Joshua.

- ¿Nunca lo superarás? - preguntó sin quitar su cara de pocos amigos.

- Solo te lo advierto Collins. Ni una mano encima. - Jay le devolvió la mirada, entrecerrando sus ojos.

- Que esté algo drogada no significa que no pueda comprender lo que están hablando. - los interrumpí. - Joshua supéralo.

- Alguien le tiene ganas a Mike - escuché el comentario de Hannah. Hill iba en medio de nosotras.

Tomé un respiro grande, tratando de no saltar encima de Hill y estrangular a Hannah.

- Hannah Suzanne deja de hacer enojar a Lauren. - Hannah rodó los ojos.

Ella susurró algo que no alcancé a escuchar.

***

- Ya me puedes devolver mi maleta. - dije viendo a Jay. Él asintió sin decir nada.

- ¿Vas a estar bien? - rodé los ojos, ésta es la quinta vez que me lo dice, hoy.

- Sí, estaré bien. No soy una niña.

Él me tomó por los hombros, sobresaltándome un poco.

- Si quieres que vaya contigo, voy. No importa, puedo cancelar los compromisos. - Negué con mi cabeza.

- Joshua, estaré bien. Iré con Mike y volveremos en tres días. - él volvió a asentir. - Cuida a Hannah y a Hill.

- Está bien. - dio un suspiro. - Mike te cuidará, ya sabe todas las medidas. Tómate todos los medicamentos, cuéntale lo que te ha sucedido a Connor, quiero que duerman en habitaciones separadas - su mirada fue intimidante. - Cuídate, princesa.

Se acercó y besó mi frente. Luego dejó un beso en mi mejilla. Jay es más alto que yo, por lo que me puse de puntillas y pasé mis brazos por sus hombros, dejé mi cabeza sobre su hombro derecho. Él pasó su brazo por mi cintura, estrujándome contra sí.

En tu mente. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora