Capítulo Cuarenta.

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13 de diciembre, 2014.

Sentí algo golpear contra mi cabeza, rodé mis ojos y seguí leyendo. Otro golpe leve rebotó contra mi cráneo. Levanté la mirada para encontrarme a dos chicas y un chico riendo por lo bajo.

- Vayan a joder a Joshua o Michael. - dije volviendo mi vista a la hoja entre mis manos.

Vi caer un objeto a mi lado: un avioncito de papel.

- ¿Qué demonios almorzaron? - pregunté mirándolos de nuevo. Los tres rieron.

- No hemos almorzado. - Hannah se encogió de hombros y tomó otro papel entre sus manos, para hacerlo una bolita y lanzarlo hacia mí.

- Nathan, llévalas a comer y me dejan trabajar en paz. - dije con una sonrisa falsa.

- Vamos a almorzar con nosotros. - dijo el castaño escribiendo algo en un trozo de papel.

Di un suspiro cansado. Guardé el documento en uno de los folders sobre mi escritorio y miré el teléfono. Tenía un mensaje cuando lo iba a abrir escuché que tocaron la puerta y luego se abrió.

Dom me dio una sonrisa y luego vio a los chicos, los saludó con su mano y se adelantó para llegar a donde estaba yo. Traté de minimizar mi risa al ver la mirada de Hayle dirigida al cuerpo de Dom, al parecer Nathan también lo notó.

- ¿Qué me traes hoy? - pregunté levantándome y tomando los documentos que traía.

- Bocetos para corregir, los currículos de los nuevos ingresos, los documentos que Grace envió del edificio de administración para que firmes y una nota que dijo Gretel que te dejaron en la recepción. - fruncí el ceño y asentí. Le firmé la papeleta de que recibí los documentos.

El rubio se giró sobre su propio eje, regalándoles una sonrisa a las chicas y un asentimiento a Nat. Él salió cerrando la puerta.

- Se llama Dominic - dije viendo Hayle. Ella tomó color inmediatamente. - Está soltero en busca de una chica linda, es uno de los más jóvenes. - me encogí de hombros.

La carcajada de Hannah resonó en la oficina, Nathan la codeó suavemente negando con su cabeza. Las mejillas de la castaña seguían sonrojadas.

Tomé el celular y lo guardé en la bolsa de mi pantalón.

La puerta se abrió de nuevo, di un bufido. Nunca estoy tan solicitada y siempre llegan a buscarme y dejar cosas cuando voy a comer. Miré hacia la entrada.

- ¿Qué sucede Molly? - dije viéndola agitada.

- Es que... - se quedó callada al ver a Nathan.

Reí por lo bajo, luego me dio lástima. Esta pobre chica sufre de un ataque de nervios cada vez que ve a un chico atractivo, aún está intentando controlarse cuando ve a Mike o Jay y encontrarse con Nat tampoco debe ser muy fácil. Firmé las hojas que Mike me había enviado y se las di a Nathan.

- ¿Puedes dejarle esto a Mike en administración? Me esperan en el estacionamiento, ya voy. - los tres asintieron. Hannah me miró negando con su cabeza, con una sonrisa divertida en sus labios; ella si conoce a Molly.

Los tres se levantaron y dirigieron a la puerta. La pelirroja se hizo un lado, jugando con sus manos. Nathan le dio una de sus mejores sonrisas, lo que hizo que yo lo quisiera golpear y que Molly se volviera líquido.

Las mejillas de la pelirroja estaban a un tono se camuflarse con su cabello.

- ¿Qué sucede? - pregunté sentándome en el sillón. Ella se sentó a mi lado dando un suspiro.

En tu mente. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora