Capítulo Sesenta y cuatro.

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23 de abril, 2015.

El dolor de cabeza se hacía cada vez más insoportable, es ese momento donde quieres quitártela y dejarla en alguna parte para que no te moleste. Me he tomado la mitad del frasco de pastillas para quitar el dolor, pero nada ha funcionado.

Llevé mis dedos a mis sienes una vez más, presionando. Cerré mis ojos con fuerza y tensé mi mandíbula.

Escuché la puerta abrirse y levanté la mirada encontrándome a la rubia con el ceño fruncido, luego enarcó una de sus cejas y se cruzó de brazos. Entró en la oficina y cerró la puerta detrás de ella. Se acercó y sentó en la silla al frente mío.

- ¿Estás bien? - preguntó sin quitar su expresión. Asentí levemente sin dejar de tensar la mandíbula. - ¿Ya fuiste al médico? Eso no parece normal.

Si supieras todo sabrías que no soy normal, pensé.

- No, no he ido. Pronto se me pasa. - intenté darle una sonrisa lo más parecida a una real, aunque el dolor me lo impedía.

- Lauren, has estado así desde hace días. Deberías ir al médico, podría ser algo malo.

- Vale, luego voy. - contesté de malas. Odio que me digan qué hacer.

Molly dio un bufido y rodó sus ojos. Me dio un sobre amarillo y fruncí el ceño.

- Lo dejaron en recepción y como venía para la oficina lo traje. - asentí y lo tomé. Ella me miró expectante para que lo abriera, aunque lo guardé en la gaveta del escritorio. - ¿No lo vas a abrir?

- Después. Debo ir por un café, mi cabeza duele.

Realmente no quiero abrirlo, no sé qué contiene y lo último que quiero es una crisis con Molly al frente. Deslicé la silla con rueditas hacia atrás y me levanté. Tomé el teléfono, guardándolo en la bolsa trasera del pantalón.

- Te invito a un café. - le di una sonrisa ladeada, antes de que se me nublara la vista y el dolor de cabeza comenzara de nuevo.

Me incliné hacia el frente, poniendo mis manos sobre el escritorio así evitando caer. Sentí unas manos en mi cintura, sosteniéndome.

- Lauren, debes ir al hospital.

Negué con mi cabeza, realmente no sé por qué lo hice, el dolor se intensificó. Sentí mi estómago doler y las náuseas inundarme. Abrí mis ojos rápidamente buscando la papelera al lado del escritorio. Solté el agarré de Molly y caí de rodillas junto al basurero dando arcadas. 

Molly dio un chillido y corrió fuera de la oficina, antes de que pudiera decirle algo ya estaba sintiendo otra arcada, haciendo que me inclinara más. '

Sentí como si me hubieran golpeado la cabeza con un martillo, mi vista se volvió negra y borrosa.

***

Abrí mis ojos sintiendo una punzada en la parte posterior de mi cabeza. Fruncí mi ceño, esta no es mi habitación.

- Tienes una costumbre por despertarte un veintitrés de abril en el hospital. - volteé a ver en la dirección en la que venía la voz. Joshua estaba sentado en la silla al lado de la cama. - ¿Cómo te sientes?

- ¿Por qué estoy aquí? - atropellé las palabras.

- Molly nos llamó, cuando llegamos estabas acostada en el suelo con la papelera a tu lado. Llegamos y te pusieron el medicamento a la vena para que fuera más rápido, eso te durmió bastante tiempo. - me explicó. Se acercó y pasó su mano por mi cabello, quitando un mechón de mi rostro. - Te hicieron exámenes para saber la razón del dolor de cabeza.

En tu mente. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora