Capítulo Treinta y ocho.

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Un tipo alto, robusto y algo canoso se acercó, quedándose a un lado de Mia. Kyle seguía mirándola con el rostro pálido. Su madre se cruzó de brazos, dándole una mirada asesina a la rubia. Richard estaba diciéndole algo a Alex, quien parecía molesto.

- ¿Qué diablos estás haciendo acá? - intervino Alex, su padre lo tomó por el hombro.

- El problema no es contigo Alexander, no te metas. - siseo. - ¿Dónde está Lucía?

Kyle se puso de pie, aunque puedo jurar que sus piernas estaban temblando y en cualquier instante le fallarían. Imité su acción, tratando de acercarme por si caía, la chica me dio una mirada venenosa.

- Está dormida - contestó Alex con sus ojos entrecerrados.

- ¿Cuándo la dan de alta?

- Aún no se sabe. - dijo Kyle en susurro. - Pero no te le llevarás.

- Es mi hija y si leíste el correo estarás enterado del acuerdo.

- ¿Kyle, estuviste de acuerdo en eso? - preguntó Alex entre dientes.

Su hermano comenzó a negar automáticamente. Todo es tan confuso, no comprendo por completo.

- Mira arpía carroñera - abrí los ojos con sorpresa - no te vas a llevar a mi nieta. Eres una alimaña, nunca quisiste a Lucy, no la vengas a buscar ahora. Vete a poner más silicón, no lograrás robarme a mi pequeña.

Los rostros de todos eran indescriptibles. Mia cambió su expresión y se acercó peligrosamente a Naomi.

- Es mi hija... - Alex la interrumpió.

- Vete Mia. - Habló demandante - No la mereces. Intentaste convencer a mi hermano de abortar, solo la mantuviste en ti porque él te lo pidió. Si hubiera sido por ti te hubieras desecho de ella desde que te enteraste de la noticia.

Oficialmente ha caído en mi lista negra.

- No tienes ningún derecho sobre ella, que haya salido de un orificio tuyo no significa que ahora puedas venir a quitársela a su padre, al que se hizo responsable de ella, al que la ha querido y cuidado cuando tu andabas revolcándote con medio mundo - Mia se hizo la ofendida - Oh, vamos cariño, sabes que es verdad.

>> Así que o desapareces de aquí por tu cuenta o me encargaré de que el juez te dé una orden de restricción.

El chico robusto detrás de ella, intentó dar un paso al frente, tratando de intimidar a Alex.

- Dile a tu amigo que no me intimida. Espero que no seas tan tonta como para caer en la estupidez de arreglar las mierdas a golpes - el chico se detuvo y volvió a su lugar - espero que seas consciente y estés lo bastante cuerda para retirarte sin buscar más problemas.
Ella dio un bufido.

- Kyle dile a tu hermano lo que hablamos en el correo. Las miradas cayeron en Kyle.

- Mia ni siquiera te contesté. No te quiero cerca de mi niña, tiene derecho a saber quién es su madre, estoy de acuerdo en eso, pero sinceramente no creo que te merezcas ser llamada su madre.

- ¡Hablaré con mi abogado! - dijo haciendo una rabieta. Intenté esconder la risa.

- Será todo un placer. Contactaré al abogado de la familia. - dijo Richard sacando el teléfono de la bolsa de su pantalón y desbloqueando la pantalla del mismo.

- Si estamos de acuerdo, te puedes retirar - dijo Naomi viendo a Mia - No dejaré que tu veneno se acerque a mi nieta.

Richard la rodeó con su brazo acercándola a él, tratando de calmarla. - Nos vemos en el juicio. - se despidió de Kyle.

En tu mente. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora