En tu mente. [Editando]

Capítulo Cuarenta y nueve.

18 de enero, 2015.

4:00am.

Me levanté con cuidado de no hacer ningún tipo de ruido para no despertar a Hannah, entré al baño y me coloqué la ropa que había dejado lista hace un par de horas. Me puse un pantalón de mezclilla, y una blusa holgada, cayendo por mi hombro derecho. Tomé las converse, las llaves del auto y mi bolso; salí de la habitación.

Terminé de ponerme los zapatos cuando escuché la puerta del frente abrirse, quedé inmóvil, esperando para ver quién salía. Vi al castaño cerrando la puerta tras de él y volví a respirar. Me miró y asintió.

Caminamos hasta el elevador y llegamos al primer piso, buscando en el parqueo el auto.

- ¿Conduces o conduzco? - preguntó.

- Conduzco y tú de vuelta, por si acaso no vengo con mis cinco sentidos. - él rió y asintió. Entró al asiento del acompañante y se colocó el cinturón de seguridad. Metí la llave en el contacto y puse en marcha el auto, saliendo del estacionamiento y adentrándonos en las carreteras de San Francisco.

Nathan encendió el radio buscando alguna emisora con buena música, tenemos un camino de dos horas.

- Repasemos el plan - lo escuché, asentí mirando la carretera. Estaba algo oscuro, el sol aun no mostraba sus rayos. - ¿Haremos el plan A o el B?

Mordí mi labio inferior, pensando cuál de los dos sería mejor opción.

- ¿Nicholas tiene todo listo allá? - pregunté.

- ¿Hablas de todo listo por si nos atrapan? - ladeé mi cabeza intentando ser positiva, terminé asintiendo. - Sí. Por cierto, toma. - lo miré, me dio una tarjeta. La tomé y le di un vistazo rápido, sin descuidar el camino.

- ¿Meredith McQueen? - dije riendo. - Sigo preguntándome cómo demonios lo logra.

Sentí la sonrisa divertida de Nathan a mi lado.

- Nick es un genio, esta es la cuarta tarjeta falsa de identificación que tengo. - se rió. - Ahora soy Joey Roberts.

Negué con mi cabeza.

- En mi bolso hay dos carteras, toma la blanca y guarda esto ahí. - él frunció el ceño y buscó lo que le dije, una vez que la encontró la abrió dándose cuenta de que no tenía nada más que un par de dólares.

- ¿Tienes dos carteras? - preguntó cerrándola de nuevo.

- Sí, así me aseguro de usar la falsa cuando tenemos estas situaciones y de no exponer mi verdadera identidad. No eres el único que ha utilizado nombre falsos.

- ¿Entonces... plan A o B?

Di un suspiro cansado.

- Intentemos el A. - él dio una carcajada malvada junto con un aplauso, lo que me hizo reír.

- Adoro cuando la pequeña Eli se arriesga.

***

Miré mi teléfono, tenía varios mensajes de todos, no los abrí y puse el celular en modo de avión.

- Ya se enteraron que salimos. - asentí guardando el celular en la bolsa de mi pantalón. - ¿Qué excusa pondrás?

Lo pensé un segundo.

- No tienen por qué saber. Simplemente quería comprar algo que solo venden acá. - me encogí de hombros.

- ¿No le dirás ni a Alex? No sé por qué últimamente siento que me asesinará mientras duermo. - reí por lo bajo y negué con mi cabeza.