Capítulo Cuarenta y cinco.

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29 de diciembre, 2014.

Scar terminó de recortar los papelitos y depositarlos en una bolsa pequeña, la agitó y nos volteó a ver a todos con mirada traviesa.

Dentro de esa bolsa estaba escrito en un papelito el nombre de cada uno.

Hannah, Mike, Jay y yo tenemos la tradición de hacer bromas en Año Nuevo y este año Nathan, Scar, Hill y Alex decidieron que querían participar.

La tradición comenzó una vez que Mike se coló a la habitación de Jay, con mi ayuda, y le pintó las uñas, aparte de maquillarlo, para que se imaginen el tipo de maquillaje, Mike en su vida ha tomado un curso ni ha maquillado. La sombra para ojos terminó en sus mejillas y le hizo una sonrisa de guasón.

Cuando Jay despertó y se miró las uñas, Mike se encontraba con la cámara del teléfono lista para capturar el momento, esa fotografía fue la tarjeta para todas las celebraciones del dos mil nueve. Todos tenían una colgada de la puerta del refrigerador. Mike mandó a hacer imanes con eso.

El siguiente año se nos unió Hannah, todos hicimos y recibimos bromas la mañana del treinta y uno, así decidimos seguir con la costumbre.

- ¿Están seguros que quieren entrar al juego? - preguntó Jay mirándolos a todos.

- Callate Joshua, tenemos carne fresca. - dijo Mike con sonrisa burlona.

- Quizás nos den nuevas ideas de torturas. - se rió Hannah.

Scar se levantó con la bolsa en sus manos y comenzó a pasar por cada uno, para que tomaran un papelito y supieran quien sería su víctima. Hill sacó su papelito, pero no alzó la mirada, puesto que se supone debe ser secreto.

Metí la mano en la bolsa, tomé uno de los papeles y esperé a que Scar se alejara lo suficiente como para que no leyera. Lo abrí y no pude evitar que mi sonrisa maligna se escapara.

- ¿Podrían explicar de nuevo como funciona esto? - preguntó Nathan guardando su papel en la billetera.

- Al amanecer del treinta y uno la broma debe estar completamente hecha. Ustedes verán la manera de entrar a la casa de la persona o de hacerle la broma, recuerden que no pueden decir quién es su víctima.

Todos asintieron, guardé mi papel en la bolsa de mi pantalón.

31 de diciembre, 2014.

2:26am.

Coloqué el gorrito negro en mi cabeza, tomé las llaves del auto de Jay y salí por la ventana de mi habitación. Subí al auto y comencé a conducir por las carreteras un destino no tan alejado. A esta hora las carreteras tienden a estar desocupadas, por lo que puedo pisar un poco más el gas.

Llegué a mi destino, miré el apartamento desde afuera y divisé la escalera de incendios, la desplegué y comencé a subir. Mi víctima vive en el tercer piso y ya me aseguré de que no se encuentra en casa.

Saqué la cuchilla de la bolsa trasera de mi pantalón y con un giró de la muñeca el seguro de la ventana se abrió, guardé la cuchilla y subí la ventana. Miré a ambos lados, verificando que nadie estuviera cerca, luego me arrestan por allanamiento de propiedad privada e intento de robo.

Entré y cerré la ventana detrás de mí. Estaba en la habitación, he estado un par de veces acá. Encendí la luz, caminé hasta el baño, busqué en la ducha el shampoo, lo tomé y abrí la tapa. Saqué el tinte verde de la bolsa del pantalón y lo vertí en el embace. Cerré de nuevo la tapa y lo agité. Volví a dejar la botella donde estaba.

Dejé una nota con la frase Bienvenido al juego, debajo del gel para el cabello y me dispuse a salir por donde entré.

***

En tu mente. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora