Capítulo Sesenta y seis.

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9 de mayo, 2015.

Lauren, por favo...

La voz en mi cabeza se cortó, dejando la frase a la mitad. Un ruido agudo se coló por mis oídos, haciendo que me inclinara hacia el frente y mi vista se nublara. Llevé mis manos a mis sienes, presionándolas. Cerré mis ojos con bastante fuerza. Sentí mi cuerpo tambalearse y unas manos en mi cintura, sosteniéndome para evitar que cayera.

El ruido y el dolor fueron desapareciendo lentamente, mi cabeza seguía atontada. Logré abrir mis ojos y evitar las náuseas.

- ¿Pequeña Eli, estás bien? - asentí bajando mis manos.

- Fue solo otro dolor de cabeza. - intenté parecer calmada.

- No me agradan esos dolores de cabeza. - se quejó. Tomé aire y me volteé, le di una sonrisa ladeada. - Estás pálida, tienes ojeras y tus ojos están rojos.

- A mí tampoco me agradan, pero nadie sabe qué rayos me sucede. - me encogí de hombros, restándole importancia.

Nathan colocó su mano derecha sobre mi frente y entrecerró sus ojos.

- Vete a acostar, te llevaré un té - hice una mueca de asco inmediatamente - y te lo tomarás, estás jodidamente fría.

- No puedo, tengo que cuidar a Lucy.

Él negó inmediatamente con su cabeza.

- Hannah y yo la podemos cuidar un par de horas mientras te sientes mejor - habló demandante - así que te vas a ir a acostar e intentar dormir. Parece que un tren te hubiera arroyado.

Rodé mis ojos y di un bufido. Pasé mi mano por mi cabello para después asentir. La verdad es que no he dormido nada en esta semana y me siento realmente mal, aparte que sé que la pequeña estará bien con ellos.

Pasé al lado del castaño, caminando hacia mi habitación. Sentí unos bracitos pegándose a mi pierna, bajé la mirada, encontrándome con un par de ojitos mirándome detenidamente.

- Nani, vamos a jugas. - iba a responderle cuando sentí la mirada de Nathan.

- Lucy - ella lo volteó a ver sin soltar mi pierna - Ve a jugar con Hannah, está en la habitación de ella.

- No, yo quelo jugas con Nani.

Di un suspiro cansado, solté sus manitos y la tomé en brazos. Comencé a sentirme en un carrusel en el cual todo se volvía negro, aunque intenté ignorar eso.

- ¿Pequeña, te parece si juegas un rato con Hannah y luego yo voy a jugar contigo? - Su labio inferior se sobresaltó, comenzando a dar señales de un puchero - Nani se siente un poquito mal.

- ¿Qué tenes Nani? - con sus manitos tomó mi rostro y besó mi nariz.

- A Nani le duele la cabeza, así que dormirá unas horas y luego jugará contigo. - le explicó Nathan.

Lucy pareció pensarlo por unos segundos, aunque terminó asintió y moviéndose en mis brazos para que la bajara.

***

Abrí mis ojos al escuchar bastante ruido fuera de mi habitación. Nathan tenía razón, un par de horas de sueño me ayudaron un poco.

Me levanté a paso lento, arrastrando mis pies. Me acerqué al espejo, viendo mi reflejo, hice una mueca. Acomodé mi cabello y mi ropa. Me coloqué los zapatos y me dirigí a la puerta.

- Buenos días, bella... - se interrumpió, abrió sus ojos. - ¿Qué demonios te pasó? ¡Estás jodidamente fea!

Entrecerré mis ojos hacia él.

En tu mente. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora