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Capítulo 10: La "no" cita con Hades Parker

(DOBLE ACTUALIZACION 1/2)

Capítulo 10: La "no" cita con Hades Parker

Oh.

Me quedé callada después de lo que me dijo y él también se quedó sin decir nada, mi mente pensando en miles de cosas y posibilidades con ese "se demuestra", todo mi rostro y mis orejas más rojas que un tomate, lo peor es que yo no tenía que reaccionar así porque no me lo estaba diciendo a mí, pero, a mi parecer... era una sutil propuesta.

«No te hagas ilusiones Nube, no es una propuesta, solo están... conversando».

Maldición, ya tenía que dejar de estar ilusionándome con él, sentía que yo misma me daba las luces verdes para coquetear y luego las rojas para no hacerlo por la moral y la ética.

¿Quién me entendía? Yo no.

Y si yo misma no me entendía entonces ya era muy claro que estaba en un completo caos interno con el nombre de Hades Parker revoloteando por todos lados.

«Solo debes calmarte ya».

Llegamos al restaurante que había mencionado Hades, quedaba un poco alejado de la universidad o de la ciudad, era bonito, de estilo campestre, música en vivo y decoración principalmente de madera, al menos ya había parado de llover, pero el ambiente seguía un poco frio.

Apenas nos sentamos en una mesa, Hades pidió parrilla mar y tierra y unas copas de vino, no iba a mentir, me incomodó un poco que no me dejara pedir, simplemente ordenó como el imponente obseso del dominio que era, pero al fin y al cabo él era el que iba a pagar y lo que pidió era lo que me hubiera gustado comer, así que después me dio igual.

Acaricié mis manos entre sí sobre la mesa intentando entrar en calor, alcé la vista, Hades me veía fijamente, creo que el hecho de que estuviera frente a mí me ponía aún más nerviosa.

No tenía donde ocultarme.

—Lindo lugar —comenté para romper el hielo.

«Solo cálmate Nube, ni siquiera es una cita, solo están aquí para comer».

—Es acogedor —se limitó a decir.

Otra vez un silencio incomodo llenado por la música del local que hacía que su mirada sobre mí me intranquilizara, parecía estar analizando cada parte de mi comportamiento.

—Hades —dije sin ser capaz de mantenerme callada— ¿Puedo preguntarte algo?

—Lo que quieras —dijo.

Tomé aire llenándome de valor, es que era una pregunta que estaba carcomiendo mi cabeza, pero era demasiado personal.

A la mierda, era ahora o nunca.

— ¿Estás casado? —pregunté sintiendo mis mejillas cosquillear de vergüenza, tenía que sacarme esa duda, ni en sus redes sociales o en Wikipedia salía algo de su vida personal; solo profesional.

Observé como una de la comisura de sus labios se alzó un poco pareciendo entretenido.

—No —respondió.

Uhm, nada de esposa.

Sospechoso.

Aunque era un hombre joven, por lo que había leído en la autobiografía en la contraportada de su libro; Hades tenía 26 años, terminó el bachillerato muy joven porque era un niño genio, comenzó la universidad a los 15 y se graduó de todas sus carreras a los 20 porque las estudió al mismo tiempo; fue el alumno más sobresaliente con un promedio perfecto.