10 veces tuya (#1) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!

Epilogo

Epilogo

Le pedí a Andrew que se fuera de la clínica con la excusa de que tenia problemas estomacales intentando no ser odiosa, le agradecí que viniera pero ahora solo quería estar sola desesperadamente porque mis ganas de llorar estaban ahogándome.

El amor no debía sentirse así, el amor no debía doler tanto, no debía hacerte llorar por cada discusión cuando le pides que cambie o le pides mas...

Así no debía sentirse.

Hades solo se fue y no volvió a la habitación, me sentía como una completa mal agradecida porque de hecho me internó en su clínica, me atendió toda la noche y luego... le terminé.

Pero, ¿realmente habíamos acabado? Nunca tuvimos algo formal o algo público, solo una vez que le comentó a su hermano Dionisio que yo era su novia y estaba segura de que lo dijo fue para que dejara de hacer preguntas, sin embargo me convencí de que era así; de que eramos parejas.

Era el amor de mi vida, pero no era lo que estaba buscando ni lo que quería para mi futuro si no cambiaba; y él no quería cambiar, así que me tocaba irme a mi.

No iba a mentir, quería buscarlo y pedirle perdón pero no lo hice, tampoco le escribí, porque era la misma situación, el mismo problema, Hades necesitaba aprender a ser abierto conmigo y era algo que no iba a suceder si seguía aguantándolo.

Yo lo amaba, estaba convencida de que era el amor de mi vida, pero me amaba mas a mi y no iba a seguir tolerando algo que solo mataba mi paz mental y emocional.

Después de la clínica, fui con mi hermano a la casa de mis padres, nos tomamos solo unos días para estar con mi madre, luego tuve que volver a clases para ponerme al día y presentar evaluaciones, al igual que retomar mis practicas de ballet porque la presentación seria el fin de semana.

Estaba muy ocupada en mis cosas, pero aun así, me di cuenta de que él no estaba.

No había llamadas, no había mensajes, su auto no estaba estacionado en la universidad y elementalmente no me lo cruce por los pasillos.

Mas de una vez fui débil y pase por su oficina pero siempre estaba cerrada.

Es decir, yo fui la que lo deje pero... que desapareciera era como si se hubiera llevado mi corazón y no lo encontraba, me desesperaba no saber nada él, me daba ansiedad no escuchar su voz y cada noche solo tenia sueños húmedos donde escuchaba su voz ordenándome cosas en el sexo.

Ahora mi mente se estaba convirtiendo en mi enemigo cuando una vez fue mi fuente de placer.

«Revélame».

Su voz diciéndome eso, luego murmurando que me amaba...

Tal vez fui demasiado dura con él, o tal vez...

No.

Hades estaba aprendiendo amar, y en el proceso estaba dañándome, era algo que no podía permitir.

Lo que pasaba conmigo era que no quería terminar, solo quería que cambiara, y que él decidiera solamente dejarme, dolía; sentía que fue él el que me dejó.

Todos hablaban de lo hermoso que era amarse a uno mismo, pero nadie nunca hablaba de lo doloroso que era siempre amarse primero.

Creí que después de que Hades recapacitara... Volveríamos, que me llamaría, me escribiría como siempre siendo intenso y prometería mejorar.

Pero esta vez no ocurrió.

Estaba enloqueciendo.

«Revélame».