(Actualizacion 1/3)
Capítulo 38: No hagas lo que no te gusta que te hagan.
Maldita mañana, había pasado demasiada lenta; como una tortura, me pareció una eternidad, pero ahora que había salido, joder, mi corazón estaba acelerado mientras caminaba hacia mi auto para aprovechar la hora libre y acompañar a Saraelí a la estación policial antes de mis prácticas de la presentación de ballet.
Noté que la mayoría de las personas que estaban afuera (en especial hombres), me observaban mientras me acercaba al único deslumbrante Lamborghini rosa; resaltaba entre todos los autos normales.
Santas vacas, y a mí que ni me gustaba llamar la atención de la gente ahora era el foco de las miradas.
—Hey.
Me tensé deteniéndome al escuchar esa voz, ya sabía quién era.
Ay no.
Me voltee y como no, ahí estaba Karen, ella veía el auto y luego giró sus ojos hacia mí, no parecía tener expresión de superioridad, sino tal vez... una avergonzada.
No entendía por qué me buscaba.
—¿Qué? —pregunté sin ganas de hablar con ella.
—¿Por qué siempre estas a la defensiva conmigo? —preguntó pareciendo ligeramente ofendida.
¿De verdad tenía el descaro de preguntar?
No le respondí, iba a comenzar a abrir la puerta de mi auto para ignorarla, es decir, ¿Qué quería de mí? Simplemente quería que se alejara y me dejara en paz.
—Espera —dijo Karen tomándome del brazo para detenerme, me tensé volteando hacia ella, miré su brazo sosteniendo el mío y luego la miré a ella.
—¿Qué quieres? —repliqué sin entender por qué no me dejaba en paz.
No éramos amigas.
Ya no.
—¿Y ese auto? —preguntó.
—No te incumbe. —me solté de su agarre de manera descortés.
—Pero déjame hablar. —replicó Karen.
La miré a la espera de saber qué quería de mí.
—Tengo que tomar el autobús . —continuó diciendo.
—Que mal. —me limité a decir.
Ella vaciló un poco dejando el peso de su cuerpo de un pie al otro antes de decir:
—¿Puedes darme un aventón? Es decir, vamos a la misma vía.
Las personas sin respeto o moral siempre veían como sirvientes a los demás.
Casi me reí.
Estuve a punto de reírme en su cara.
No podía creer que de verdad me pidiera tal cosa cuando muchas veces me dejó bajo la lluvia, pasando frente a mis narices con mi ex Rafael en el auto y yo me tuve que ir en autobús.
Además de que me bajó el novio, quería que actuara como si nada hubiera pasado... Bueno, no pudo bajarme algo que siempre estuvo debajo de mí, arrastrándose por el suelo para comerse cualquier basura que encontraba por el suelo como a ella.
No entendía como pude ser su amiga todo el primer año.
—¿Y qué pasó con Rafael? —dije intentando que mi voz sonara irónica.
Ella evitó mi mirada, sus mejillas sonrojándose.
—Terminamos.
¿Qué?
Intenté que no se me mostrara la real sorpresa en mi rostro, pero creo que fallé.
—¿Qué pasó? —pregunté incrédula.
Ella apretó los labios, parecía avergonzada.
Alcé una ceja y pregunté:
—¿Te engañó con otra?
Karen tomó una profunda respiración.
—Debí suponer que me haría lo mismo que te hizo a ti. —se limitó a decir.
«Ya ves, no hagas lo que no te gusta que te hagan».
Quería decírselo, pero como no, mi maldita moral me impedía restregarle las malas decisiones de la gente en su cara por más que fantaseara con la satisfacción de hacerlo.
—Sí, sí debiste. —me limité a decir, a ella se le descompuso el rostro, parecía a punto de vomitar.
—Perdón por como actué —dijo Karen para mi sorpresa—, es que él me dijo tantas cosas malas de ti que creí que merecías que te lo quitara.
Jamás me hubiera imaginado una disculpa.
—Nadie merece que le monten los cuernos. —murmuré.
—Ahora que me lo hizo, pues... —suspiró— entiendo como debiste sentirte, es decir, fue exactamente igual, una fiesta en la casa de la que creí mi amiga, luego lo vieron en el patio de la casa con otra chica comiéndose la boca, me destrozó.
«Te lo mereces».
Iba a decir algo del karma, cuando de repente salió Rafael, pero no solo eso, sino que salió agarrado de manos con una mujer por todo el frente de nosotros; una mujer de buenos atributos físicos, cabello muy corto y su cuerpo lleno de tatuajes; parecía ruda, jamás me la hubiera imaginado como su tipo, pero claro, para Rafael todas eran su tipo.
Ahora era esa mujer la que acompañó a Rafael a su auto y se sentó en el puesto de copiloto con una sonrisa burlesca mientras miraba a Karen con superioridad, sentí pena ajena cuando miré a Karen; en su rostro se reflejaba su corazón roto en miles de pedazos, y eso fue suficiente para trasladarme al pasado a ese mismo instante en el que me sentí como ella.
Nadie merecía sentir ese desplante.
«Aquí vas a sacar tu bondad otra vez, estúpida, nunca aprendes a ser mala».
—Vamos —dije abriendo la puerta de mi auto—, se me hace tarde.
Los ojos brillos de Karen me miraron comprendiendo que sí la iba a llevar, esperaba que se apresurara antes de que me arrepintiera.
Esperaba que no hubiera sido una mala decisión.
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Tripe actualizacion recuerda votar para tener mucho dinero :D
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10 veces tuya (#1) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!
RomanceHades Parker no es normal, él tiene un tipo distinto de placer, disfruta jugar. No, no es el tipo de juego de PlayStation, él encuentra pasión en otras cosas con alguien que quiera jugar con él. -Solo serán diez veces -dijo Hades Parker- ¿Quieres j...