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Capítulo 31: Pasión en el jacuzzi, Parte II

(Actualizacion 2/2)

Capítulo 31: Pasión en el jacuzzi, Parte II

—¿Vas a hipnotizarme otra vez? —pregunté, una de sus manos fue a mi cintura, solo su dedo índice me tocaba con delicadeza la piel descendiendo lentamente en una tortura caricia que me hizo contraer el abdomen cuando se deslizó a mi ombligo y continuó bajando, deteniéndose al borde de mis bragas.

—Voy a jugar —dijo—, ¿quieres jugar conmigo?

Tragué pesado afirmando con la cabeza cuando dije:

—Juguemos.

Definitivamente sus juegos eran los mejores.

—Ya tienes la hipnosis —susurró—, solo falta activarla.

¿Qué? ¿Activarla?

Bueno, por lo que había entendido de esto, era que solo se necesitaba hipnotizar una sola vez por un tiempo establecido y el cuerpo accionaría a una simple palabra; así funcionaba el hipnotismo.

—¿Cómo se hace? —pregunté y alcé las manos para aferrarme a sus hombros soltando un gemido cuando la punta de su lengua se deslizó por la piel de mi oreja y fue a mi cuello besándolo con deleite, ya estaba completamente en llamas.

—Con mi voz. —volvió a mi oído para susurrarme: — Atenta a mi voz.

En seguida sentí como toda mi atención estaba en él, a pesar de que me quedé rígida y con los ojos completamente cerrados, aun sentía su cuerpo rozando el mío. Era tan extraño, como si mi cuerpo entero estuviera presa a su voz y solo anhelara una orden, algo que unos días atrás me hubiera parecido ridículo, infame y hasta poco feminista, ahora me parecía la mejor excitación del mundo.

Que supiera como revolver cada célula de mi cuerpo, definitivamente era la mejor excitación del mundo en este momento para mí.

—A partir de este momento —murmuró— vas a creer que soy un completo extraño, acabamos de conocernos y tú me deseas ahora.

Todo mi cuerpo se tensó sintiendo que lo que me decía era ley.

—Sí —respondí fuera de mí, ya no tenía el control.

—Atenta a mi orden. —continuó: — 1, 2, 3, 4... 5.

Sentí de repente como todo dentro de mi cuerpo cambió, alcé la vista hacia él sintiendo mis mejillas sonrojadas por completo, el deseo llenándome, ocasionando que la tela de mi sostén rozara mis pezones dolorosamente erectos.

—Usualmente no hago estas cosas —dije bajando mis manos para tocar su torso musculoso, sentí como su abdomen se contrajo un poco cuando continué bajando y toqué su enorme erección sobre la ropa bajo el agua.

—Déjate llevar —susurró—, solo estamos nosotros dos.

Su boca fue a mi cuello y no perdió tiempo, continuó descendiendo hasta apartar la tela de mi sostén y besar directamente mis pechos, soltó el nudo quitándomelo, echándolo a algún lado del jacuzzi.

«No puedo creer que este haciendo esto con un desconocido, pero no puedo parar».

Sus manos fueron a mi trasero apretujándome contra él ocasionando que gimiera más fuerte completamente derretida.

«Se siente tan bien».

—Es que apenas te conozco y... Ah... ah, sí, tócame así... —susurré sintiendo que no podía dejar mi moral de lado, pero mi cuerpo entero se sentía al borde del orgasmo cuando su mano se metió dentro de mis bragas comenzando a tocar directamente mi feminidad con dos de sus dedos arriba y abajo.