Capítulo 49: Hades fuera de control

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(Actualizacion 1/2)

Capítulo 49: Hades fuera de control

Temblé sintiendo que me había metido en un enorme problema, pero aún no sabía por qué.

«Él sabe que montaste a Andrew en el auto, Nube».

No, ¿cómo podía saberlo? A menos... ¿Qué me espiara?

No...

¿Sí?

Todos los pensamientos se esfumaron de mi cabeza cuando Hades abrió la puerta del auto y entró, enseguida su fuerte olor que llenaba todos mis sentidos me alborotó las hormonas de calenturienta, pero a la vez me sentía algo miedosa al ver que Hades estaba enojado, lo más extraño era que él no decía nada, solo fijó su mirada de ojos dorados en mí como si eso fuera suficiente para hacerme sentir terriblemente regañada.

—¿Estás bien? —Pregunté sintiendo que mi corazón se aceleraba, tenía miedo y a la vez me convencía de que no debía tener miedo porque era... Hades; El hombre con el que siempre me sentía protegida.

Silencio por parte de Hades, nuevamente su mirada clavada en mí sin ninguna expresión que delatara algo más que disgusto.

—Oye... —continué sin saber si se iba a quedar únicamente viéndome sin decir nada el resto de la noche.

Estiré mi mano y toqué su hombro, él por fin reaccionó tomándome la muñeca, noté como su respiración se aceleró, tragué en seco, su simple toque podía hacer que todo dentro de mí se removiera; así fuera de temor a la expectativa de lo que fuera que él estuviera pensando.

—¿Sabes que hago aquí? —preguntó Hades, su voz terriblemente calmada erizando mi piel.

Sentía que sabía lo que había ocurrido con Andrew, maldición, la flor amarilla que me dio estaba a la vista.

«Muy mal, Nube».

—No —mentí quedándome sin aliento—, saliste literalmente de nada y casi haces que te choque.

Claro, actuar de desentendida era mi última carta.

Hades se inclinó hacia mí oliéndome, casi lo sentí como un lobo reconociendo el olor del temor en la piel de un conejito indefenso.

Ahora definitivamente mi león interno se había metido en una cueva sin querer salir.

Hades estiró la comisura de sus labios un poco, pero en sus ojos notaba que no estaba feliz, solo enfadado cuando dijo en un susurro:

—Hueles a que sabes que hiciste algo que no iba a gustarme.

Temblé.

Claro que él lo sabía, él lo sabía todo.

Pero me negaba a decirle algo.

—Cuéntame —dijo Hades alzando una ceja— ¿qué hiciste, Nube?

Que solo me interrogara de esta forma me hacía sentir al descubierto.

—Nada. —mentí.

—No seré paciente Nube. —respondió Hades inclinándose aún más hacia mí.

Sentí su aliento chocar con mi rostro calentándome más que un cohete.

«Joder Nube, ¿pero por qué siempre estás calenturienta?»

Bueno, no era mi culpa que Hades me tentara con cada gesto que hacía.

Relamí mis labios pero aun así no dije nada.

—¿Sabes por qué estoy enfadado? —preguntó tomando con sus dedos mi barbilla y comenzó a acariciarla con su pulgar.

Solté un suspiro.

10 veces tuya (#1) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora