Capítulo 36: Me sales hasta en la sopa.

61.3K 4.8K 401
                                    

Actualizacion 1/2

Capitulo dedicado a: @MariselOrtizCastella   fue la primera que dijo que podia ser el guardaespaldas :D 


***

Capítulo 36: Me sales hasta en la sopa.


Demetri.

El guardaespaldas de Hades Parker.

Aunque no era Hades era alguien cercano a él y eso hizo que se me acelerara el corazón pensando que estaba cerca.

«Joder, eres patética Nube».

Parecía —como siempre— mantener una cara de culo que no dudarías que era capaz de matar a cualquier persona solo con mirarlo.

—Hey —murmuré sin saber exactamente qué pensar ni decir.

—Disculpe señorita Queen. —dijo Demetri intentando ser cordial por no haberse movido cuando me voltee.

—No... no pasa nada, Demetri —dije y aclaré mi garganta para agregar: — Uh, ¿Qué haces aquí?

Una parte de mi estaba esperando que me dijera que estaba con Hades, me abracé a mí misma, sentía mucho frio y nerviosismo de repente.

—Me mandó el señor Parker. —admitió.

Lo mandó.

Intenté actuar como si no estuviera decepcionada.

—¿Él no está? —pregunté mirando a los lados como si así pudiera hacer que apareciera de la nada.

¿Quién me entendía?

No quería verlo para protegerme de que me hiciera daño y a la vez quería verlo para que me hiciera sentir todo lo que me hacia sentir con solo una mirada que removía cada partícula de mi cuerpo.

—No. —se limitó a responder Demetri.

Oh...

—¿Y por qué te mandó? —pregunté.

Demetri me enseñó las llaves en sus manos, las reconocía, eran las de Lamborghini rosa.

—Dice que fue un regalo —dijo Demetri— y espera que lo use para que deje de caminar.

¿Para que deje de caminar?

—Dígale que tengo dos piernas muy buenas para caminar —dije un poco a la defensiva—, no necesito sus regalos.

Era un regalo que no podía aceptar; era demasiado.

—Señorita Queen, si me permite decirle algo... —dijo Demetri— el señor Parker no es de las personas insistentes con su generosidad, de hecho, nunca lo he visto insistir en alguien para que acepte sus regalos, mucho menos un deslumbrante auto valorado en muchos dólares.

Claro, nadie en su sano juicio lo haría; en su sano juicio interesado.

Yo no lo aceptaba porque entonces no iba a olvidar a Hades.

—Entiendo —dije—, pero no quiero nada que tenga que ver con él ¿bien? Mucho menos un auto tan costoso.

Iba a comenzar a caminar hacia el edificio para irme, pero Demetri se interpuso en mi camino.

—Si no la toma —insistió—, me va a despedir.

¿Qué?

—¿Tanto así? —dije incrédula, me parecía que exageraba, pero Demetri era de esas personas que no podían leerle la expresión del rostro.

—El señor Parker no es de los que acepta una orden fracasada —continuó Demetri—, solo tome la llave, así no use el carro.

Presión, manipulación... insistencia.

Era lo que me parecía que hacía, pero sinceramente esta discusión ya me tenía aburrida.

Bueno... no quería que lo despidiera.

Tomé la llave de mala gana, como no, de seguro yo era la única mujer sobre la faz de la tierra que le insistían para que aceptara un carro de regalo.

—Vale. —murmuré.

Demetri pareció aliviado afirmando con la cabeza.

—Adiós señorita Queen. —murmuró.

Lo vi retirarse y yo entré a mi edificio, no sabía qué pensar más que... ahora tenía un auto, y no cualquiera, un deslumbrante Lamborghini rosa.

No fui amante del rosa pero creo que ahora comenzaba a gustarme.

Al entrar al apartamento escuché gemidos y sollozos, fue cuando vi a Saraelí en el mueble llorando, moretones cubrían su rostro y sus brazos, su camisa manchada y sucia de tierra o polvo no estaba segura.

Sentí que se me heló la sangre.

—Hey, ¿Qué pasó? —pregunté lanzando mi bolso a un lado y acercándome a ella al mueble con el corazón en la boca, ella me miró, todo su ojo derecho estaba de un intenso color morado.

Ella no dudó ni un momento y me abrazó continuando su llanto, entre sollozos comenzó a contarme que su exnovio fue al negocio donde ella trabajaba a formarle toda una escena de celos y la había golpeado cuando salió.

Claro, me confesó también que ella sí lo había engañado con alguien en una fiesta, pero no justificaba que la hubiera atacado así, mucho menos estando indefensa. Y cansada después de todo un día de trabajo.

Lo peor y la gota que rebosó el vaso fue que él la había amenazado de muerte, le dijo que la mataría antes de escapar cuando escuchó que se acercaban personas.

—Tenemos que ir por una orden de restricción. —dije asustada por ella.

—¿Un pedazo de papel que lo alejará de mí? —dijo en burla.

Bueno, eso era cierto.

Pero al menos si algo llegaba a pasarle, tendría un historial, y el primer sospechoso sería él.

Esto no podía quedarse así.

Había que meterlo preso por agresión.

—O demandarlo. —dije, esa idea me parecía mejor.

—¿Conoces un abogado? —me miró, sus labios temblorosos.

Lo pensé por un momento...

Sí, ahora recordaba que sí conocía a uno que me salia hasta en la sopa.

—Puede que un amigo me ayude. —me limité a decir.

La única persona abogada que conocía y podía ayudarnos; Hades.

.

.

.

.

.

**************

Doble actualizacion, pero recuerda votar por este capitulo :D

10 veces tuya (#1) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora