Capítulo 19: Doctor Hermosísimo

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Actualizacion (2/2)

Capítulo 19: Doctor Hermosísimo

Mi papá tenía cáncer de próstata, se lo diagnosticaron unos días atrás.

Al parecer, él ya había iniciado con los tratamientos para disminuir el dolor y ya habían comenzado con la quimioterapia. Pregunté por qué no me lo dijeron antes por teléfono o... si acaso me lo iban a decir si no se me hubiera ocurrido venir hoy, pero no tuvieron respuesta.

Ahora entendí la cara de tragedia de todos, era demasiado fuerte esta noticia, estaba devastada, porque sabía que había una mínima posibilidad de que se salvara y saliera de esto.

—Va a estar bien —dijo mi madre, las lágrimas llenando sus ojos—, se lo detectaron a tiempo.

—Cálmense ¿bien? —dijo mi padre levantándose de su asiento y sentándose en medio de Luciano y yo para abrazarnos—, voy a estar bien.

Bueno, no fue hasta ese momento que me di cuenta de que las lágrimas salían como cataratas de mis ojos y de mi boca solté el llanto abrazándolo, mi padre no era la persona mas amorosa del mundo, de hecho, a veces dudaba que tuviera sentimientos, pero era mi padre y lo amaba; no podía imaginarme una vida sin él.

No sé cuanto tiempo estuvimos así; llorando y luego mis padres cambiando el tema, diciendo que iban a cubrir las galletas con helado de chocolate. Así que me paré a ayudar a mi mamá a la cocina.

—¿Quieres unas galletas? —preguntó mi hermano Luciano, él más que ayudar a echarles helado, estaba comiéndoselas.

—No —dije—, ahorita tengo practica de ballet y no quiero que nada me caiga mal en el estómago.

El dulce para mi cuerpo era terrible mucha mas antes de entrenar.

Erin entró a la cocina con un estetoscopio de juguete intentando tocarle el pecho a su padre con eso.

—¿Ahora eres doctora? —dijo mi madre con una ligera sonrisa.

—Si, ¡soy como el doctor hermosísimo! —dijo Erin orgullosa.

—¿El doctor hermosísimo? —dijo Luciano incrédulo.

—Sí —dijo Erin—. Tía esponja cuéntale a papi y a abuela del doctor hermosísimo.

Sentí que mi rostro se sonrojó con fuerza.

Sabía muy bien quien era el doctor hermosísimo.

—¿Qué quieres que le cuente princesa? —dije a Erin evitando contacto visual con mi madre o Luciano intentando echarle más helado a galleta como si fuera muy importante que quedara perfecto.

—Que me hizo así con mi brazo —dijo Erin haciendo mímicas con sus brazos para simular lo que ocurrió la vez que se lo dislocó—. Quiso que fuéramos por helado, pero tía esponja no lo dejó.

Sentí la mirada de mi madre sobre mí.

—¿Por qué no lo dejaste? —dijo Luciano con una sonrisa burlona— ¿demasiado lindo como para estar en tu liga?

Si, en realidad sí.

—Era el doctor —expliqué—, además me da clases en la universidad, sería muy raro.

«Aun así te lo follaste».

—Papá —gritó Erin de repente—, ¡pipí!

Mi hermano y mi sobrina salieron de la cocina rápidamente al baño.

Como no, los niños siempre gritando de sus necesidades fisiológicas.

—Uhm —dijo mi mamá sin dejar el tema morir—, no se sonroja por alguien que conoces de la noche a la mañana.

10 veces tuya (#1) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora