-¡Luke! ¡Amber!
El pequeño grupo que se había fragmentado hacía unas horas para peinar el área en busca de la desaparecida princesa Leia se apresuró reagruparse en un claro del bosque ante el alarmante llamado del General Han Solo.
Amber Kenobi se abrió camino entre la espesa flora que la rodeaba, empuñando la bláster enfundada en su muslo dispuesta a disparar en caso de ataque.
Se encontró a Han Solo, Luke Skywalker, Chewbacca, R2D2 y C3PO reunidos entre los árboles, y su mirada fue atraída instantáneamente a las manos de Luke, donde él sostenía el ridículo casco de camuflaje de Leia, aquel del que Amber se había burlado y reído. Entonces deslizó sus ojos abiertos como platos a Han y a su nuevo descubrimiento.
La speeder del Imperio que Leia habría robado yacía sobre los arbustos, sin una sola pieza que rescatar de la destrucción total de algún impacto certero.
Se estremeció.
-Oh, amo Luke... -suspiró 3PO desamparado.
Chewbacca rugió con la mirada perdida en la speeder destruida.
-Maldición, Leia... -farfulló Amber con la preocupación engullendo su corazón.
Su mirada se encontró con los azules océanos de Luke frente a ella. Océanos desbordados de temor reprimido, cuando él dijo:
-Hay dos speederbikes destruidos por allá. -sacudió la cabeza indicando algún lugar entre los árboles. -Y encontré esto.
Arrojó con frustración el casco abandonado a Han, que lo atrapó al vuelo con expresión tensa, tan preocupado por su amiga como todos los demás.
Tal vez ellos no pudieran mantener una conversación decente sin acabar discutiendo a gritos, pero Amber sabía que eso no significaba que ambos no se apreciaran en el fondo.
Han y Amber compartieron una angustiosa mirada silenciosa.
R2D2 chilló.
-Temo que los censores de R2 no encuentran rastros de la princesa Leia. -tradujo C3PO apenado.
-Espero que ella esté bien. -deseó Han Solo.
-Ella lo estará. -afirmó Amber, ocultando cualquier resquicio de duda, depositando su ciega confianza en su mejor amiga y siendo fuerte para Luke, que sabía era embargado por la preocupación por una hermana, pero también por la mujer que aún amaba. -Un bosque tupido no puede vencer a Leia. Lo sabemos.
El pequeño grupo asintió inevitablemente convencido por la seguridad de la General, y Han Solo se acercó a ella para enredar una mano entre sus rubios mechones y dejar un casto y suave beso reconfortante sobre su cabeza. Porque estaba jodidamente orgulloso de ella, y porque sabía que su valiente chica era probablemente la más preocupada allí por la princesa.
Chewbacca olfateó el aire entonces. O tal vez oyó algo a miles de kilómetros. Lo que fuera, lo hizo soltar un rugido ruidoso y salir escopetado en alguna dirección entre los arbustos y los árboles.
-¿Qué, Chewie? -llamó Han. Pero el wookiee lo ignoró para seguir su camino entre gruñidos... ¿Entusiasmados?
Los humanos del pequeño grupo compartieron una mirada extrañada y se apresuraron a seguir los inmensos y veloces pasos de Chewbacca antes de perderle también entre la espesura.
Amber tropezó por el camino con una raíz sobresaliente, pero se recuperó a tiempo.
Cuando se detuvieron junto al wookiee en un luminoso claro soleado, hubo un ceño fruncido colectivo y un silencio pensativo.
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Counting Stars | Han Solo; Star Wars
FanfictionHay muchas historias que cuentan las aventuras de Han Solo y Amber Kenobi. Ambos son leyendas, para qué engañarnos. Pero hay una en particular, que es especial. Mi favorita. La del comienzo de todo. La leyenda cuenta que una vez, hace tiempo, una...