Counting Stars | Han Solo; Star Wars

Episode IV

Bien. Tal vez hubiera cantado victoria antes de tiempo. Mucho antes de tiempo. No sé habían librado, ni siquiera por ahora. Para nada lo habían hecho.

El crucero imperial que los seguía de cerca abriendo fuego constante contra ellos debía ser el más grande que Amber había visto en su vida. O al menos lo parecía al ir combinado con cientos de cazas imperiales que se esforzaban por rodearlos, también disparando contra el Halcón.

Los soldados no podían quejarse de tener mala puntería. Las fuertes sacudidas de la nave milenaria y sus maltratados pasajeros podían dar cuenta de ello.

Desde el puesto de copiloto, la capitana Kenobi abrió los ojos como platos al comprobar el radar.

-Mierda. Han...

-Ya, ya los vi.

-¿Qué? ¿Qué viste? -preguntó Leia desde uno de los asientos traseros.

-Dos destructores estelares vienen hacia nosotros. -explicó el piloto. Los nervios eran palpables en su voz, y Amber deseó poder transmitirle tranquilidad de alguna forma.

-¡Señor! ¡Señor! ¡Me gustaría decirle que-

Amber rodó los ojos con cansancio al oír la voz de C3PO. Definitivamente no era el momento para sus tonterías.

-¡Si no lo callas mejor apágalo! -gritó el castaño a la princesa con los nervios de punta.

Antes de que ella pudiera hacer nada con el pobre androide, un certero disparo dió en algún lugar del Halcón Milenario y provocó una fuerte sacudida que lo hizo caer sobre el gran cuerpo de Chewbacca, quien lo sostuvo pero emitió una serie de gruñidos molestos y un tanto nerviosos.

Amber, por otro lado, frunció el ceño con preocupación. Aquel sacudón no le gustó nada.

Con mano experta, toqueteó un par de botones y accionó unas cuantas perillas por encima de su cabeza que casi la obligaron a ponerse de pie para alcanzar. Comprobó el estado del escudo reflector.

Bueno...

-Han, el escudo reflector está... mmm... estable. -notificó.

-Genial. Aún podemos evadirlos.

-Si...

Al menos no pierde la esperanza.

Han Solo hizo caer en picado al Halcón en una ágil maniobra evasiva. La fuerza de la velocidad empujando a los amigos contra los asientos, haciendo que tuvieran que aferrarse a lo que pudieran para no salir disparados hacia atrás.

Al mismo tiempo, la copiloto ya preparaba la nave con gran rapidez para la siguiente maniobra, con el ceño fruncido en tensión y concentración.

Si bien Han no pudo perder a los cazas, provocó que el crucero imperial y los destructores chocaran entre sí. Dejándo a aquellos torpes y peligrosos gigantes fuera de combate.

Amber suspiró un poco más tranquila.

Bien. Pero esto aún no termina.

-Me preparo para la velocidad luz. -volvió a notificar Amber.

Con una maestría obtenida de la practica, la rubia siguió una serie de comandos, alistando motores y turbinas, iniciando los cálculos de la computadora de navegación.

-¡Pero señorita-

-Están acercándose. -el droide fue nuevamente interrumpido, esta vez por la nerviosa voz de Leia, que se aferraba con fuerza al respaldar de los asientos.