Espesor de Bosque Blanco II - Prólogo

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Tras una larga caminata, la familia Greystark descansaba para continuar con su trayecto minutos más tarde

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Tras una larga caminata, la familia Greystark descansaba para continuar con su trayecto minutos más tarde. El venado que Gregor había abatido reposaba en un tronco caído, mientras tanto, aprovechaba para hacer recuento de sus flechas. Evelynn contemplaba su espada larga, parecía muy pesada y difícil de empuñar para una chica, pero esta no parecía presentar ningún problema en ello. Lord Greystark afilaba su espada con una piedra, la legendaria Sirena Gris, espada de acero valirio de la casa Greystark, forjada hace más de mil años.

-Es preciosa... Evelynn se acercó hasta su padre, este la saludó con el mentón.
-¿La espada dices? Torrhen se tomó un tiempo para observar su mandoble ancestral y luego devolver la vista hacia su heredera.
-Sí. ¿Es cierto que algún día podré empuñarla?
-Así es, cuando llegue su debido momento, como hemos hecho siempre en la familia, Sirena Negra se cede a la heredera. El mandoble recibe su nombre dada la forma de su guarda. Un impecable grabado en forma de Sirena en color negruzco, con un rubí incristado en el vientre de la misma.

-El maestre Warren me contó que solo hay alrededor de doscientos en todo el mundo. Respondió la joven, con una sonrisa placentera.
-No es algo común ver una de esta hoy en día, no hay nada que corte mejor que el acero Valirio, según las leyendas, solo los herreros de la ciudad libre de Qarth conocen la técnica.
-Buff, eso está muy lejos...
-Podras deducir que el precio a pagar no es poco. Recibimos muchas ofertas de compra de casas poderosas. Las rechazamos todas. Este tesoro es más valioso que todo el oro del mundo. Torrhen sonrió de igual manera.

Gregor miraba al duo conversando con recelo, cerca del venado, del cual le seguía saliendo sangre de sus heridas en el cuello y el costado. No obstante, por milésimas de segundo, el silencio de Gregor fue perturbado por un sonido desconocido.

Su primer instinto fue levantarse, observó su alrededor y cruzó miradas con su padre, Evelynn desconocía que estaba ocurriendo.

-¿Tú también has oído? Preguntó el bastardo. Torrhen asintió, poniendo en alerta los cinco sentidos. Evelynn fue la última en ponerse en pie.

-¿Sucede algo? La pregunta no obtuvo respuesta, ambos varones giraron sus cuellos hasta el lugar de donde procedía el sonido, si el oido de Nieve no le fallaban, era una rama siendo pisada.

La tensión fue in crescendo entre los presentes, Gregor mantuvo su mano cerca de su vaina, mientras se acercaba al lugar, Evelynn no tardó en comprender de qué se trataba. Tras segundos que se hicieron eternos, el bastardo avanzó, cubierto solamente por las miradas de su padre y medio hermana, hasta llegar al lugar del siniestro. Gregor desenvainó parcialmente su espada ligera, como una bestia que afila sus garras antes de salir de caza, tras asomarse, los cada vez más intensos de su corazón se convirtieron en alivio, traducidos en un amplio suspiro.

-Diablos... ¡No hay nada! El alivio no tardó en contagiarse hacia el resto, Evelynn no pudo evitar maldecir.
-Joder, me habéis dado un susto de los buenos. Agregó Evelynn frotándose los ojos.
-En fin... Habrá sido solo el viento o algo. Dejemos el drama para más tarde y sigamos. Torrhen les silenció.

Grandes Casas De Poniente - Casa Greystark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora