Castillo Negro XII - Danza de Dragones

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El Lord Comandante hizo pública su intención de viajar a Casa Austera siendo guiado por uno de los caciques salvajes, con la intención de recoger a todo el que fuese posible en barcazas y acogerlos en un lugar seguro en el Muro, con la intención d...

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El Lord Comandante hizo pública su intención de viajar a Casa Austera siendo guiado por uno de los caciques salvajes, con la intención de recoger a todo el que fuese posible en barcazas y acogerlos en un lugar seguro en el Muro, con la intención de evitar que El Rey de la Noche, hiciese del Pueblo Libre sus súbditos no-muertos. Tal decisión levantó las críticas de todos los sectores de la Guardia de la Noche, incluso a gran parte de sus votantes. No obstante, el Bastardo de Invernalia se mantuvo firme en su decisión y marchó junto a compañeros de su círculo íntimo, los únicos que osaban apoyar su idea.
Tras su marcha, en los patios, barracones, salones y comedores estallaron fuertes debates sobre si la decisión era la indicada. Varios de los hermanos defendían que no había otra, pues si se eran abandonados a su suerte, quedarían a merced de los caminantes blancos, para luego unirse a sus huestes. Los detractores y miembros más radicales se negaban rotundamente, al considerar aquella acción un insulto contra todos aquellos hermanos que habían derramado su sangre en la lucha contra los invasores.

Todo ello, poco o nada le importaba a Allen Greystark, quién utilizaba la anarquía que imperaba en las inmediaciones del Castillo para urdir un plan. No podía permitir a Nieve seguir viviendo después de que se enterase de que conocía el incidente de Gerald. «Tal vez se lo calló para no desestabilizar su popularidad y aguardaría a un momento más oportuno para ajusticiarme» Deducía en sus pensamientos. La tensión no le permitía conciliar el sueño.
Para llevarlo a cabo debía de olvidar sus rencillas y reconciliarse con viejos amigos. Para ello, se sentó junto a Thorne durante un desayuno. No le fue difícil encontrar sitio, ya que nadie quería relacionarse con él.

-Buenos días. Le dijo Allen con frialdad, se trajo una cerveza tostada para ambos. Le devolvió la mirada y tomó la jarra.
-A qué has venido. Respondió con el mismo tono, dando después un trago.
-¿Tú que crees? Tenemos trabajo por delante y necesito tu ayuda.
-Ah, es por lo del bastardo. ¿No? Parece que ya no os lleváis tan bien.
-Mira, no quiero entrar en detalles, lo único que sé es que tenemos una cosa en común, que lo queremos muerto. Evitemos los motivos de momento. ¿De acuerdo?
-Me parece bien. Y decidme,  Greystark. ¿Cómo pensáis encargaros de Nieve? Ahora es el Lord Comandante, tiene todo el poder para él solito.
-El tiempo os ha arrebatado vuestra perspicacia, amigo mío. El poder que obstenta es el que la propia Guardia de la Noche le ha otorgado, si esta se vuelve contra él lo pierde entero.
-¿No estarás pensando lo mismo que yo, no?
-Así es. Ambos dieron un trago a la jarra.

-¿Matar a un hermano, Allen? Cómo hemos podido caer tan bajo.
-Matar a un hermano para salvar la vida de la Guardia de la Noche, Alliser. ¿Sois consciente de lo que pasará cuando los salvajes traspasen nuestros muros?
-Lo soy… Veo que no tenemos otra opción. El Negro asintió. Le empezaba a convencer.
-Eso es, debemos de actuar pronto o todos nos vendremos abajo con él.
-Aun nos sigue restando un dilema. ¿Cómo lo haremos? Solo somos dos contra él, si le matamos, el resto de hermanos se nos echará encima.
-De eso debo de encargarme yo. Puedo hablar con el resto de capitanes y altos cargos para convencerles de que se unan al complot. Cuando nos aseguramos de que están de nuestra parte, actuaremos.
-Bien… y entonces… ¿Yo que pinto aquí, por qué has acudido a mí?
-Porque necesito un puto líder, alguien a quien no le tiemble el pulso y alguien que se convierta en el heroe que esta orden necesita, que meta en cintura al resto de juramentados que tratan de mezclarse con nuestros enemigos. Así que os lo preguntaré de nuevo, Ser Alliser. ¿Estáis con nosotros o contra nosotros? Le tendió su brazo para sellar el acuerdo. El coroniense sonrió, sabiendo que no tenía opción si quería volver a recuperar su prestigio ni de preservar el honor de la Guardia de la Noche, aceptó el saludo.

Varias semanas más tarde.

Con un chivo expiatorio de por medio y el retorno del Lord Comandante, el plan maestro del Negro estaba listo para ejecutarse. Jon regresó al castillo con una inmensa hueste de salvajes quienes suplicaban auxilio en el interior de los castillos de la Guardia. Dieron órdenes de dejarles entrar para caldear el ambiente de cara al asesinato. Las confrontaciones entre hermanos de la Guardia de la Noche y el Pueblo Libre no tardaron en hacerse notar. La primera noche de convivencia, un miembro de los clanes apuñaló a un mayordomo bajo el pretexto de “haberle reconocido como el asesino de un familiar.” En represalia, tres de sus amigos, todos ellos exploradores, se tomaron la justicia por su mano y le asesinaron mientras dormía en unos barracones improvisados. Entre este ambiente de tribulación, los complotadores se reunieron en el patio de armas.

Eran un total de doce los encargados de ejecutar el golpe, aunque dejaron a otros miembros de confianza más al margen para no levantar sospechas. Erigieron un túmulo con una cruz, donde estaba tallada la inscripción de “traidor”.

-Muy bien hermanos, repasemos el plan. Aguardaremos todos aquí hasta que Olly y Ser Alliser atraigan a Nieve. Mantened la calma y siempre recordad que hacemos esto por la Guardia. Allen trató de subir la moral entre los conspiradores, después de que asistieran, los dos encargados fueron a por Nieve.

El plan era hacerle creer que habían  encontrado a su tío, Benjen Stark. Entre ellos estaba el primer constructor Othell Yarwyck, Ser Patrek y el primer mayordomo Bowen Marsh, entre otros.
Al cabo de un rato se escucharon a sus espaldas los pasos de tres individuos, pudieron percibir a Jon acercándose junto a sus dos socios. Cuando estuvieron los suficientemente cerca, gesticularon entre sí para hacerles sitio. Jon aumentó su velocidad para divisar lo que sus hermanos escondían, halló entonces la cruz con la inscripción. Confundido dio dos pasos atrás para toparse con Ser Alliser, quien había desenfundado su daga.

-Por la Guardia. Dijo con el arma incrustada en su torso, al retirarla, Nieve trató de reaccionar tomando a Garra, Allen se lo impidió.
-Por la Guardia. Le hundió el suyo en las costillas, al darle pie al siguiente, la víctima se tambaleó.
-Por la Guardia. Othell Yarwyck y Bowen Marsh le apuñalaron seguidamente, tenían que sujetarlo para que no se precipitase. Poco después le siguió Ser Patrek.

Cuando habían terminado, las miradas se tornaron en Olly. El chico sostenía su propia daga, frunciendo el ceño y mirando con rabia a Jon Nieve.

-Olly… Dijo Nieve con la respiración entrecortada, cayó sobre sus rodillas. El chico no se lo pensó más y le traicionó también.
-Por la Guardia. Extrajo su daga del interior, el Lord Comandante se precipitó al suelo moribundo, tiñendo la ya cuajada Nieve con su sangre, mientras miraba a los traidores.
-Hemos terminado… vámonos. Decretó Allen, quien les instó a irse finiquitado el trabajo.

Grandes Casas De Poniente - Casa Greystark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora