[En fase de desarrollo]
La Casa Greystark, fundada hace 2.000 años antes de los sucesos de Juego de Tronos se extinguió tras la rebelión de los Reyes Rojos, o almenos eso contaron...
Vive las peripecias de esta rama cadete de la Casa Stark durante l...
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Cinturón de Musgo es una provincia bajo dominio de la casa Bolton en El Norte, se encuentra al noroeste de Fuerte Terror y forma parte de ruta principal de Invernalia hacia El Muro. La cuadrilla de Allen el Negro le seguía la pista a Will desde el Castillo Negro. Pasaron cinco días as desde salir de la fortaleza y las esperanzas de dar con el desertor eran cada vez menores, tras unas cuantas horas de viaje sin descanso, el grupo se detuvo en una de las villas de la zona, ubicada en una pequeña colina. Las quejas no tardaron en hacerse presentes.
-¿Tenemos que seguir buscando a ese tipo? Dijo uno de los integrantes, se le conocía por Ben el Borracho. -Si no saliésemos de vez en cuando del Castillo Negro nos pudriríamos como esqueletos. Añadió Allen, empezando a aborrecer las quejas. -Bueno, por lo menos así nuestra guardia se habría extinguido. Habló el más joven del grupo, su nombre era Gerald, le apodaban "El Niño" por ingresar a la guardia con tan sólo doce años, ahora tenía diecisiete. -Si tanto quieres dejar la guardia, debiste optar por que te colgaran, en vez de venirte al muro. Le contestó Ben. -¿Sabes acaso por qué ingresé a la guardia? -Ni lo sé ni me interesa, lo único de lo que tengo convincencia es que tengo ganas de volver al maldito muro, allí no me arde el trasero de cabalgar por dos horas. Bramó. Gerald, que cabalgaba algo por detrás le soltó una mirada poco amigable.
-Insultaros mutuamente no nos va a llevar hasta el desertor, par de holgazanes, no sé por qué diablos os presentasteis voluntarios para venir. Silenció El Negro. -Todo estaba bien hasta que el inútil de Gerald se decidió a venir, un muerto habría sido mejor compañía. Ben soltó una carcajada tras su propio comentario. Gerald entró en cólera tras la chanza, se le acercó por detrás y le placó saltando de su montura y derribándolo en el acto, ambos se enzarzaron en una breve tormenta de puños hasta que los otros hermanos descabalgaron y los separaron. Allen fue el último en bajar.
-¿¡Qué coño es lo que funciona mal con vosotros, a ver, estáis locos!? -¡Ha sido el mocoso, él empezó! Ben vociferaba en su defensa mientras era sujetado por dos hombres. -¡Cállate! Allen le golpeó abajo en el estómago con su brazo entero. Mientras vosotros dos, par de niñatos retrasados salidos de los arrabales del Lecho de Pulgas, criados como las ratas que sois Will seguramente estará agradecidonos que nos matemos entre nosotros cuando ya haya cruzado Invernalia. Llevamos cuatro días, señores, cuatro días desde que partimos de Último hogar con la información. No veo que nadie tenga interés en seguir con esto, así que cualquiera que le dé igual, es libre de agarrar su puto caballo y largarse al norte, pero por vuestro propio bien, que no me vuelva a cruzar con él. El sermón silenció a todo el grupo, nadie se atrevía a contrariar ni una sola palabra.
-¿Nadie? Vaya, viendo lo amariconados que estáis no me sorprende que nadie se atreva, en ese caso seguimos.
La expedición continuó su marcha hasta una de las villas de la zona, ubicada en una de las numerosas colinas del señorío, allí los hombres de Allen se detuvieron para descansar y comenzaron a preguntar por el desertor, obteniendo respuestas negativas en todos los casos. El propio Allen llamó a la puerta de uno de los villanos. Una mujer vestida con harapos salió al encuentro.