Con gran parte de sus apoyos hechos añicos, Robb Stark marcha con su hueste a Los Gemelos, con la intención de salvar su relación con Walder Frey enlazando a su tío Edmure con una de sus hijas. Gregor vio en primera persona como el ejército norteño se desintegraba por momentos. De los diechiocho mil reunidos en Foso Cailin, apenas tres mil quinientos permanecían en la hueste del Rey. El resto aún combatía en el este. Una agraciada tarde arribaron a la fortaleza, donde fueron recibidos sin oposición aparente. Robb y sus hombres más cercanos entraron a la sala de invitados para suplicarles la ayuda de nuevo.
Tan pronto como pisaron el suelo, Catelyn, desconfiada como de costumbre, pidió pan y sal para obtener la protección de la costumbre ponientí, la cual “impide” a un huesped hacer daño a su alojador y viceversa.Stark y el resto se sentaron para iniciar las negociaciones. Nieve se mantuvo junto al resto de guardias personales próximos a la entrada, allí escuchó la conversación sin perder detalle.
-Gracias por acercarnos, mis señores. Los senderos ya no son seguros en estos tiempos. Inició el Rey en el Norte, cortésmente.
-Cierto. Abundan los bandidos y degolladores hoy en día. Pero cuando El Rey en el Norte nos llama, venimos. Dijo uno de los portavoces de Walder.
-Muy bien… iremos al grano. Lord Walder quiere que se respeten los siguientes términos, de lo contrario no podremos continuar brindando apoyo a vuestra causa. Demanda que le otorguéis una disculpa, por el juramento que rompísteis a los ojos de los antiguos y nuevos dioses al violar el sagrado acuerdo de casaros con una de sus hijas. Continuó otro de los nietos de Frey.
-Por supuesto, merece ello y más. Robb dio su consenso.
-Como reparación por esta traición, demanda Harrenhal.
-De acuerdo. Harrenhal se encuentra en las Tierras de los Ríos, así que una vez finalizada la guerra ya no tendremos interés estratégico en el castillo.
-Muy bien, todo está arreglado pues. Afirmó el portavoz.Con el asunto ya hablado, los diplomáticos se saludaron y el grupo del Rey en el Norte entró al salón principal donde Walder Frey, quien tenía congregada a una larga fila de hijas, nietas y bisnietas. Robb dio un paso enfrente.
-Una de estas mujeres esperaba ser elegida reina hasta hace unas lunas. Ahora ninguna lo hace ya. Podéis elejir entre: mi hija Walda, my hija Derwa, mi hija Waldra, mis nietas mayores, Ginia y Neila, Serra y Sarra, gemelas, podríais haber elegido a cualquiera. Mi nieta Marianne, mi nieta Freya, mi nieta… Walder se detuvo un momento para pensar. W.. Wertha. No. Walra. Digo, Waldina.
-Soy Marry. Le recordó la muchacha dócilmente.
-Cierto. Y esta es mi hija más joven. Shirei. No ha sangrado todavía, así que es a vuestro juicio aceptarla si tenéis paciencia o no. Gregor observó a todas las presentes, parecían en su totalidad candidatas más que dignas para casarse con un señor importante, incluso un Rey.-Mis señoras. Todo hombre debería mantener su palabra, un rey más aún. Juré casarme con una de vosotras y rompí ese voto. La culpa no es vuestra. Le dijo Robb a las chicas de Frey. Todos los hombres se sentirían afortunados de tener a cualquiera de vosotras. Hice lo que hice no para deshonraros, sino porque amé a otra persona. Sé que estas palabras no pueden reparar el daño que os he hecho a vosotras y a vuestra Casa, pero os ruego vuestro perdón,y juro hacer todo lo que esté en mi mano para que Los Stark del Norte y los Frey del Cruce volvamos a ser buenos amigos. Después del discurso Lord Walder empezó a aplaudir.
-Muy bien muy bien. Excelente. Ha sido un discurso muy emotivo, majestad, pese a haber dejado expuesta una gran herida a nuestra Casa. De acuerdo. Mis hijas y yo las aceptamos. Robb pareció celebrarlo en su mente.
-Lo agradezco mucho, mi señor. Dijo mientras se retiraba.
-¿Y bien, Lord Tully? ¿Habéis ido pensando en una para vuestro matrimonio? Edmure caminó hacia el centro.
-N.. No mi señor. Todas vuestras hijas son poseedores de una belleza sin igual, sería un eterno dilema elejir.
-Entonces dejad que elija por vos. Walder hizo una seña hacia el fondo del pasillo. De allí apareció una dama más, caminando lentamente hacio Edmure. Su mandíbula se desencajó al verla. Walder miró a Robb mienreas sonreía a modo de burla.Gregor observó a la muchacha: no superaría la veintena pero era menuda para su edad, su piel era blanca como la leche y era fina como una pluma. Pese a ello Gregor la encontraba mil veces más apuesta que el resto de las hijas de Frey. Su belleza residía en su hermosa cara, y su vestido, iba mucho mejor ataviada que sus hermanas y sobrinas. Se acercó con timidez a Edmure.
-L..Lamento mucho no haberos gustado, mi señor. Dijo cabizbaja.
-Mi señora… Edmure levantó gentilmente su barbilla. Sois la mujer más hermosa que mis ojos hallan visto. Estaría eternamente honrado de caserme con vos. Entonces la chica sonrió, todo parecía estar en orden.Pasaron las horas y la boda ya se fechó para dentro de tres días. Pasó el tiempo y el mismo día de la boda Gregor guardaba las estancias reales cuando una figura se le acercó. Encontró un árbol marchito de plata con una espada incrustada sobre campo de sable, era Rodrik Forrester, heredero de Castrohierro.
-¡Gregor! Esta noche vamos a congregarnos los del Bosque Susurrante para celebrar en el campamento. Robb Stark ha nombrado a mi padre para liderar la vanguardia en la marcha a Roca Casterly cuando terminen los festejos. ¿Podrás convencer al Rey de unirte a nosotros? Le habló.
-Bueno, no puedo prometer nada, pero trataré de convencerle. Respondió.
-Muy bien, amigo. Contamos contigo. Rodrik le palpó el hombro bruscamente.Con el apoyo de los Frey, parecía que los norteños aún podrían dar algo de guerra. O almenos eso pensaba, horas antes de la boda.
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Grandes Casas De Poniente - Casa Greystark.
Fantasi[En fase de desarrollo] La Casa Greystark, fundada hace 2.000 años antes de los sucesos de Juego de Tronos se extinguió tras la rebelión de los Reyes Rojos, o almenos eso contaron... Vive las peripecias de esta rama cadete de la Casa Stark durante l...