Grandes Casas De Poniente - Casa Greystark.

Vadoblanco II - Danza de Dragones

Derrotados pero no vencidos, los rebeldes se reagruparon en su campamento al este, sin que las fuerzas leales a Ramsay Bolton les presionasen. Pese a la decepción, la moral seguía alta y no iban a dejarse ganar de nuevo contra un ejército que seguía siendo inferior después de que sufriesen varias bajas. Tras la batalla, se recuperaron un total de trescientos cuarenta cadáveres del rio, mientras que alrededor de sesenta seguían desaparecidos, presumiblemente arrastrados por la corriente o abatidos en la zona contraria, un balance peor en proporción a los hombres de Allen, que se presuponía que perdieron la mitad que ellos.

Ronnel Drox fue a parar a la tienda de la señora, con la finalidad de atender a los deseos de su amante. Lady Evelynn se preparaba para darse un baño ya con el agua lista, con la mirada perdida y enfurruñada.

-¿Y bien? Se quejaba, con tan solo un camisón cubriéndola.
-Solo vine a ver como estabas, no quería molestar. Dijo deteniéndose casi al borde de la tienda. Ella volvió la vista hacia él.
-No lo haces. Al removerlo, entre otras cosas, reveló un muevo conjunto de vendajes. Otro par más para la colección, ya empieza a ser costumbre. Drox intentó evitarlo por todos los medios, pero se le escapó una risa. La norteña no podía culparle.
-A este paso vais a parecer uno de esos quesos exóticos que venden en Norvos.
-A qué esperas. ¿Vas a venir o no? Suspiró y se introdujo en la bañera, ante el silencio del occidental.
-No, ahora no. Alguien tiene que mandar a los hombres.
-¿Y no están mi hermano o Benifer para eso mientras me ausento?
-Sí, bueno... Simplemente ahora no me apetece. ¿Quieres que les diga algo?

-Qué les vas a decir. Que instauren un perímetro en nuestra zona del río, nadie entra ni sale, como un asedio. Con cuidado, empezó a limpiarse sin introducir ni mojar excesivamente el brazo izquierdo.
-Muy bien... Contestó cabizbajo.
-He subestimado al muy cabrón, él en cambio me sobrevaloró. Es más inteligente que nosotros, así que si no empezamos a usar la cabeza nuestros números no servirán de nada, si es que mantenemos la superioridad.
-A duras penas, pero sí, no hemos podido contar a los que matamos pero son la mitad de nuestras bajas.
-Podría haber sido peor. En fin, nos vemos a la noche. Asintió y siguió a a lo suyo. Evelynn disfrutó del resto del baño.

Campamento oeste.

-"...Los tenemos atrapados en la otra orilla del río, con bajas leves, mantendremos la batalla hasta desgastarles." ¿Queda bien? Halys Karstark escribía una carta en nombre de Greystark, dada su dificultad para una escritura correcta.
-Sí. Dame. Tomó la pluma y agregó su firma personal abajo del texto. Acto seguido, su acompañante acercó una vela, derritió parte de cera en el documento y El Negro lo selló. Llama a los batidores y que envíen un cuervo a Invernalia.
-¿Entonces vamos a quedarnos aquí sin hacer nada? Les hemos destrozado la vanguardia de sus guerreros, no tenemos más que ir a por ellos y terminar lo empezado.
-¿Seguís cayendo en la misma farsa que antes, mi señor? Os tomé por medio necio o necio completo, pero no por necio y medio, sois un completo idiota. Un paso en falso y esa chica nos come vivos. ¿Tu patético cerebro es capaz de entender lo crítica que es la situación? Es una campaña no una partida de sitrang. La discusión escalaba de tensión por momentos.
-Tranquilo viejo. Si me seguís provocando no va a acabar bien para vos.
-Vamos, me gustaría ver como lo intentáis, cobarde. Largo de mi vista y dejad de incordiarme. Refunfuñando, el señor de Bastión Kar no de atrevió a poner a prueba la reputación del ex Guardia de la Noche, abandonó la tienda principal en búsqueda de aliviar el estrés. Solo y sin nadie que le molestase, Allen también aprovechó la soledad para relajarse.