[En fase de desarrollo]
La Casa Greystark, fundada hace 2.000 años antes de los sucesos de Juego de Tronos se extinguió tras la rebelión de los Reyes Rojos, o almenos eso contaron...
Vive las peripecias de esta rama cadete de la Casa Stark durante l...
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-¿Te encuentras mejor? Gregor limpiaba la sangre en el rostro de su medio hermana con un trapo. -Si eso creo… me caí del caballo y me hice daño en la pierna… Respondió aún aturdida. -Vas a tener suerte si no se ha roto, no pinta muy bien, pero ese es ahora mismo el menor de tus problemas, cuando se entere padre… -Cuando se entere qué. Sigo respirando y de una pieza, más o menos. -Jah, bueno. Mejor que no lo sepas, pero ahora todo apunta a que te vas a quedar como un muñeco de prácticas con esa herida en la mejilla. Puede que incluso des miedo. -Que-guay. Ambos no pudieron evitar reirse ante la situación. Al rato, dos jinetes se acercaron al dúo.
-Ahí está, vuestro hijo la atiende. La voz de Robb Stark alertó a ambos. -¡Evelynn, oh dioses! Torrhen Greystark descabalgó y corrió hacia ellos. ¡Qué diablos pasó con lo de quedarse en la retaguardia, es que no fui claro! ¡Mi madre, que os han echo! -Tranquilo padre, estoy bien, me caí del caballo y me torcí una pierna, un Banefort, Ser Quenten ,creo, me intentó descabezar pero no lo logró, nada más. -¡Y ahora estáis marcada de por vida, siete infiernos! La herida recorría parte de la mandíbula hasta sus pómulos ¡Te enviaré de vuelta ahora mismo a…!
-Un momento, mi señor. Si me permitís. Robb descabalgó y se aproximó a Evelynn. ¿Es muy grave? Preguntó a Nieve. -No creo, no logro encontrar más que una torcedura, estará bien. Pero necesitará darle un respiro. -Genial. ¿Puedes ponerte en pie? Robb ofreció su mano a Evelynn. Esta la tomó. -Eso creo. Evelynn tiró y se puso en pie tras hacer bastante esfuerzo, tambaleando un par de veces. Gracias mi señor. -Pido perdón por la involucración de vuestra hija, Lord Greystark, seguramente se vio obligada por su honor. -Disculpadme a mi, mi señor, es mi culpa dejar a una niña ser partícipe de la lucha, me aseguraré de que no vuelva a ocurrir. -Os ruego que no la reprimáis por sus acciones, os aseguro que tengo una hermana totalmente igual a ella. La he visto con mis propios ojos como avanzaba sin miedo a enfrentarse al Matarreyes, su intervención ha sido de gran impacto moral en el enemigo e inspiradora para nosotros. -Gracias mi señor. Es todo un honor derramar por vos. Respondió Evelynn orgullosa y sonrojada. -Han muerto buenos hombres hoy, mi guardia personal tiene nuevas vacantes tras este día, delante tengo a dos miembros más que capaces y no pienso hacer distinciones por su condición. -De acuerdo, está bien, si es eso lo que consideráis no intervendré en el asunto, iré a hacer recuento con los hombres. Contestó Torrhen. Ya hablaremos tú y yo más tarde. Le dijo a Evelynn. Mi señor. Tras despedirse inclinando la cabeza regresó a sus menesteres.
-Gracias por el honor, mi señor. Os serviremos con lealtad ciega. Agradeció Gregor. -Como ya dije, no haré distinciones entré bastardos y mujeres, quien vaya a combatir a mi lado debe ser solo porque sus méritos lo han llevado hasta su posición. -A decir verdad, me habéis librado de una buena, ya estaría de regreso al Norte de no ser por vos. Los tres rieron un rato. -Veo que vestís el broche que os di. Comentó Robb con una sonrisa. -Pues claro, con todo el orgullo del mundo, aunque fue una pena tener que mancharlo con la sangre de vuestros enemigos. -No voy a regañaros por ello. Contestó. Volvieron a carcajear. -Demonios. Tengo que encargarme de un asuntillo. Vuelvo pronto. Evelynn hizo fuerzas para tenerse en pie sin ayuda. -Volved deprisa, nos reorganizaremos pronto.
