Brezal Marchito III - Juego de Tronos

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-Y recuerda, permanecerás a mi lado en todo momento y harás solo, lo que yo te diga

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-Y recuerda, permanecerás a mi lado en todo momento y harás solo, lo que yo te diga. Le dijo Torrhen a su hija mientras esta montaba a su semental.
-Que sí, que sí, ya me lo has dicho seis veces... Mientras Evelynn hablaba, Gregor se acercó cabalgando.
-Los hombres ya están en formación, padre, ya podemos partir.
-Muy bien, andado. El señor espoleó su caballo y lideró una partida que salió de Brezal Marchito.

Lord Greystark recibió la noticia de la captura del Guardián del Norte, Eddard Stark, mientras regresaba de cazar. Tras debatirlo durante mucho tiempo, cedió a la insistencia de su legítima primogénita de acompañarle a Invernalia, a sabiendas de que lo más probable era que a ello le siguiese la guerra.
La hueste que Gregor y su padre lograron reunir sobrepasaba con bastantes números los mil hombres, destacando una cuarta parte de ellos, los cuales eran jinetes bien adiestrados en el arte de la espada y la lanza, caballería de muy buen renombre en el Reino y bastante veterana. Tras hacer el recuento, partieron a la capital, dejando una pequeña guarnición de milicianos y arqueros, los cuales cuidarían los muros de más de diez metros de alto de saqueadores y bandidos en la ausencia del grueso. Fueron cuatro días de viaje a ritmo moderado, antes de que el ejército pudiese llegar a las puertas de Invernalia, una nubosa mañana.

-Mirad, padre, ya se ve el Castillo. Gregor fue le primero en avistar la fortaleza, valiendose de su preciada vista. A diferencia de su hermana, nunca había estado antes allí.

Un pequeño destacamento de hombres salió a recibir la marcha, al lado del corazón de un campamento instalado en las afueras. Los dos lobos huargos de ceniza se cruzaron de nuevo tras varios años.

-Lord Greystark, un placer recibiros en mis murallas, puntual como siempre. El propio Robb Stark se encargó de darles la bienvenida. Mi padre os cuenta entre uno de sus más leales vasallos.
-Saludos, mi señor, es muy amable por vuestra parte. Es toda una desgracia lo que le ha ocurrido, y es cierto, siempre fue un gran amigo mío. Torrhen se mostró muy respetuoso con el hijo de su señor.
-¡Robb! D... Digo mi señor... nos honrais con vuestra llamada, es bueno veros de nuevo.

-¡Oh! Bienvenida de nuevo, Lady Evelynn, el honor es mio. Ambos se estrecharon amistosamente la mano. Tanto Evelynn como Robb trataron de mostrarse algo más informales, pero las circunstancias se lo impidieron.
Desde su niñez, Evelynn había estado enamorada de Robb, consideraba al muchacho un caballero como el de los cuentos, y además, tenían la misma edad.

-Podéis acompañarnos a intramuros, los lobos huargos siempre son bienvenidos, porten el campo que porten.
-Con mucho gusto. Añadió Lord Greystark. Robb ojeó a Nieve por unos instantes.
-¿Vos debéis de ser Gregor, cierto?
-Así es, mi señor, el hijo natural de Lord Greystark. Un honor poder conoceros al fin. Stark asintió, tras ello estrecharon la mano formalmente.

Grandes Casas De Poniente - Casa Greystark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora