Rocadragón III - Vientos de Invierno

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El resto de su estancia en el hogar ancestral de la Casa Targaryen, la señora de Brezal Marchito estuvo conversando con ambos monarcas, ennobleciendo la persona del otro para intentar que frío y calor alcanzasen un punto neutro

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El resto de su estancia en el hogar ancestral de la Casa Targaryen, la señora de Brezal Marchito estuvo conversando con ambos monarcas, ennobleciendo la persona del otro para intentar que frío y calor alcanzasen un punto neutro. La maestra de armas logró éxito en sus intentos y logró convencer a la Reina Daenerys de que se permitiese a Jon y su séquito extraer vidriagón de las cavernas de la isla. Con un suplemento de armas capaz de hacer frente al ejército de los muertos, finalmente se podía decir que habían logrado algo en beneficio. Pese a todo, la Madre de Dragones seguía inmóvil en su cínica postura de ignorar la existencia de estos seres, el Rey en el Norte por su parte, se decidió a demostrar lo contrario.
El día de la partida los dos norteños volvieron a conversar mientras descendían las ya icónicas escaleras.

-Ya está todo listo, he enviado cuervos a distintas fortalezas para poder viajar directamente a Guardiaoriente del Mar, cuanto antes terminemos con esto antes habremos terminado, Daenerys me dijo que hizo lo mismo.
-¿Quienes se nos unen? Quiso saber Evelynn antes de emprender el viaje.
-Ser Davos viajó a Desembarco del Rey de Incógnito junto a Tyrion, van a traer a Gendry. Dice Davos que es uno de los  bastardos de Robert Baratheon.
-Mientras se sepa defender… ¿Alguno más?
-Ser Jorah Mormont. Allí en Guardiaoriente tengo un par de amigos, algunos son salvajes. Nos podrán guiar más allá del Muro, conocen el lugar incluso mejor que yo.
-Dioses… vamos de expedición más allá del Muro a encontrar y atrapar un espíritu con un tormenteño, un convicto esclavista que conspiró para matar a su reina y un par de salvajes. Perdonad el pesimismo pero presiento que se masca la tragedia.
-Ten confianza, si lo hacemos todo bien y no hay problemas entre nosotros, deberíamos de poder salir intactos. Nieve no parecía estar muy de acuerdo con su afirmación, pero no quería alterar a su consejera.

Una vez a abajo, como la Madre de Dragones prometió, Ser Jorah arribó a la costa para despedirse de La Reina Dragón. Finalizada la amarga despedida, el de la Isla del Oso se unió a la procesión de norteños para empujar las barcazas que llevaban al barcoluengo.
Durante la travesía de viaje, en la bodega, los tres se permitieron el lujo de intercambiar palabras.

-¿Alguno de vosotros ha estado en el Muro? Aunque lo dudaba, Jon quería saber si alguno experimentó por algún casual.
-Vuestro padre me quiso matar, y como mínimo enviarme a la Guardia de la Noche. Si lo hubiese echo hoy no estaría aquí. Mormont fue el primero en contestarle.
-Tenía sus motivos, pero me alegro de que no lo haya echo. ¿Qué hay de vos, Evelynn?
-Pues no hay mucho que decir… No he pasado nunca de Corona de la Reina, así que quitando el Nuevo Agasajo… nada.
-Pues no os mentiré, eso va a ser un problema. Ser Jorah ha vivido en sus carnes lo que es un invierno pero nosotros no, al menos yo crucé el Muro en varias expediciones pero dejadme deciros que el frío que hace allí no es nada comparable al de Brezal Marchito, sin ofender.
-¿Son los Otros capaces de rastrear fogatas por el humo? Utilizó la lobezna como contrargumento.
-Ni lo sé ni quiero comprobarlo. Pero si están cerca, ellos lo sabrán, tenlo por seguro.

Grandes Casas De Poniente - Casa Greystark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora