Prisión

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Como era miércoles y por la tarde no tenían clase, Marc, Vicky, Sam, Fran y Lucas llamaron a la detective Silvia Honks y fueron a su casa a entregarle la prueba. Mientras, Jenna, Erik y Claire habían ido a la cárcel a visitar al padre de Erik y tío de Claire.

Al principio les pusieron algunas pegas por entrar, pero era el padre del chico y al final les dejaron pasar. Se sentaron los tres en unas butacas que había en la sala. Todo era gris, las paredes, los sofás, la mesa, todo, parecía el decorado de una película en blanco y negro.

Al cabo de unos minutos entró un policía con un hombre de mediana edad enmanillado de manos y pies. El policía cerró la puerta y se quedó fuera mirando con semblante inexpresivo por la ventana que había en la puerta.

- ¡¡Papá!!- gritó Erik corriendo hacia el hombre, mientras una lágrima bajaba por su mejilla y le abrazaba- cuanto te he echado de menos.

- Y yo también hijo.

- ¡Tío Alexander!- dijo Claire cuando éste le miró.

- ¿Cómo estás Claire?

- Yo bien, pero Erik me está dando la lata cada día, le tienes que castigar- dijo haciendo que todos se pusieran a reír. Después el hombre dirigió la vista hacia la chica rubia que permanecía sentada en la butaca.

- Hola Jenna, cuanto tiempo, hace dos años, has crecido mucho desde entonces- eso hizo que la chica se sonrojara.

- Hola Alex, ¿cómo te encuentras?

- Yo bien, pero sentaos, sentaos, no vamos a estar todo el rato en pie- dicho esto se sentaron en las cuatro butacas, Erik en la de al lado de su padre y las dos chicas en las de delante.

- ¿Y qué Erik, has hecho amigos nuevos en la clase de Claire?

- Sí, bueno algunos amigos y amigas, pero también un enemigo, y bueno alguna persona algo más que amiga- Claire se puso a reír ante el comentario de su primo y por el otro lado,  Jenna se quería derretir allí mismo.

- Erik- le sobresaltó su padre- ¿no estarás saliendo con tu prima verdad?

- ¡No!- dijeron los dos a la vez.

- ¿Entonces porque te ríes, Claire?- preguntó el hombre extrañado.

- Bueno papá, veras, es que esta chica… digamos que es la rubia.

- Ya me lo dijo tu madre, cuando la conoció hace dos años en su último verano, que vosotros dos hacíais buena pareja, pero yo no lo creía, y aquí estáis. Tu madre estaría orgullosa de ti Erik.

- Lo sé papá.

- Oye, y has dicho que te habías ganado un enemigo, ¿cómo es eso, que has hecho ya?

- Yo nada papá, te lo prometo.

- Entonces, ¿quién lo hizo?

Un silencio muy incomodo reinó entre los tres jóvenes, como decirle que era por su culpa, aun que no lo fuera del todo. Era my difícil de explicar.

- Verás, el que lo hizo no lo hizo a propósito…

- Pero dime el porqué hijo que me estas impacientando.

- Bueno, es que ese chico, es el hijo de la mujer a la que disparaste- solo se oía el murmullo de fuera, nadie hablaba, no sabían cómo aceptaría eso el hombre rubio como su hijo, y de ojos color chocolate. Finalmente Erik se armó de valor y le explicó- Se llama Ángel, y da la casualidad que va a nuestra clase, aun que quizás por poco tiempo, se ve que en el instituto fueron a una excursión y asesinaron a un chico- a Jenna le cogió un escalofrío al recordarlo, y a Claire se le puso la piel de gallina- hemos estado investigando por nuestra parte, y quizás fue él el que lo mató, tenemos pruebas. Fuimos a casa del chico por la noche mientras él no estaba en casa, y usé el truco del clip que me enseñaste para abrir la puerta- el hombre sonrió- y cogimos una muñequera que llevaba ese día porque quizás contenía restos de sangre.

- ¿Sabéis que os pueden culpar de allanamiento de morada?- le cortó Alexander.

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Alberto ya no venía con ellos des de que rompió con Sam, des de entonces ninguno había hablado con él.

En ese momento Sam y los otros se encontraban en casa de la detective Honks. Vivía en una casa parecida a todas las de la pequeña ciudad, de dos pisos con jardín, algunos con piscina, como en la de Jenna y la de Marc, pero en la de la detective no era el caso.

Cruzaron la verja y llamaron al timbre, al instante les abrió la detective, se les hizo raro no verla con el uniforme, pero ellos también tienen vida aparte de su trabajo.

Les hizo pasar y se sentaron en el sofá y algunas sillas. Luego empezaron a hablar sobre lo que habían descubierto, sin decir nada aún de la muñequera.

- Hola chicos, me habéis llamado porque decías que teníais un sospechoso ¿verdad?

- Si detective- respondió Marc- verás, estuvimos pensando mucho y, bueno Claire al ver a Ángel tubo la intuición que él fue el chico que vio en el bosque cuando estaba mareada.

- ¿Ángel es ese que nos dijeron que se iba a hacer latinking?

- Si, pero no es verdad, solo lo hace para asustar.

- Vale, continúa por favor.

- Haber, creímos que pudo ser él porque, primero que Claire dijo que llevaba algo en las manos, cosa que podía ser una pala, y su padre es jardinero así que tiene una seguro, podría haber ido a esconder el cadáver pero nos adelantamos. Entonces otra cosa es que él digamos que fue el ex novio de Andrea, pensamos que podría hacerlo para quedarse con la chica. Y también está la cosa en que él fue la otra pareja junto con la parejita y yo y Alberto que fuimos por ese camino, así que lo podría haber hecho perfectamente.

- Ya pero chicos, me alegro mucho por vuestra colaboración en el caso, pero no tenemos pruebas para demostrar eso…

- Bueno…- dijo Fran metiéndose la mano en el bolsillo- tenemos esto, es la muñequera que llevaba Ángel ese día, quizás si golpeó a Víctor y le hizo sangre se haya quedado absorbida en el algodón.

- Vale chicos, me acabáis de dejar sorprendida, no había conocido a unos chicos tan entusiastas. Pediré que analicen la muñequera y ya os haré saber algo.

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- No habíamos pensado en eso…- dijo Claire.

- Tranquila Claire, mientras el detective no diga como lo habéis conseguido no pasará nada.

En ese momento el policía abrió la puerta y les indicó que ya deberían irse. Se levantaron y se dirigieron a la puerta. Erik abrazó a su padre prometiéndole que a la semana siguiente volvería, y a partir de entonces, a la otra semana que ya habrían empezado las vacaciones le visitaría dos veces por semana. Después Claire y Jenna se despidieron dándole dos besos y se dirigieron en direcciones opuestas, no obstante, Erik se giró un momento mientras veía a su padre cruzar una puerta metálica y girarse para despedirse otra vez.

Quién iba a creer que sería un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora