Tras una semana

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Eran las tres del medio día, y les tocaba, como cada viernes clase de gimnasia. Algunos no querían, era normal, pero no había más remedio.

Jack les indicó que es lo que harían hoy. Tenían que hacer un test que consistía en correr de lado a lado del campo de básquet, mientras sonaban unos pips, cada vez que sonara el pip tenían que salir, si no llegaban se les eliminaba. Se iba subiendo de nivel y cada vez el pip se repetía con menos tiempo haciendo que tuvieran que correr más para llegar al otro lado. Cada minuto subía un nivel y la nota contaba según el nivel en el cual que hubieras quedado.

Primero empezaron los chicos. Se pusieron a correr, algunos abandonaron en el quinto nivel, pues solo querían aprobar, Marc, Lucas y Alberto llegaron al octavo, mientras que Fran y Erik llegaron al diez.

Después fue el turno de las chicas. Jack estuvo insistiendo en que era mejor que Jenna no lo hiciera, pero la muy cabezota terminó corriendo igualmente.

Claire y Sam llegaron al séptimo, Vicky al décimo, mientras que Jenna tuvo que abandonar al quinto nivel porque se mareaba y notaba un fuerte gusto a sangre en la garganta al cual nadie pudo saber a qué se debía.

Al cabo de un rato volvió a estar bien pero Jack no le dejó que volviera a la clase.

A las cuatro y media les mandaron a los vestuarios y después de ducharse, se cambiaron y a las cinco ya les dejaron irse hacia casa.

Salieron y se quedaron un rato charlando, después cada uno se fue a su casa a buscar sus cosas para ir después a casa de Vicky. Pero Lucas y Jenna se quedaron hablando.

- Lucas... Verás lo nuestro...

- Jen, yo...- la interrumpió

- No, escúchame. Lo siento vale pero lo nuestro no puede seguir así, por Messenger era todo diferente, ahora hay algo que ha cambiado, físicamente te comportas diferente, hace días que eres muy frío conmigo y yo no puedo seguir así. Lo siento pero lo nuestro... Se acabó.

- Jenna… ¿Es Erik verdad el motivo?, si te gusta Erik pues me lo dices y ya está, pero no vayas inventándote otras cosas sin sentido. Lo entiendo, él es mejor que yo, es más fuerte, más alto, más guapo, más de todo pues vale vete con él.

- No, vas muy equivocado, no me gusta Erik… ¿pero tú no te das cuenta de lo frío que eres últimamente conmigo?, por lo que veo no, pero tú a lo tuyo- se fue andando hacia casa pero se volteó un momento y repitió- que te quede claro, ¡no me gusta Erik!

Lucas se quedó donde estaba, no sabía qué hacer, no podía moverse. Quizás la chica tuviera razón, por el MSN podían hablar de lo que quisieran, y solo les afectaba a ellos dos, al traspasarlo a la vida real todo había cambiado, veía a la chica de una manera distinta, la veía frágil, como si fuera una muñeca de porcelana, y eso hacía que la tratara de esa manera. Pero ya era demasiado tarde, además, se había dado cuenta de que en realidad ya no la quería como la quiso, los besos no tenían sentido, las palabras no tenían emoción, la chica tenía razón, lo suyo solo podía funcionar a través de una pantalla, donde estuvieran lejos, solo con palabras, nada más. A un Te quiero escrito le veía más sentido que a uno dicho. Y ahora ella se había enfadado, tendría que solucionarlo de alguna manera, porque podría perder su amor, pero por nada del mundo quería perder su amistad.

Pasaron las horas y se hicieron las siete, Vicky estaba en su casa, había conseguido que sus padres le dejaran la casa para ella sola y ellos se fueron al pueblo durante el fin de semana. Se tumbó en el sofá y se puso a ver la tele.

Al cabo de cinco minutos llamaron a la puerta, se levantó y fue a ver quién era. Abrió la puerta y se encontró con unos ojos negros.

- Hola Vicky

- Hola Ángel ¿que querías?

- Yo te quería preguntar... si tu irías esta noche a la disco ya sabes…

- Es que no puedo, hoy vienen los chicos a dormir en casa.

- Ah, ya tienes planes, bueno pues nada. Me voy, y por cierto vigila con quien te relacionas- después se fue sin más. Y la chica se quedó quieta viendo como se alejaba, sin saber qué hacer. Iba a cerrar la puerta cuando vio que a lo lejos se acercaban Lucas y Jenna riendo. Se esperó a que llegaran.

- Hola chicos- saludó cuando estaban ya en la entrada del jardín.

- Hola- respondieron al unísono.

- Pasad, pasad, ahora irán llegando.

- Vale

Entraron en el salón, era muy grande, tenía un sofá en el medio, una televisión enorme en la pared y algunos muebles estaban apartados para tener espacio.

Fueron llegando todos. Después de Lucas y Jenna llegaron Marc y Fran, y al cabo de un rato Erik y Claire.

- Hola, oye una cosa que se ve que al final Sam y Alberto se van a la disco total que nos quedamos nosotros solos.

- Que amable por su parte- reprochó Fran

- Bueno ahora podemos dormir mas amplios, cuatro en el sofácama y otros tres en la hinchable, tranquilos que el sofá es muy grande, hemos llegado a dormir cinco comodamente

- Yo me pido en medio y en el sofa- dijo Claire.

- Vale y yo a tu lado- dijo Vicky

- Vale y Marc a mi otro lado y Fran en el tuyo

- Yo no duermo en una punta- dijo Jenna mirando a Lucas y Erik- así que os apañais como querais.

- Pues te pones en medio de los dos- propuso Lucas.

- Vale, con tal de no estar en una punta lo que sea.

- Pues ya está, decidido

- Ahora falta montarlo todo. ¿Quien sube conmigo para cojer el hinchable?

- Va ya voy yo- dijo Erik- pero Fran ven tu tambien.

- Vale- respondió con desgana.

Subieron arriba y cuando bajaron Jenna y Lucas les estaban contando a Claire y Marc que ahora solo eran amigos. Y luego se lo repitieron a los otros tres, lo cual hizo que a Lucas se le dibujara una sonrisa, que todos atribuyeron a que por lo menos no se habian enfadado.

Hincharon la cama y montaron el sofá, era muy grande y como habia dicho Vicky, cabian perfectamente.

Depués de prepararlo todo, se pusieron a jugar a cartas, siempre ganaba Vicky pues solia jugar con su hermano pequeño.

- Vicky haces trampa, seguro que tienes las cartas trucadas- dijo Jenna.

- Jenna, sabes que no es verdad- se defendió la pelirroja.

- Bueeno vale, pues entonces tu no juegas que siempre ganas- dijo Claire.

- ¿Y si hacemos otra cosa?- propuso Lucas

- ¿Quereis jugar al twister?- preguntó emocionada Vicky.

- Si, que así gano yo- se emocinó Jenna ya que era la más flexible porque hacia gimnasia artistica

- Jugad vosotras, yo no juego, yo giro la ruleta- dijo Lucas.

- Bueno vale. Pues voy a buscarlo- Vicky se fue al piso de arriba y al cabo de poco volvió a bajar con una caja de colores rojo, amarilo, verde y azul.

Se pusieron a jugar al twister y a retorcerse, se cayeron unos encima de otros, y se lo pasaron muy bien pero terminaron aburriendose, pues solo podian jugar tres a la vez y los otros se tenian que quedar mirando.

Después fueron a pasear un rato y sobre las nueve de la noche volvieron a casa. Faltaban dos horas para empezar con el plan.

Quién iba a creer que sería un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora