Buenas notícias

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Mientras Sergio había salido, se puso a mirar como estaba, la pierna enyesada, los brazos y seguro, y que no sería lo único, llenos de moratones, sentía algo en la espalda que hacía que la tuviera muy tensada. Pero sobretodo lo que más le dolía no era todo lo que pudiera tener herido físicamente si no el hecho de que Fran había muerto por su culpa.

Al cabo de unos minutos entraron sus padres, junto con Sergio y un médico, era joven de unos veinte años más o menos, castaño de ojos del mismo color, con una bata blanca y una libreta en las manos.

- Hola señorita Samantha. ¿Cómo se encuentra?

- Estoy bien, bueno con un dolor inhumano en la pierna, pero es normal ¿No?

- Si, e incluso es benefactor, eso quiere decir que tienes sensibilidad, es decir que no te has quedado paralítica como temíamos.

- Bueno y también me duele todo el cuerpo. Una pregunta, ¿que tengo en la espalda?

- Tienes un corte de lado a lado, te tuvimos que poner ocho puntos. Tienes la tibia y el peroné destrozados, por poco no te tenemos que poner unas placas metálicas para sujetártelos, al final no hizo falta pues al estar en coma no te moverías. Y tienes un pequeño esguince en la última vertebra por suerte no se ha visto afectada la medula. Pero basta de charla, te tengo que hacer algunas pruebas, luego te llevarán a hacerte una radiografía.

En ese momento entraron por la puerta los padres de Sam junto con Sergio la madre de la chica se acercó corriendo, abrazó a su hija y se puso a darle un montón de besos en las mejillas y la frente.

- Señora por favor, necesito hacerle unas pruebas, y ahora la chica necesita descansar.

- Si doctor, lo siento- dicho eso se sentó en una butaca al otro lado de la cama y le cogió una mano.

Axel y Erik habían salido para ir a tirar las bolsas de basura. Las echaron dentro del contenedor y se dirigieron a la casa. Estaban a punto de abrir la puerta cuando Axel cogió del hombro a Erik y este se giró.

- Erik, te lo advierto, como mi hermana derrame una sola lágrima por tu culpa te las verás conmigo. Solo te voy a recomendar una cosa. Parece que sea muy lanzada y de todo pero en realidad le cuesta muchísimo avanzar, es muy tímida y le dará miedo, pero no el miedo normal sino un miedo interior que le hará mucho daño porque ella querrá seguir adelante pero ese miedo la frenará, te lo digo porque el que la tuvo que ayudar hace unos cuantos meses fui yo. Por favor te lo pido como amigo, cuídala y no la fuerces.

- Lo sé Axel, tampoco la quería forzar a nada, y menos como está la situación. Esta muy afectada después de todo lo que está pasando, Alberto está jugando con ella y la esta torturando psicológicamente, aun que ella intente ser valiente está muerta de miedo, la he intentado ayudar para que no la lastimara más pero no se deja. La pobre tenía unas ganas inmensas de que tú regresaras, te necesita a ti más que a mí, yo solo te estoy ayudando mientras no estabas, pero ella te necesita a ti en estos momentos porque tú la conoces mejor que yo. Sé que tu faena no es fácil por eso y porque la quiero te voy a ayudar.

- Gracias.

Erik se giró y abrió la puerta sonriendo. Jenna, Claire y Christian hablaban animadamente en el sofá, los padres en la mesa charlaban sobre la economía.

Jenna se levantó y Erik se sentó, para después sentarse la chica encima, por otro lado Axel se sentó encima de Christian

- Oye Jenna, te quedas a dormir, es que mis padres se van a casa de mi abuelo que se encuentra mal y van a pasar la noche allí.

- Si, y que Axel también se quede- propuso Christian.

- Si claro pero hermanito, donde va a dormir, que yo sepa solo hay dos camas en la habitación de invitados que ahora es de Erik, es decir que solo queda una y que se quedara Jenna lo he pedido primero.

- Bueno pues montamos uno de los colchones hinchables y que duerma en mi habitación y todo solucionado, o si no, mi cama es bastante grande, podemos dormir los dos.

- Ya… dormir…- susurró Erik, pero Christian lo escuchó y le dio un golpe en la cabeza- aix, no hacía falta.

- Si que la hacía.

El móvil de Jenna empezó a sonar, lo miró y lo cogió.

- Hola Sergio, ¿qué pasa?- no oyeron lo que respondía- ¿Qué? Sam ha despertado- se puso de pie de la alegría- ¿Y cómo está?- dijo algo al otro lado del teléfono- Sí, te había llamado, es que nos ha llamado antes la detective y quiere que vayamos mañana a su casa a las doce. Sí. Bueno pues hasta mañana, y dale recuerdos a Sam de nuestra parte.

- Que suerte, Sam está bien- Claire se había levantado para escuchar lo que decía Sergio y ahora estaba la pelinegra y la rubia abrazándose- Mañana después de volver de casa de Silvia la vamos a visitar.

- Está claro que sí.

Estuvieron hablando unas horas más hasta que los padres de Jenna y más tarde los de Claire se fueron. Se pusieron a ver una película. Cuando finalizó eran las dos de la noche y decidieron ir a dormir. Axel finalmente durmió con Christian, pues no tenían ganas de montar la otra. Claire se fue a su habitación y Jenna en la de invitados, la de Erik.

Era bastante grande, había una cama en un lado de la estancia y otra en el lado opuesto. Estaban separadas por un escritorio contra la pared con una ventana, las paredes eran de un color naranja oscuro, en los pies de la cama de la derecha, la de Erik había un armario, en la otra, una cajonera. Jenna estaba tumbada en una cama y Erik en la otra, hablando, las luces aun estaban encendidas. De repente, Jenna se levantó de golpe y salió fuera, se dirigió a la habitación de Christian y entró.

- ¡Jenna!- gritó Axel que se estaba terminando de subir unos pantalones de pijama que le había prestado Christian.

- Joder, ya es la segunda vez en un mismo día, el siguiente quién será, ¿Erik?

- Tampoco te importaría- comentó Axel, la chica le sacó la lengua modo de burla- bueno, ¿que querías?

- Nada, solo desearte buenas noches. Y bueno decirte, que no te olvides de usar protección no sea a ser que te quedes embarazado.

Christian se miraba la escena apoyado en el marco de la puerta que daba a un pequeño baño, pero no pudo evitar reír.

- Que dices loca, eso tú, que como te quedes embarazada, primero mato a  Erik y luego a ti.

- Yo también te quiero, buenas noches- le dio un beso en la mejilla y salió de la habitación sonriendo, aun oyendo a su hermano gritar, que no iba en broma- ¡Jenna Amy Marshall, ven aquí ahora mismo!- la chica bufó y dio media vuelta.

- ¡Axel Charlie Marshall!, ¿Se puede saber que quieres?

- No chilléis tanto- se oyó decir a Claire a lo lejos.

- Vale- respondió Jenna aun gritando- y tú responde a mi pregunta.

- Buenas noches- dijo con una sonrisa en la cara. Jenna soltó un bufido mientras movía la cabeza de lado a lado y se dirigió otra vez a la habitación.

- Ya está, me voy a dormir, buenas noches Erik.

- Buenas noches Jen- acto seguido cerró la luz.

Hacía apenas un par de horas que se había dormido cuando se volvió a despertar. Se levantó de la cama y fue a abrir la puerta.

- ¿Dónde vas?- oyó detrás suyo.

Quién iba a creer que sería un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora