- ¡Vicky, despierta!- oyeron Erik, Marc y Lucas des de la puerta principal.
- Pobrecita, se va a cabrear si la despiertan así- comentó Marc riendo.
- Vamos atrás que están allí
- Sí, vamos- fueron por el rededor de la casa hasta que llegaron donde estaban las chicas, estaban las tres al rededor de Vicky que estaba tumbada en el suelo.
- Pobre Vicky luego se va a cabrear con vosotras si la despertáis tirándola a la piscina- dijo Erik.
Jenna, Claire y Sam se giraron sobresaltándose y destapando el cuerpo de la chica.
Erik, Lucas y Marc las vieron a las tres con los ojos rojos de llorar, las lágrimas cayendo por sus mejillas y unas caras muy asustadas. Después vieron el cuerpo de Vicky, pálido y mojado, con un trapo en la boca y las manos y los pies atados. Corrieron los últimos metros que les faltaban hasta llegar al lado de las chicas.
Lucas le hizo el boca a boca sin obtener resultados, por lo menos satisfactorios. La chica no tenía pulso.
- ¿Que ha pasado?- logró articular Lucas al cabo de mucho rato de silencio y lágrimas. Erik abrazaba a Jenna, Marc a Claire y Lucas le había cogido la mano a Sam.
- Aa...al...- intentó decir Jenna pero su respiración entre cortada se lo impedía. Se recostó en el pecho de Erik y continuó llorando mientras el chico le acariciaba el pelo.
- Alberto- dijo al cabo de un rato Sam con rabia mientras se intentaba secar las lágrimas, pero por mucho que lo intentara seguían saliendo, era imposible parar, porque eso ya era demasiado.
Lo de Víctor se les había hecho soportable, al fin y al cabo no hablaban demasiado, pero Vicky, la pelirroja era su mejor amiga, compartían sus locuras con ella, sus tontas frases, pero sobretodo esas risas en cualquier momento.
- ¿Dónde está Sergio?- preguntó preocupada Sam después de mucho rato de silencio, se habían levantado todos y estaban en pie.
- No nos lo hemos encontrado por el camino, ya debería estar aquí- respondió Erik.
- No, no me digas eso, ¡dime donde está Sergio!, Erik esto no tiene gracia. ¡Dímelo ya!- estaba gritando muchísimo.
- No es broma Sam, tranquilízate.
- ¡Que me tranquilice!- gritó desesperada- ¿Cómo quieres que me tranquilice joder, que han matado a Vicky, tienen a Fran secuestrado y Sergio no aparece?
- ¿Que tiene a Fran ¡qué!…?
- Alberto tiene a Fran secuestrado- explicó Jenna ya más calmada- si no hacemos que la policía deje de buscarlo terminará como…- giró la cabeza hacia el cuerpo de Vicky, que permanecía en el borde de la piscina.
Sam había salido corriendo hacia dentro de casa, los demás la siguieron excepto Claire y Jenna que se quedaron con Vicky mientras se abrazaban.
- Vamos dentro, estoy preocupada por Sergio- comentó Jenna a lo que Claire terminó asintiendo.
Sam estaba con el móvil buscando en sus contactos hasta llegar a la S, tocó encima del nombre de Sergio pues el móvil era táctil, pulsó la tecla verde y esperó. No contestaron y lo volvió a probar, esta vez con más suerte.
- Hola Sami, lo siento estaba ayudando a mi hermana en una cosas, ahora vengo ¿vale?
- No- respondió secamente.
- ¿Porqué, que te pasa, te has enfadado o algo?
- No vengas, no salgas de casa, ya han habido demasiados secuestros y muertes. Por favor hazme caso, no salgas de casa.
- Sam me estás asustando, dime qué pasa.
- Tú no te muevas, ahora te venimos a buscar. Sé que eres capaz de defenderte ante Alberto pero no quiero que haya más desapariciones.
- De acuerdo me quedaré en casa, pero cuéntame que pasa.
- Alberto ha secuestrado a Fran- se oyó un ¡¿Qué?! Al otro lado de la línea pero la chica continuó- y Vicky está muerta. Cuelgo ya.
- Pero…- se terminó de oír justo antes de que la chica colgara.
- Sergio está en su casa, vamos a buscarlo, sería demasiado arriesgado que viniera solo.
- Vamos- dijo Jenna, en general- pero… ¿qué hacemos con Vicky? No la dejaremos allí.
- La enterramos- propuso Sam- si no nunca podrá descansar en paz.
- No la vamos a enterrar- le contradijo Jenna- nos acusarían de cómplices.
- Pues llamamos a la policía y que se ocupen ellos- intervino otra vez la ojigris.
- No podemos llamar a la policía, matará a Fran- expuso Jenna.
- Tiene razón- dijo Lucas
- Jen, debemos llamar a la policía- dijo Erik acerándose a ella
- Pero y Fran…
- Escúchame- le cogió con las manos la cara y la miró a los ojos- llamamos a la policía, vale, pero no le contamos lo de que Alberto te ha llamado porque si no, lo van a buscar con más patrullas. Y así se llevan el cuerpo de Vicky y se ocupan ellos.
- Pero mientras no vienen qué, vamos a dejarla allí, ella no merece esto.
- Mira Jenna- dijo Sam para animarla un poco- me voy a buscar a Sergio y cuando vuelva que diga que es lo mejor, y así ya está todo solucionado.
- Tu sola no vas a ir a buscar a Sergio- dijo Claire repentinamente- si no sería lo mismo, Sergio no puede venir solo pero tu si puedes ir, no, que alguien vaya contigo, yo me quedo con Vicky.
- Ya voy yo- propuso Lucas.
- No hace falta además, Alberto y yo estamos en el mismo nivel, soy capaz de defenderme y hay muchas cosas que puedo decirle para que se desoriente un segundo y aprovecharlo y atacar. Es decir que voy yo sola- se había acercado a la puerta y la había abierto- además quiero hablar con Sergio a solas.
- Sam tu no vas a ir sola- empezó Lucas- por mucho que seas igual que Alberto, sigue siendo Alberto, está loco, se le ha subido a la cabeza y no se le puede controlar, así que no vas a ir sola, vas a ir con alguno de nosotros porque si no…- pero era demasiado tarde, silenciosamente Sam había salido y había cerrado la puerta con cuidado mientras Lucas hablaba sin enterarse de nada.
Ahora estaba corriendo, sabía que le seguirían y no quería ponerlos a ellos también en peligro, cuando dobló la esquina empezó a andar a paso rápido. Casa de Sergio estaba bastante cerca de la de Jenna no tardaría más de cinco minutos en llegar.
Estaba a punto de doblar la última esquina des de la cual se vería la casa de Sergio cuando oyó una voz cerca de ella.
- Hola Sam, volvemos a vernos.
La chica se giró lenta y tranquilamente hasta que se encontró cara a cara con unos ojos azul hielo que la observaban con una frialdad que haría estremecerse de miedo a cualquiera que los mirase. Pero ella conocía muy bien esos ojos y podía saber qué había detrás de esa mirada.
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Quién iba a creer que sería un asesino
Misterio / SuspensoUna divertida excursión con la clase pudo convertirse en la peor pesadilla para algunos. Querer quejarte de la nota, volver al bosque y encontrar algo. Un compañero ha sido asesinado. Sospechas, pronósticos... pero mientras tanto, más muertes. Tendr...