Quién iba a creer que sería un asesino

Capítulo especial cumpleaños

Primero de todo decir que esto no es del todo un capítulo, la historia terminó hace tiempo, pero esto lo escribí para un día especial. Hacía justamente dos años que empecé con la historia, al principio, solo era una simple redacción para la escuela que ocupaba una pagina por delante y por detrás, solo era una simple carrera de orientación que llegaba todo el mundoa  casa y todos felices, luego empecé a pensar en el resto dando así 46 capítulos que en realidad estan divididos en una historia de tes partes aun que aquí esté todo junto. Y como motivo del cumpleaños, decidí escribir un capítulo, un poco especial y que se va bastante de la idea de hacer una historia verosímil. Mejor me dejo de historias y bueno, aquí os dejo el capítulo.

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Habían pasado un par de años desde que Alberto había salido en libertad. Ya no eran los mismos de antes, habían madurado, y crecido. Aun que  algunos se habían visto obligados a crecer un poco más rápido de lo normal a causa de los hechos. Pero esos mismos hechos, les habían hecho permanecer unidos.

Se encontraban en el parque, el mismo parque donde años atrás, antes de que todo empezara, Alberto y Marc habían hecho las paces con Fran y Lucas. Por desgracia, de esos cuatro ya solo quedaban dos, uno de ellos, el, en parte, culpable.

- Sabéis chicos- empezó hablando Claire saliendo de su ensueño. Se encontraba tumbada en el césped, entre las piernas de Lucas, mientras que este estaba apoyado en un árbol- se que puede parecer una locura, también se que la mayor parte no me apoyaréis, la otra, me tomareis por loca, mas de lo que ya pensáis, en el caso de que eso fuera posible, obviamente. Pero tengo la fe en que alguien crea que es una buena idea.

Y así, como volviendo a la infancia, a un juego de niños, fue como Claire fue contando su idea al resto, a su primo Erik, a Jenna, Sam, Alberto, Sergio y Lucas.

- Claire, por favor, tienes veinte, casi veintiún años, ¿como puedes creer en eso?- le reprochó Sergio

- No creo que sirva de nada, yo no creo que esas cosas funcionen- dijo Sam.

- No creo que sea buena idea, solo por si acaso yo no lo intentaría- dijo Lucas.

- Yo creo que estas loca, aun que llevo toda mi vida pensándolo- dijo Erik, con el que todos estuvieron de acuerdo.

- Yo creo que por probar no perdemos nada- dijo Alberto sintiéndose culpable. Él apoyaba la idea por el hecho de que era lo mínimo que podía hacer- ¿Jenna? Tu no has hablado todavía

- Estoy pensando, es una idea bastante loca, pero si funcionara como queremos que funcione, no me digáis que no estaría bien. Yo les hecho de menos.

- ¿Porque no intentarlo?- les animó Claire- si no funciona, no perdemos nada, pero si funciona, seria genial.

- He conseguido un tablero- anunció Sam entrando con Claire en el piso que compartían Erik, Sergio, Lucas y Alberto.

- Perfecto- dijo Alberto yendo a saludar a su chica- Solo nos falta que lleguen Erik y Jenna.

- ¿Dónde están? - preguntó Claire.

- Erik ha ido a buscarla con la moto- le respondió su novio Lucas- ya sabes, desde que cumplió los dieciocho y se sacó el carné, que va a todas partes con su moto, y a Jenna le encanta ir en el sidecar.

Oyeron el sonido de un motor apagarse y supieron que los dos que faltaban habían llegado.

- Hola a todos- saludó Erik sacándose el casco y cogiendo el que le tendía Jenna.

- Al fin llegáis- se quejó Claire.

- Anda calla enana- le respondió su primo revolviéndole el pelo haciendo que ella le pegara en el brazo.