A veces, solo es cuestión de azar

53 2 0
                                    

Dos semanas después Sam ya podía salir de la habitación e ir por el hospital, eso sí, con una silla de ruedas, por suerte, la médula espinal no la tenía afectada como se había pensado en un principio, pero aun así no podía andar por culpa de la pierna que estaba demasiado mal como para que pudiera ir con muletas.

Habían salido a pasear por los jardines del hospital Sergio llevaba la silla de ruedas de Sam mientras los otros iban a su lado.

Durante ese tiempo, Marc ya le había contado a Claire que se iba al cabo de nada y se los veía más juntos que de normal.

A la semana siguiente Sam ya podría salir del hospital y continuar con su vida, aunque durante los dos primeros meses debería permanecer atada a la silla de ruedas la mayor parte del tiempo, e ir a rehabilitación cada día.

Después de estar media hora hablando, sentados en un banco del hospital. Empezaron a recordar lo que había pasado hacia poco más de un mes y que parecía que hubiera sido ayer.

- Esto me recuerda a cuando empezó todo- empezó Jenna- y estábamos sentados en este mismo banco los ocho: Yo que estaba ingresada y Lucas, Marc y Claire, Sam- hizo una pausa y suspiró- Vicky y Fran y...- hizo otra pausa muy larga, mucho más que la anterior- Alberto.

- Recuerdo que estábamos tan solo preocupados por ti y por tu cabeza- dijo Lucas- y por Víctor, tan solo eso. Tu y yo salíamos juntos, Sam y Alberto llevaban vete a saber cuántos meses juntos y parecía que llevaba para largo, y Vicky y Fran que empezaron a salir el mismo día que nosotros...

- El día de la carrera de orientación- concluyó la rubia.

- El día en que empezó todo- siguió Marc- no sé cómo no me pude dar cuenta de que Alberto había desaparecido un momento. Ahora lo pienso y me doy cuenta de lo imbécil que fui, como no le vi las intenciones.

- No pienses eso Marc- le dijo Sam des de la silla de ruedas- por lo menos por tu culpa no murió uno de tus mejores amigos. Por la mía, Fran está muerto.

- Sam- casi grito Jenna- ni se te ocurra volver a pensar eso vale. No fue tu culpa, por nada del mundo.

- Jenna tiene razón cariño, tu no tuviste la culpa ya sufriste bastante además no quiero ni saber que te hizo ese hijo de... Mira no termino porque su madre no tiene la culpa de nada. Pero no pienses eso. No podías hacer nada, si te hubieras visto como te encontré en medio de la calle te lo digo de verdad que por nada del mundo se te ocurriría semejante estupidez.

- Pues mira puestos a culparse. Silvia y Esther tampoco estarían muertas si no fuera por mi culpa- dijo la ojiverde.

- Bueno y mía también por venir contigo a la cocina y obligarte por decirlo de una forma a poner el altavoz- dijo Claire.

- Y en parte también fue mía- continuó Erik- debería haber comprobado que no lo escuchaba nadie y me dejé de revisar la ventana de la cocina que estaba abierta de par en par.

- Cada uno tiene su parte de culpa- terminó Sergio- yo también, si hubiera venido antes Fran estaría vivo y ahora mismo no estaríamos aquí discutiendo por esto porque Sam estaría bien.

- Sabéis una cosa- empezó Claire- si Vicky y su optimismo estuvieran aquí, lo que ahora mismo nos diría es que nadie tiene la culpa, que tan solo fue simple casualidad, muchas veces pero solo eso, simple azar.

- Creo que ni tan solo Vicky en esta situación sería optimista- comentó Sergio

- Te puedo asegurar que si, siendo como es

- Como era ella. Seguro que si lo pensaría.

- Bueno pero no le podemos hacer nada. Creo que ya que la policía no hace casi nada- dijo Marc- deberíamos buscar a Alberto por nuestra cuenta y más después de lo de Silvia.

Quién iba a creer que sería un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora