Unos vienen cuando otros se van

18 2 0
                                    

La señora Lewis, Jenna y Claire lloraban, Marc también, no tan solo dejaba atrás a sus amigos, dejaba su infancia, su casa en la cual había vivido des de que nació, la barandilla de las escaleras donde tenía fotos dando sus primeros pasos. Todas las fiestas de cumpleaños celebradas en la piscina, y todos los buenos momentos que había pasado en el barrio, el instituto, el parque, pero sobretodo toda la gente con la cual había pasado todos los mejores momentos.

Ya se había despedido de Jenna, Claire y Erik.

- Mama, voy un momento al baño- dijo intentando no llorar más.

- De acuerdo hijo, pero no tardes, tu padre nos está esperando.

Marc entró en la casa por última vez. Subió al piso de arriba y se dirigió a su habitación. Sacó el móvil y llamó a su primo.

- Marc

- Lucas, necesito que me hagas un favor, no como primo sino como amigo.

- De acuerdo, dime.

- Cuídame a Claire. Le he dicho todo lo que te dije que le diría, pero sigo preocupado por ella, y sé que sois muy amigos desde siempre, y no quiero que cometa ninguna estupidez al irme.

- De acuerdo Marc, cuenta conmigo. No le va a pasar nada, te lo prometo.

Acto seguido colgó y se paseó por la habitación ahora muy ordenada, pero también vacía, después entró en todas las demás habitaciones, bajó al comedor y la cocina intentando retener todas las imágenes posibles, finalmente se dirigió al baño.

El suelo estaba mojado y la bañera llena, el agua iba sobresaliendo por los lados sin cesar. El grifo no paraba, se había atascado y no lo podía cerrar.

____________________________________

Fuera, Jenna hablaba con la señora Lewis.

- ¿Una pregunta, saben cuándo podrán volver?

- Jenna, la verdad, no lo sé, si fuera nuestra decisión no nos iríamos por nada del mundo, Marc tiene muy buenos amigos aquí, y es muy feliz. Y sé que está sufriendo mucho con todo esto, pero no podemos hacer nada, la empresa nos ha mandado a Dinamarca porque allí falta personal y aquí sobra. No tenemos elección. Sé que lo has estado ayudando y la verdad, te lo agradezco, des del día en que estuvisteis hablando, se le ve más animado. Yo no sabría que decirle.- hizo una pausa larga y al cabo de un rato añadió- Jenna, por favor, puedes ir a buscarlo, hace ya diez minutos, debe estar deambulando por la casa, y tenemos que irnos ya, yo voy encendiendo el coche.

- Ahora vuelvo señora.- entró en la casa- ¡Marc! ¿Dónde estás?, tu madre te llama- Subió a su habitación, pero no lo encontró, después decidió ir a ver si estaba en el baño. Llegó y llamó a la puerta- Marc, venga, sé que es difícil, pero así no conseguirás nada, ya lo hablamos, no va a pasar nada, y por Claire no te preocupes, que yo la cuidaré.- hizo una breve pausa y continuó- Voy a entrar, ¿Vale?- giró el pomo de la puerta, pero ésta no cedió- saca el pestillo.- entonces se dio cuenta de que el suelo estaba mojado, el agua salía por debajo de la puerta- ¡Marc, responde!- gritó sobresaltándose. Hizo silencio, se oía un grifo y el agua correr, nada más. Intentó forzar la puerta, pero no tenía suficiente fuerza- ¡Erik! Ven, rápido.

Erik oyó levemente que Jenna le llamaba y entró corriendo. El móvil de Claire se había puesto a sonar y ésta lo cogió.

- Claire, toma las llaves del coche- dijo la señora pelirroja- está encendido, voy a ver qué pasa.

- Si, si tranquila- dijo la chica mientras le asentía con la cabeza a la mujer y acto seguido respondía a la llamada- ¿Lucas?

- Claire, oye, que mi hermana acaba de nacer, que estoy en el hospital, era para que lo supierais. ¿Cómo estás? ¿Claire, estás bien?

Pero la chica no respondió, una mano mojada le había tapado la boca, de repente vio como el móvil caía al suelo, y al cabo de unos instantes estaba dentro del coche, sin ver nada más que una tela, y sentir como tenía las manos atadas.

_____________________________________

Dentro de la casa, Erik, con el permiso de una señora Lewis muy preocupada, y después de muchos intentos, consiguieron romper un trozo de puerta a la altura de donde estaría el pestillo. Metieron la mano por el agujero lleno de astillas y quitaron el pestillo, hicieron girar el pomo de la puerta y la abrieron.

El cuerpo de Marc tumbado con la cabeza dentro de la bañera, en uno de los brazos se le había salido el hombro al hacer fuerza con la mano apoyada en la bañera. La señora gritó, Jenna se dirigió corriendo hacia el pelirrojo y Erik detrás de ella.

Fue en ese momento cuando oyeron el rugido de un motor, y el sonido de unas ruedas chirriar con el asfalto. Erik se levantó de golpe y corrió hacia la puerta, pero era demasiado tarde, el Ford Fiesta estaba doblando la esquina y cuando llegó hasta allí ya lo había perdido de vista.

_____________________________________

Lentamente sintió como el choche reducía la velocidad después del acelerón inicial. Estaba asustada, no sabía dónde se dirigían, intentó gritar, pero tenía la voz quebrada y no pudo más que susurrar. Oyó reír a alguien a su lado. No lo veía, pero sabía quién era, ese que una vez fue amigo suyo. Al cabo de poco se dejó de oír el tráfico de coches durante la tarde del domingo. Ya anda podía irle peor.

- Hola Claire, cuánto tiempo.

- Alberto, ¿dónde me llevas?

- A un lugar que no conoces todavía, pero no tardarás en conocerlo, nadie lo conoce, bueno Sam si. Además, no soy tonto Claire, no te lo voy a decir, eres demasiado lista. Solo te voy a decir una cosa. Es el último sitio el cual visitaron Fran y Vicky, lástima que no lo pudieran contar después. Y tú quizás tampoco lo hagas.

______________________________________

Erik estaba que se subía por las paredes, no paraba de dar vueltas por comisaria, Jenna estaba sentada en una de las sillas mirándolo. Antonia, que así se llamaba la madre de Marc, iba y venía del baño con pañuelos en la mano.

- Erik, siéntate, cálmate- le susurró Jenna llorando.

- ¡No puedo joder!- gritó dando un puñetazo en una de las paredes de la sala.- acaban de matar a uno de mis mejores amigos, el cual en estos momentos debería estar a salvo en un avión con vuelo a Dinamarca, y mi prima ha sido secuestrada, ¿cómo quieres que me calme?

- No lo sé Erik, pero me estás estresando con tanto dar vueltas, si quieres dar vueltas te vas fuera, me estás estresando más de lo que estoy. Quizás no es mi prima, pero es mi mejor amiga, yo también estoy afectada sabes

En esos momentos entraron a la sala mucha gente, alguna llorando, otra intentando no hacerlo. Sam con la silla de ruedas llevada por Sergio, Lucas y su hermano mayor llorando, el padre de Marc llorando se dirigió directamente a abrazar a su mujer; los padres de Claire, la mujer llorando y el hombre consolándola, finalmente llegaron Christian y Axel

- Mira estoy harta ya- gitó Jenna- Harta de que todos aparentemos no estar afectados, intentando disimular que no nos pasa nada, solo por el hecho de que no queremos hacer sufrí a los demás, porque ya es mucha gente la afectada, pero no solo me refiero a Víctor, Vicky, Fran, Esther, Silvia, Marc y Claire. Me refiero a todos y cada uno de los que estamos en esta sala, Erik, Sam, Lucas, Sergio y yo. Llevamos soportando todo esto des del principio, pero nadie ha tenido la suficiente voluntad de preguntarnos nada, ni tan solo entre nosotros, por el hecho de no querer hacer sufrir más al recordarlo, pero eso, al menos en mi caso, lo ha ido aumentando, todo lo he acumulado, que de alguna forma necesitaba sacar, pero no he podido, por ese mismo motivo, por preocuparnos de la reacción de los demás. Pero resulta que quizás pensáis que por mucho que aparentemos normalidad estamos bien, llevo muchas noches llorando, por todo, además, Erik, lo que te iba diciendo a ti, quizás Claire era tu prima, y como te he dicho antes es mi mejor amiga, pero resulta que tu llegaste hace poco, yo los conocía a todos des de siempre o casi siempre, y no es lo mismo. Y si la policía no va a hacer nada, porque yo no he visto que haya hecho nada para avanzar, me da igual ir sola, hoy mismo iré donde sea, me recorreré toda la ciudad entera si hace falta, toda la montaña, pero encontraré a Claire, no quiero que haya más muertes. Ya ha habido suficientes hasta ahora.

Quién iba a creer que sería un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora