Quién iba a creer que sería un asesino

Cumpleaños

Era martes por la mañana, todos habían llegado a clase y se habían saludado como de costumbre. A la hora del recreo estaban hablando todos, pero Claire parecía triste. Y eso los chicos lo notaron y sonrieron.

Narra Claire:

Es mi cumpleaños y todos están hablando y riendo, como si yo no existiera, además, esta mañana nadie me ha felicitado, quizás no se acuerdan. Quince años, hacia quince años ya y nadie lo recordaba, solo mis padres.

- Claire, Claire- reaccioné Jenna me estaba llamando.

- ¿Qué?- contesté un poco cortante.

- Ah nada, que si te querías venir esta tarde a mi casa a estudiar para el examen de pasado mañana.

Me limité a asentir. Nadie se acuerda de mí, les importan más los exámenes que yo. Entonces noté como una lágrima resbalaba por mi mejilla, me levanté de golpe y me fui corriendo al baño. Nadie se limitó a preguntar dónde iba ni a seguirme. Y eso me molestó mucho. Me pasé el resto del recreo en el baño llorando. Al sonar el timbre me dirigía a clase sin dirigirles la palabra, bueno en realidad ni me preguntaron donde había estado.

Narra la autora:

Las clases fueron muy aburridas, pero finalmente terminaron. Después se fueron las dos chicas a casa de Jenna a estudiar, Claire seguía enfadada, pero se lo había prometido.

Estaban merendando a las siete cuando a Claire se le cayó el vaso de leche encima, pues Jenna sin querer había dado un golpe en la mesa y éste, al estar en la punta de la mesa se cayó, y la pelinegra terminó empapada.

- Yo te mato Jenna.

- Lo siento lo siento mucho de verdad, ven subimos arriba y te dejo ropa, y si quieres dúchate que estas llena de leche, lo siento mucho de verdad.

- Tranquila no pasa nada, de acuerdo me ducho rápido.

- Vale, ve hacia la ducha y ahora te traigo una toalla y ropa.

Claire se terminó de duchar  y se puso la ropa que le había traído Jenna, una camiseta de manga larga de color negro, una falda a cuadros por encima de la rodilla y unas sandalias pues las abarcas que llevaba también habían terminado llenas de leche. Al principio le extraño un poco que le dejara eso, pero era lo que más le gustaba a su amiga así que de alguna forma se lo había dejado para demostrar que se preocupaba. Al salir del baño se dio cuenta de que Jenna se había vestido con algo parecido. Se había puesto una camiseta también de manga larga de color gris, una falda negra igual de corta que la que le había dejado a su amiga y unas sandalias con un poquito de tacón.

Luego Jenna se encaprichó en peinar a Claire, bueno eso era bastante normal. Al final terminó planchándoselo y ella también se lo planchó.

Se habían hecho las diez de la noche entre unas cosas y las otras. Claire se tenía que ir hacia casa. Iba a bajar al piso de abajo cuando oyó murmullos, pero creyó que eran los padres de Jenna. Bajó y a bajo se encontró a Marc, a Erik, Lucas, Sam, Vicky y Fran.

Que al verla gritaron.

- ¡FELICIDADES!

Marc subió las escaleras hasta donde ella se encontraba impactada y emocionada, incluso tenia a boca abierta. El chico se le acercó y la besó. Luego, como un buen caballero le prestó su brazo y ella lo cogió riendo un poco sonrojada.

Jenna les había pedido a sus padres que le dejaran hacer la fiesta en su casa y ellos, al ver a Claire casi como a una hija más aceptaron.

Habían apartado el sofá del medio del salón de casa de Jenna y habían movido el aparato de música cerca del televisor. Sam fue corriendo a poner música e hizo de DJ durante toda la noche, cenaron unas pizzas que habían traído.

Pusieron alguna que otra canción lenta que bailaron por parejas, Jenna y Erik, Claire y Marc, Vicky y Fran y Sam y Lucas como amigos. Más tarde Sam puso otra en la cual ella bailó con Marc pues a Claire le daba pena Lucas y quería bailar una con él para que no estuviera solo. Después Claire sopló las velas del pastel y, después de alguna que otra tontería con el cuchillo por parte de Marc cortaron la tarta y cada uno comió su trozo.

Era bastante tarde, estaban unos cuantos bailando y Jenna se le acercó a Claire y le dijo alzando la voz para que la oyera.

- ¿Has visto que bien estudiamos? Lo siento si antes te has puesto triste pero era parte del plan, no sabes lo que me ha costado no decírtelo.

- Me encanta esta manera de estudiar, y tranquila no pasa nada. La verdad, pensaba que os habías olvidado de mí.

Se echaron a reír, y Claire abrazó a Jenna dándole las gracias por todo.