¿Fin?

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Los coches patrulla y todo el cuerpo de policía habían abandonado la casa de Ángel. Ahora se encontraban en el piso superior, sentados en el sofá de la casa del chico. Jenna encima de Erik, a su lado Sergio, al lado de éste se encontraba Claire, a su lado, en el reposa brazos estaba sentado Lucas, Ángel estaba sentado en una silla y Sam en otra con la pierna enyesada apoyada en un taburete.

- Chicos, me gustaría contaros una cosa - empezó Ángel- Fue a mí al que visteis en el bosque cuando encontrasteis a Víctor, bueno, fue Claire la que me vio.

- Os lo dije- les reprochó la pelinegra a todos.

- Pero eso ahora no importa- prosiguió el pelinegro- os contaré el porqué estaba yo allí.- hizo una pausa y empezó a explicar- Alberto me dijo que su padre era psicólogo y que podría ayudar a mi padre con un trastorno psicológico que sufre. Desde que murió mi madre, la cual adoraba los conejos, cada noche de luna llena mata a un conejo de la jaula, sin saber porque lo hace. Pero volviendo al tema, Alberto me dijo que le podía ayudar a cambio de que fuera a enterrar el cuerpo de Víctor porque él tenía que ir con vosotros o sospecharíais de que él lo había matado- hizo una larga pausa- Yo acepté, tenía que hacerlo, necesito que mi padre se recupere de lo que sea que sufre. Pero digamos que me descubristeis cuando iba hacia allí. Más tarde, el día de la disco se cabreó conmigo porque por mi culpa ahora se sabía lo de Víctor, y como fue mi culpa dijo que haría lo que fuera para que me echarais la culpa a mí. Y después me dijo que estaríais en mi casa esa noche, que en esos momentos ya estaríais aquí. Yo, asustado porque ese día era luna llena, me fui corriendo a casa con el cabreo por culpa de Alberto. Cuando llegué a la calle os vi iros corriendo, fue cuando cogí a Jenna, pero estaba muy enfadado y lo que le quería decir me salió gritando, en realidad lo único que quería saber era si habíais entrado ya en casa y, si era que si, saber si estabais bien todos, por si había pasado algo con mi padre.

- Pero Ángel, ¿por qué nos lo cuentas todo esto?- preguntó Claire sin comprender- yo ya ni me acordaba de que te hubiera visto en el bosque. ¿Y por qué has delatado a Alberto?, se supone que estabas de su parte.

- Por Vicky. En un principio no pasaba nada, pero cuando me dijisteis que él había sido el que había matado a la pelirroja no lo soporté más, necesitaba venganza.

- Es cierto, Vicky nos dijo que la habías invitado a la disco.

- Eso es cierto, y en ese mismo momento la intenté avisar sobre lo de Alberto, pero no sabía cómo hacerlo.

- ¿Estabas colado por ella verdad?- preguntó Lucas. El chico tan solo asintió.

- Era muy buena dando clases particulares. Gracias a ella conseguí aprobarlo todo, habría sido una buena maestra, eso es lo que me decía que quería ser. No sé cómo no lo pude saber antes que Alberto la iba a matar, hubiera hecho lo que fuera por ella, pero ya es demasiado tarde.

- No podías hacer nada- le dijo Sam- nadie la echaba en falta ese día, tenía que venir con nosotras a dormir en casa de Jenna esa noche, pero se encontraba mal al ir a comisaría a denunciar que era Alberto el asesino, nos lo había dicho Andrea y ella se fue a casa de sus abuelos porque se había enfadado con su madre, nadie la echó en falta. Si se encontraba mal nadie la iba a molestar llamando a casa de sus abuelos y ellos tampoco sabían que la chica tenía que aparecer. Además Alberto me dijo que fue azar, no iba a ser ella la segunda víctima.

- Además si alguien hubiera podido hacer algo hubiera sido yo, llegué demasiado tarde a cogerla de la piscina.

- Jenna no empieces- le advirtió Erik- ya lo hemos hablado muchas veces- la chica asintió a regañadientes, se levantó del regazo del Erik y se sentó en el suelo delante de él, éste le empezó a acariciar el pelo.

Quién iba a creer que sería un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora