El día siguiente a la boda y tal como fue pactado, Stiles y su hijo fueron a almorzar a la casa de Jordan y Lydia, y al tocar la puerta fueron recibidos por unos muy emocionados niños.
—¡Tío Stiles!— exclamaron Clint y Meredith, los hijos mellizos de Jordan y Lydia, saltando sobre Stiles para abrazarlo, haciendo que perdiera el equilibrio por un segundo.
—¡Hola niños! ¿Cómo están?— los saludó devolviéndoles el abrazo al agacharse.
—Bien, te extrañamos.— hablaron los niños al mismo tiempo.
—Oigan los dos, tengan cuidado o me dejarán sin padre. — los regaña Dalton con una sonrisa, haciéndoles saber que no estaba molesto con ellos. Stiles se separó para ver a sus sobrinos con una sonrisa, agachándose frente a ellos.
—Mírense, cuánto crecieron en dos años. Cada vez se parecen más a sus padres.
—¿Tú crees?— le pregunta sonriente el pequeño Clint.
—Claro, sólo te falta tener un uniforme y la placa de policía como Jordan, y serías su pequeña copia exacta. — le aseguró Stiles al pequeño, que era literalmente una copia infantil de Jordan, tenía los mismos ojos, cabello y tono de piel que él.— Y tú Mer, te pareces cada día más a tu madre.— le habló a la pequeña pelirroja, haciéndola sonreír y sonrojarse levemente.
—¿Nos trajiste regalos, tío Stiles?— le preguntó Meredith colgándose de su brazo izquierdo.
—No, pero yo sí.— respondió Dalton mostrando un par de cajas con papel de regalo.
—¡Sí!— gritaron los mellizos dando saltos felices, haciendo sonreír al adolescente.
—¿Escuché a mi sobrino favorito hablar?— preguntó Lydia acercándose a la entrada.
—¡Tía Lydia!— dijo Dalton yendo hacia Lydia para darle un abrazo, que ella aceptó encantada.
—Hola, cariño.— le saludó, sonriendo mientras lo abrazaba con cariño. Pronto se separaron, y cuando iba a preguntarle a su sobrino cómo estaba, Dalton comenzó a alejarse, siendo jalado por los dos niños.
—Vamos, Dalton. — lo llamaron ambos niños.
—Síguelos o no te dejarán en paz hasta que lo hagas. — le aconsejó Lydia con una sonrisa divertida.
—Hablamos después.— dijo el adolescente cediendo, y siendo llevado por los mellizos hacia las escaleras y de ahí al segundo piso.
—¿Cómo estás hoy?— le preguntó la pelirroja a Stiles, para comenzar a caminar hacia el interior de la casa, y él la siguió.
—Genial. Anoche nos dormimos apenas llegamos y hoy compartimos un desayuno agradable, y limpiamos un poco el primer piso antes de venir aquí.
—Así que por eso tenías tierra en la nariz. — comentó Lydia pasando un dedo sobre la nariz del castaño, que la vio sorprendido por un segundo, para luego soltar un suspiro exasperado.
—¡Sí me lavé la cara!— dijo pasándose el antebrazo por la nariz, haciendo reír a su amiga.
—Ven, acompáñame a terminar de preparar el almuerzo. — le dijo tomándolo de la mano para ir juntos a la cocina.
—Seguro. ¿Qué estás cocinando?
—Supuestamente estofado pero perdí la receta, así que estoy improvisando.
—Muy bien, veamos qué podemos hacer al respecto. — habló el castaño acercándose al mesón donde Lydia tenía los ingredientes.
Ambos comenzaron a cocinar , y el estofado termina siendo pastel de papas, el cual ponen a cocinar en el horno.
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HIJO DE UNA CHISPA
FanfictionStiles regresa a Beacon Hills junto a su hijo para asistir a la boda de Lydia y Jordan. A su vez, la manada regresa al pueblo después de 15 años para una reunión de manada, no sabiendo que el castaño está de regreso. Pese a que todo parece perfecto...