Capítulo 30: Hijo de una chispa

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—¡Dalton!— gritó Derek cuando no pudo evitar que el menor cayera al vacío, y en ese momento fue alcanzado por los betas Stilinski, quienes al entender lo que había ocurrido se acercaron al borde del precipicio alarmados. Rasmus se asomó para intentar ver a su amigo, mientras que Dean volviendo a tomar su forma humana, enterró uno de sus pies en el suelo y estirándose le ofreció su brazo al Hale, que al verlo por unos segundos lo tomó, volviendo a subir ambos a tierra firme, donde estarían fuera de peligro.

—Lo dejaste caer.— soltó Dominic en un gruñido al ver al mayor, haciendo brillar sus ojos y dejando salir sus instintos lobunos y furia a flote, empujándolo bruscamente con los brazos, siendo detenido por los otros dos betas— ¡Suéltenme! ¡Voy a matarlo!

—¡Dominic!— lo reprendió Rasmus con molestia, viendo a su hermano forcejear— ¡Ya basta! ¡Cálmate!

—¡No me pidas que me calme! ¡Lo dejó caer! ¡Mató a Dalton!— gritó fúrico el pelirrojo intentando liberarse de los brazos de ambos lobos, habiéndose transformado.

—¡Intenté salvarlo!— le corrigió con molestia Derek, ganando al igual que Dominic una mirada de regaño de parte del beta rubio, lo que logró que soltara un bufido y desviara la mirada hacia el risco a su espalda. Volvió a mirar a su hermano, y tras demostrarle una vez más su desaprobación, éste se soltó de su agarre y se alejó de él y Dean dándoles la espalda para poder calmarse.

Sólo cuando se aseguró de que su hermano no causaría más problemas de los que ya tenían, se quitó la chaqueta que llevaba puesta, y con ella rodeó la cintura de Dean, atando el nudo a un costado para cubrir su desnudez.

—No pude ayudarlo.— murmuró Derek viendo hacia la oscuridad del barranco, desanimado y frustrado por haber fallado. Rasmus para mantener la calma, dejó que Dean se encargue de Dominic, e ignorando un poco las palabras de su tío, se acercó una vez más al borde, asomándose un poco hacia el acantilado, y activando sus poderes intentó descubrir qué había en el fondo. Pudo oler la humedad del musgo y la tierra, pero se sorprendió al oír el sonido inconfundible del oleaje del agua corriendo y chocando contra las rocas.

—Agua.— dice, llamando la atención de los otros tres lobos, por lo que se enderezó para compartir su descubrimiento con ellos— Creo que hay un río en el fondo del barranco.— al oírlo los demás no ocultaron su sorpresa, y al igual que él se asomaron al barranco para poder escuchar. Justo en ese momento, Jordan llegó al lugar, se acercó viéndolos con preocupación y creciente pánico.

—¿Dónde está Dalton?— los cuestionó, y todos voltearon, compartiendo algunas miradas, antes de mirarlo.

—Se resbaló, y cayó por el barranco.— le explicó Rasmus alejándose de la orilla, viendo el horror en los ojos del sabueso, pero comenzó a transformarse en furia al ver a Derek— Pero hay un río en el fondo, con suerte aterrizó en el agua.

—El agua va en esa dirección. Si lo seguimos tal vez podremos alcanzarlo antes de que se ahogue.— comentó Dean quitándose la chaqueta de la cintura para devolvérsela a Rasmus, que rápidamente la tomó.

—Los ayudaré.— dijo Derek, y antes de que Dominic o Jordan pudieran negarse, volvió a tomar su forma de lobo completo al igual que Dean, y juntos comenzaron a correr cerca del borde del acantilado, guiando al grupo río abajo.



Dalton tras caer al vacío, terminó cayendo al helado río, siendo arrastrado enseguida por la fuerte corriente. Aunque intentó nadar contra ello y sostenerse de alguna roca, termina siendo atraído hacia la zona de rápidos, y pronto a una cueva. En ella el nivel del agua casi tocaba por completo el techo, dejándolo muy poco espacio para respirar, además de hacérsele cada vez más difícil ver hacia dónde iba.

HIJO DE UNA CHISPADonde viven las historias. Descúbrelo ahora