HIJO DE UNA CHISPA

Capítulo 18: Pequeña chispa

—Lydia, ¿qué demonios están haciendo?— le preguntó con confusión y molestia Allison, ayudando a Scott a levantarse.

—Nuestro sobrino está desaparecido y sabemos que ustedes son los responsables.— respondió Lydia con veneno en sus palabras.

—Nosotros no tenemos a su sobrino.— respondió el alfa verdadero acariciando su dolorida mandíbula.

—No mientan. Sabemos sobre su plan de secuestrarlo para que los ayude a entrar al hospital.— continuó Lydia con molestia, y pudo notar la sorpresa en los rostros de la manada.

—Sí, tienes razón. Se habló sobre eso, pero no planeamos hacerlo realmente.— dijo Kira tomando la palabra e intentando apaciguar a la pareja furiosa con ello. Pero no funcionó, pues por la expresión de Lydia supo que no creyó ni una palabra de lo que dijo.

—Jordan.— dijo la banshee, y con sólo eso el sabueso del infierno se acercó gruñendo y cubierto en llamas listo para liberar su ira sobre la manada presente, que se alarmaron y se prepararon para defenderse.

—¡Lydia!— la llamó Scott retrocediendo— Entiéndelo, nosotros no tenemos a tu sobrino. No tengamos una pelea innecesaria.

—¿Qué es lo que está ocurriendo?— preguntó Erika en voz alta, logrando que la atención de todos se pusiera sobre ella, viéndola caminar desde un auto hacia ellos con Boyd caminando detrás— ¿Lydia?— la llamó, sorprendida de ver a la banshee y al sabueso fuera de la mansión.

—El sobrino de Lydia y Jordan desapareció, ellos piensan que nosotros lo tenemos, pero no es así.— le explicó Kira algo desesperada por la situación.

—Quedamos en que no lo haríamos.— aportó Isaac atento a los movimientos de Jordan.

—Pues me parece demasiada coincidencia.— dijo Lydia cruzándose de brazos con su vista molesta en la manada. Erika pensó unos segundos en todo lo que le habían dicho y pronto una idea alarmante llegó a su mente.

—Fue idea de Malia.— dijo la rubia recordando, logrando una vez más que las miradas de todos estuvieran sobre ella— Nosotros no estábamos de acuerdo, pero... los Hale, querían hacerlo.

—Derek desapareció hace dos días, y no hemos sabido de Peter desde ayer.— contribuyó Boyd con su habitual tono de voz seria, pero quienes lo conocían mejor como Isaac y Erika podían ver lo preocupado que estaba por la situación.

—¿Y dónde está Malia ahora?— preguntó la pelirroja poniendo toda su atención en la pareja.

—Salió del pueblo esta mañana...— respondió Kira, atando lentamente los cabos al igual que el resto de los presentes.

—No puedo creerlo.— soltó Isaac negando, decepcionado por las acciones de su alfa.

En ese momento, y antes de que cualquiera pudiera hacer un movimiento, se escuchó un enorme estruendo desde el interior de la mansión, y pronto los tres jóvenes betas aparecieron por un costado de la casona transformados en su forma beta, sorprendiendo a todos los presentes. Los jóvenes lobos avanzaron a la parte frontal de la casa dispuestos a escapar rumbo al bosque, cuando se percataron de la presencia de Lydia y Jordan cerca de la entrada de la mansión.

—¿Señora Martin?— preguntó Dominic, volviendo lentamente a su apariencia humana, y sus hermanos pronto lo imitaron. Lydia al reconocerlos soltó un suave jadeo de sorpresa, y rápidamente se acercó a ellos, a la vez que los chicos avanzaban hacia ella y Jordan que venía detrás de su esposa.

—¡Chicos!— dijo Lydia abrazando a los adolescentes, que se sorprendieron por la repentina muestra de afecto, que tras un par de segundos corresponden, regalándole una sonrisa cuando los soltó y acarició sus rostros con cuidado— ¿Están bien? Dalton nos dijo que habían desaparecido.