[24]

18 1 0
                                    

Siento mi cuerpo flotar en el aire haciendo que mis cabellos dorados se muevan en el viento brusco. Frente a mí hay una ciudad en ruinas, las llamas cubren todo las esquinas y los quejidos profundos y lloriqueos son extremadamente dolorosos.

"¿Qué pasó aquí?" Me pregunto mientras caigo con mis pies descalzos sobre el pasto y corro como si yo salvaría a alguien de lo que está pasando. No veo a Asroth, no veo a nadie que conozca y esta ciudad es totalmente desconocida para mí.

"¿Dónde estoy?" Me pregunto de nuevo casi para mi misma, esperando que alguien lea mi mente por arte de magia y responda aunque se que es imposible.

Siento la desesperación, siento como las personas gritan, siento su dolor, ¡No entiendo cómo! Pero los siento en mi cuerpo.

—¡No! —es lo único que puede salir de mi boca al ver la escena frente a mí.

Hay niños, niñas, mujeres y hombres amarrados y sus cuerpos están siendo quemados, todos gritan con tanto dolor que no alma se quiebra y me quedo estática, caigo en el suelo y lloro como una niña pequeña —¡No!

—¿Qué pasa princesa? —la voz masculina desconocida se posa detrás de mí, como una burla —¿Tienes miedo de lo que tú misma ocasionaste?

—¿Yo ocasioné esto? —sorbo por la nariz viendo aún todos quemarse.

—Tu alma no es lo que parece. Berlín...

Mis ojos lo siento pesados. Se me hace difícil abrirlo de inmediato pero después de tomar control de mí misma lo hago.

¡Qué sueño más raro!

Estoy en una cama. Las cálidas sábanas cubren mi cuerpo y el olor a rosas está en toda la habitación. Efectivamente, no estoy en el castillo. Pero, ¿Cómo? Miro con suavidad y lentitud a todas partes.

La habitación está iluminada por los rayos del sol pero es bastante simple, las cortinas claras hacen que el resplandor y algunos rayos lleguen a colarse dejando que el calor sea un poco molesto. Me levanto y observo todo de nuevo, ¿Dónde estoy?

No encuentro repuesta para esto. ¿Dónde está Asroth? ¿Qué pasó?

Mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de la puerta al abrirse y delante de mí puedo ver a tres mujeres, observándome como si fueran las doctoras y como si yo fuera una pequeña criatura enjaulada, golpeada que necesita explicación de muchas cosas.

—¡Qué bien! Ya despertó —susurra una de ellas y camina por toda la habitación y las demás la siguen —¿Cómo se siente?

—Bien —es lo único que respondo con algo de confusión —¿Dónde estoy?

Todas tienen vestidos amarillos pálidos que cubren sus rodillas. Las tres son iguales, sus cabello son rojos y peinados en una trenza que a las tres, les llega hasta las caderas. Caminan como si estuvieran acostumbradas atenderme y sin responder.

—¿Dónde estoy? —pregunto de nuevo con un poco de más insistencia.

—En el Seol.

¿Qué?

—¿Dónde está Asroth? —me levanto quedando parada de un solo movimiento.

—Tranquila, la llevaremos con los demás en un segundo —una de las chicas llega hasta mí. Apoyando su mano en mi hombro en forma de apoyo y como si fuera una niña de dos años.

Quiero quedarme tranquila pero no lo consigo. Lo único que hago es respirar con más presión hasta tal punto que siento que mis pulmones arden.

¿Qué es lo último que recuerdo? Ni siquiera tengo la mente completamente clara.

Profecías De Príncipes Solitarios: Origines Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora