Profecías De Príncipes Solitarios: Origines Ocultos.

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Narrador omnisciente:

Las horas habían caminado tan rápido que apenas pudieron darse cuenta que el sol se había escondido. El. salón del castillo estaba totalmente iluminado y lleno de tantos libros y papeles que apenas se venían las cabezas del otro lado. Lo cierto es que todos estaban cansados y con poco ánimo.

—Necesito una botella de agua o voy a morir. ¿Creen que pueden pedir algo de comer? Estoy muriendo de hambre.

—No abuses de la amabilidad, Lotter —le corrigió karred que miraba los anillos con un tipo de curiosidad intensa pero que nadie había notado por el momento.

—Tiene razón. Hemos estado en estos mismos puestos durante tanto tiempo que me duele la espalda... Traigan un poco de comida y bebidas por favor —le pidió amablemente —¿Algo en particular que quieran ustedes?

—Un café negro —pidió Gadiel —volviendo al tema, ya se que estamos cansados del mismo tema pero, ¿Qué posibilidades tenemos de que ese punto agujero no vuelva?

—Según mis cálculos no volverá.

—¿Por qué lo dices?

—El agujero negro sin importar que tan complicado sea la magia de protección siempre vuelven pero hemos demorado más del tiempo debido no a hecho aparición. Aparte de que ellos son creados por un propósito y me parece que el suyo era enterarnos estos anillos.

—Quiero comer primero después hablamos de todo lo que quieran.

—Deberíamos de averiguar más sobre los anillos. ¿No les parece que son brillantes? Tiene algo en su brillo que siento que quemará la piel si los toco.

Karred dió un par de pasos mientras lo veía de tal forma que todos rieron por la supuesta broma que estaba haciendo y se detuvo al momento donde Merlina soltó una carcajada por la situación.

—Te estás volviendo loco, de eso no hay duda. —se levantó de su puesto para estirarse —comeremos en la terraza. Diles que preparen todo, ¿Vamos?

—Nos disculparán pero no creo que nuestros chef tengan platos tan bien preparados para estas horas tan altas de la noche, ¡Oh, ahí viene la bebidas! Sirvele a todos Nancy.

—Nosotros entendemos. Ya somos bastante beneficiados con su atención y su hospitalidad ¿No es así Lotter?

—Por supuesto.

Mientras tomaban sus refrescos y se encamiban a la terraza que estaba en la parte trasera del castillo donde habían sillas rústicas de maderas y una mesa de vidrio que eran iluminadas por farolas. La terraza era linda y más en esa noche sin importar que tan pesada se encontraba la situación. Gadiel y Danko por ser de la realeza tomaron siento en cada extremo y Merlina por ser la primera tomo asiento al lado derecho del primero al mando; Gadiel. Lo demás en diferentes lugares que creyeron conveniente y mientras se preparaba y entregaba uno o dos platillo hablaban de todas las cosas menos de lo que estaba sucediendo.

—Me informaron que han hecho fiestas en los últimos meses.. Supongo que han conocido mujeres hermosas. ¿Cómo les va con eso? ¿Qué me dices tú Danko?

—Perfecto. Hay una o dos jovencitas que me parecen fascinantes.

—¡Ya era hora! —Lotter levantó la copa como si de un gran mérito se tratara —¿Qué hay de Gadiel?

—No le preguntes sobre el tema... Se pone tan sádico...

—¿Por qué? No es un secreto que la realeza de Parafin debe de procrear un legado.

—Un legado que Gadiel esta despuesto a dejar pasar por alto.

Hablaba como si el mencionado no estuviera en la misma mesa, comiendo lo mismo que ellos. Y aunque la intención no era mala, había algo en el tema que a Gadiel no le gustaba del todo.