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Berlín:

Dejar a Lucifer atrás me ha dejado un mal sabor de boca y todavía no entiendo porqué. Algunas de las cosas que viví con el dan vuelta como un carrusel de recuerdos grabados que por algún sentido me atormentan cada cinco segundos y todas las veces que se ha podido.

La idea es salir del castillo de Timor al amanecer ya que son las doce de la noche pero nadie puede dormir. Hemos estado asentados sobre los muebles unos veinte minutos y nadie dice nada, estamos en un tipo de shock interno, pensando quién ssbe en que cosas pero los bastantes perturbado como para no poder pronunciar palabra alguna. He mantenido mi postura firme tomando cada cierto tiempo una taza de té y procesando que Timor nos traicionó por tener sentimientos hacía Asroth. La verdad no lo culpo, Asroth es muy guapo. Pero no creí que el mismo sentimiento lo podía llevar a cometer ciertas locuras.

¿Yo cometería esas mismas locuras? Ni siquiera lo sé y de verdad es que me asusta saber que tal vez no sería capaz de semejante cosa. ¿Por qué? ¿Por que siento esto? No lo sé. Tal vez es por todo lo nuevo que está pasando a mi alrededor, acostumbrarme a escuchar hasta los íntimos sonidos de los huesos de cada personas no es precisamente algo a lo que estoy familiarizada. Sentir sus deseos, sentir sus emociones y no poder hacer nada porque no es lo correcto se me hace tan complicado. Puedo sentir mi propia energía negativa moverse entre mis venas y mi mente, cautivar mi corazón y en lo más profundo —casi como una inyección —hay una luz blanca que es mi vida pasada pero nada más. Soy oscuridad total pero para esto ! nací ¿No? Pero tengo que aprender a sobrellevar los malos pensamientos y vivir como estaba antes.

—Supongo que debemos de ir a las habitaciones y dormir hasta lo que podamos —Zeón se levanta de su puesto y sin decir nada más se encamina hacia la puerta, Merlina, Nhamiel y Lotter lo siguen dejando a los demás en una de las esquinas hablando entre ellos.

Yo estoy sola en el otro extremo con un vaso de agua en mi mano y nada más soltando aire por la nariz tratando de procesar todo de la mejor manera posible. ¡Ya estoy aquí! ¡Bienvenida al mundo real! Era todo lo que quería y al fin lo tengo ¡Ganamos! Pero... ¿Por qué no se siente como una victoria? Lo qur Lucifer me a regalado sigue en mi mano y es que con solo tocarlo puedo sentirlo a él y no entiendo porque me tranquiliza eso.

—Ya escuchaste a Zeón, vamos a descansar.

—¿Tú quieres descansar?

—Quiero dormir contigo —levanta mi mentón con un gesto lindo —¿Qué crees que quiero yo ahora mismo? Te extrañé tanto que me sentí asfixiado. Lo que más quiero en este mundo es sentirte en mi pecho, Berlín.

Sus palabras me hacen sentir en casa, calida y amada. Me pongo de pies y le doy un beso en los labios que se siente tan bien. ¡Joder! Es que se siente como el primer día que lo hice, puedo sentir su amor fluyendo y su cuerpo rajarse cuando paso mi mano izquierda por su hombro hasta unirla a sus cabellos. ¡Joder! ¡Cuanto necesitaba esto!

—Vamos entonces.

Nos despedimos de los demás con un gesto simple y subimos las escaleras en silencio. Cuando llegamos al pasillo que daba directo a las habitaciones Asroth me tomó de la mano y en menos de un segundo devoró mis labios de una forma tan apasionante que no pude terminar de respirar cuando ya estaba pegada a al pared con su cuerpo acorralando el mío. Mis manos lo tomaron del borde de su atuendo y él me tomó de la cintura profundizando el beso a una manera veloz.

¡Se sentía increíble! Sus labios contra los míos y toda la oscuridad alrededor de nosotros que nos daba chance de hacer cualquier cosa que hubiésemos querido pero lo detuve al momento donde su mano bajó por mis muslos para adentrarse por ellos y es que había algo que no dejaba la mente, aún estaba con la mente tan ocupada que lo detuve en seco haciendo que sus morados ojos observaran mi rostro buscando una explicación.

Profecías De Príncipes Solitarios: Origines Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora