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Narrador omnisciente:

La primera prueba la habían pasado con éxito pero ahora estaban en lo que parecía ser una enorme torre sin puertas y sin ningún tipo de salida donde los escorpiones casi se los estaban comiendo vivos. El pecho de Lotter subía y bajaba. Karred estaban igual mientras trataba de poner todas las combinaciones en la puertas pero nada, nada pasaba y cada minuto que pasaba el aire se volvió más espeso y entre la oscuridad más escorpiones salían.

—¡Rápido Karred no tenemos todo el maldito día! —gritó mientras con sus manos hacía que aquellos bichos desaparecieran pero cada vez que lo hacía más aparecían —¡Rápido!

—¡No puedo encontrar la combinación! —le informó desesperado dándole un golpe tan fuerte a la puerta que golpeó su mano —¿Por qué no vienes tu aquí? Puedes escuchar mucho más que yo.

—Ggg ¡Siempre necesitas de mi! ¿No puedes hacer algo por tu maldita cuenta? ¡Ni eso puedes hacer bien! —le dió una patada a un par y luego aplastó otro con su bota —¡Ven aquí!

—Deja de decir idioteces —le miró mal y se levantó tomando su lugar tan rápido como puedo —¿Qué son estás cosas? Y ¿Por no mueren de uns vez por todas?

—Son escorpiones de inframundo tonto. Es obvio que cualquier cosa no los va a matar. Deja de hablar y mata.

Estaban contra la espada y la pared y es que tomaban cada vez más terreno por lo que les quedaba casi un espacio de menos de cincuenta metros donde defenderse y cada paso que daban hacía atrás les hacía perder fuerzas por lo que Karred sacó la espada y un pequeño polvo que tenía en una bolsilla de cuero y lo esparció y al caer sobre aquellos bichos se quedaron inmóviles así que aprovechó para  matarlos por fin y cortar todo lo que podía. Cada corte que daba desaparecían y volvían aparecer pero sin caminar por lo que supo que lo mejor que podían hacer era darse prisa.

—¡Rápido Lotter! —gritó tanto que la garganta le dolió pero siguió intentando lo que pudo —¡Rápido!

—¡Ya! ¿Por que no intentaste con el número 666? Es obvio que sería esa combinación —la puerta enorme se abrió por lo que Lotter entró primero por lo que Karred después de lanzar un hechizo más cerró la puerta viendo lo que parecía ser las paredes del castillo de nuevo —creo que ya hemos pasado todo ¿No lo crees? ¡Alabado sean los dioses que nos crearon! ¡Mira Karred hemos pasado las pruebas!

—Creo que estamos de vuelta en el castillo ¿Verdad? —tomó la espada con fuerza mientras veía de un lugar al otro. Las paredes eran blancas y limpias cosa que les hizo pensar que estaban en un espejismo de nuevo —camina con cautela. Estamos en un castillo o lo que parece ser uno, muévete con cautela y si escuchas algo raro, avísame.










(************)

El cuerpo de la serpiente aprisionó a Merlina apretándola tanto que sus fuerzas se fueron. Zeón mientras tanto daba tantos cortes con la espada como fue posible pero no pudo cortar su doble capa de piel por lo que lo último que le quedó fue detenerse y cerrar los ojos uniendo sus dedos haciendo una señal donde se transformó en algo nuevo ante los ojos de ella. Una armadura brillante y blanca con bordes amarillos cubrió todo su cuerpo y en la cabeza un casco del mismo color con puntas en las orejas cubrió casi todo su rostro dejando apenas sus labios viables. La espada se transformó en una mucho más grande y brillante y cada movimiento de izquierda a derecha en el aire se dibuja un corte de color amarillo.

De un brinco quedó sobre la cabeza de la gran serpiente que trataba de sarandearlo y hacer que cayera pero estaba bien agarrado. De un golpe estampó la espada en la mitad de su cabeza y pensando que eso la mataría brincó tomando a Merlina en sus brazos y liberandola completamente. Esperaba —al igual que ella— que aquella fuerte incrustación la matara pero en su lugar avivó su enojo. Soltó de sus colmillos un veneno blanco que cayó a unos metros de ellos y que pudieron esquivar gracias al campo de fuerza que Merlina creó.

Profecías De Príncipes Solitarios: Origines Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora