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Age, finis prope est!





Berlín:

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Nos vamos hoy mismo a la tierra, un lugar desconocido tanto para mí como para todos lo que me rodean y los que están dispuestos a esto. Sé que la tierra es mi hogar pero jamás salí más allá del reino, mamá nunca me mostró el mundo y todo lo que ofrecía por lo tanto, soy una extraña en mi propia tierra —¡Qué vergüenza admitirlo!—

Merlina ha tomado por regalo de Zeón un arco y flecha que ajusta con la máxima energía de su cuerpo, Zeón mueve la espada en el aire mientras que una de sus manos está en su espalda, totalmente decidido a lograr algo y por último Asroth que está mejor dicho levitando sobre el césped verde. Con sus palmas unidas y los ojos cerrados tan concentrado que no le veo ningún tipo de emoción en su rostro.

Si quiero sobrevivir junto a ellos debo de ser útil. Es cierto que no controlo mis poderes pero puedo al menos practicar lo poco que Zeón me enseñó mientras estuve sola en la tierra. La práctica hace al maestro y si no quiero volverme polvo al solo pisar tierras desconocidas tengo que hacerlo.

Aprovecho el tiempo que cada uno está en su propia práctica para yo estar en la mía. Me hago bajo un enorme árbol y me siento derecho, uniendo mis piesde la misma forma que estaba Asroth. Mis piernas unidas y mis manos también y me dispongo a cerrar los ojos y olvidarme de todo lo que ocurre a mi alrededor, hacer como si yo estuviera en una habitación sola, como si no existiera más nada que no fuera yo misma.

Siento el aire pasar, siento como una pequeña hebra de mi cabello se mueve con el, el aroma a vainilla y miles más que quién sabe desde cuantos kilómetros arrastra, el aire entre cálido y frío, escucho lejos los sonidos de animales pero que de alguna forma me tranquiliza y me hace familiarizarme con mi alrededor. Siento todo dentro de mí, siento como cada fibra de mi cuerpo se mueve y como mi propio corazón palpita y llena mis oídos.

Todo, cuando digo todo es todo. Incluso hasta las cosas más pequeñas de mi propio cuerpo y justo llego al lugar indicado y no hablo de mi modo físico, hablo de mis sentimientos y de mi propio poder. Al centro de lo más complejo y la cosa que todos temen. Mis ojos en todo el trayecto han estado viendo nada, en completa oscuridad pero cuando voy sintiendo un tipo de aire frío mis ojos empiezan a mostrar formar, figuras, objetos que no logro ver bien.

Cuando me enfoco un poco más me sorprendo al ver el lugar donde estoy, parece una montaña todo a mi alrededor está muerto, la vegetación ya no existe, no hay árboles solo sus troncos secos, mis pies descalzos se golpean con lo duro que es la tierra y con mucha dificultad camino hasta el borde de la colina viendo que hay una enorme ciudad en ruinas y sobre ella cae cenizas oscuras bañando todo a su alrededor y convirtiéndose en un lugar fantasma. Todo pasa tan de prisa que luego ya no estoy en la montaña ahora estoy en un camino de tierra mojada y los murmullos de personas se escuchan en todas partes. Mientras más camino, más se hace audible y cuando logro llegar a la entrada veo casas pero están rodeadas de un humo que cae del cielo, tanto así que no se puede ver mucho.

"Ya a llegado lo que tanto temiamos" —escucho a alguien decir pero cuando busco quién es no hay nadie, el pueblo se a quedado vacío.

Siento el dolor de las almas, siento al desesperanza y por un segundo siento culpa, una culpa que no entiendo, siento como mi cuerpo se llena de una enorme energía que proviene de mi misma, siento como todo lo que está a mi alrededor desaparece y vuelvo a la oscuridad de antes. Siento mis manos temblar y cuando abro los ojos veo que todo sigue en su lugar, Zeón, Merlina y Asroth, como si nada hubiese pasado.

Profecías De Príncipes Solitarios: Origines Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora